Varias horas antes de
que dejara el país la carroza vaticana, ya estaba reinstalada la
calabaza sabida de la cenicienta realidad real de México. Aún se
entretenían largamente los medios, sobre todo los electrónicos, en la
degustación final del religioso banquete adormecedor de seis días cuando
ya estaban los cardenales Luis Videgaray y Agustín Carstens anunciando
las penitencias presupuestales y bancarias por venir, en la primera
caída de un viacrucis económico nacional que, como siempre, porque así
lo ordenan el dios dinero y sus terrestres oficiantes empresariales y
políticos, dejará crucificados a los de abajo y bendecidos a los de
arriba.
El previsto recorte presupuestal (lo que usted sabía o intuía, pero
temía confirmar, cuando menos no antes de que se fuera el Papa) y la
elevación de la tasa de interés en México (50 puntos base, para quedar
en 3.75 por ciento) forman parte de un conjunto de medidas que tratan de
enfrentar factores internacionales ajenos al control del gobierno
peñista, más la abundante carga de errores, distorsiones, despilfarros y
corrupción que en el entorno local produce y alienta ese mismo
gobierno.
La presentación en sociedad de las nuevas desgracias por venir agrega
riesgos a la muy discutible gobernabilidad del país, pues significará
un nuevo apretar de cinturón para los que ya hasta de él carecen,
mientras las cúpulas negocian formas de no resultar con tanto daño (el
excelente jugador tapatío de palabras Óscar Tagle así tuiteó ayer mismo:
Carstensiana desde Banxico: apriétese el cinturón en las lonjas de mi compadre).
A la muy preocupante acumulación de rezagos e insatisfacción
sociales, con derivaciones marcadas hacia la confrontación directa de lo
institucional, deberá sumarse el resultado de esta menor disponibilidad
de recursos públicos y el nuevo posicionamiento del Banco de México (no
sólo en cuanto a tasas de interés; también se informó que se cancelan
las subastas de dólares, para ejercer la discrecional facultad de
venderlos directamente, conforme a las
circunstancias). Menos dinero y peores condiciones para atender las urgencias populares que van subiendo de grado. Por lo pronto, asegura el virrey Videgaray que no se tocarán los rubros de seguridad, es decir, de policías y militares en caravana por el país (siempre emplazados para sofocar no sólo las acometidas del crimen políticamente organizado, sino también los desbordamientos de corte político o social), ni de políticas sociales (y menos en un año electoral que al mismo tiempo se encuadra en la tempranísima lucha por la sucesión presidencial de 2018).
El golpe más fuerte en este recorte anunciado es contra Pemex,
empresa a la que se condena a la quiebra, ya con el concuño de Carlos
Salinas de Gortari como director de liquidación (la especialidad de la
casa Salinas, recuérdese, han sido las privatizaciones y otras formas de
conversión de la riqueza pública en privada). Esta semana, Newsweek en español llevó como principal tema de portada un reportaje de Ana Lilia Pérez Mendoza (la autora de libros como Camisas azules, manos negras; El saqueo de Pemex desde Los Pinos, y Mares de cocaína) cuyo título asegura que se prepara la subasta de Petróleos Mexicanos. Bien, pícaro Charlie y familia que le acompaña.
Finalizada la gira de preparación espiritual de México para lo
que las turbulencias le deparen, Francisco dejó intocados los temas de
la pederastia clerical y de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa (en este
tema, su vocero Lombardi ejecutó una versión vaticana del famoso
cansancio murillista). Sin embargo, en Oaxaca, un abogado cercano a la
arquidiócesis ofreció una conferencia de prensa para apremiar a las
autoridades a que actúen legalmente contra el presbítero católico Mario
Arias Montes, quien ha denunciado dentro de la propia iglesia local, e
incluso en el Vaticano, la protección del arzobispo José Luis Chávez
Botello a los abusos sexuales cometidos cuando menos contra unos 45
niños indígenas de la sierra zapoteca por el cura Gerardo Silvestre
Hernández, a quien se permitió durante largos años continuar con su
depredación sexual hasta que la denuncia de un padre de familia lo llevó
a la cárcel, donde espera una sentencia ligera.
El sábado en que ya estaba Francisco en México, La Jornada publicó una nota (http://goo.gl/UqHRfQ) y dos videos relacionados con el tema (https://goo.gl/N4sHko y https://goo.gl/W0CUZV).
Ahora ese sacerdote denunciante está bajo la amenaza de cárcel y
proceso judicial por la acusación de violencia familiar contra una mujer
con la que habría hecho vida de pareja. Ésta y todas las acusaciones
fundamentadas deben ser atendidas con prontitud y rectitud por el
aparato judicial mexicano que apabullantemente actúa en sentido
contrario, es decir, con demora infinita e incorrección procesal y
sustantiva.
Si Arias Montes cometió un delito debe ser castigado en los términos
correspondientes a esos presuntos hechos, sin que ello empañe o
desacredite las acusaciones fundadas que él y nueve religiosos más
(párrocos y diáconos) han hecho respecto a la
masacresexual cometida contra indígenas menores de edad en Oaxaca. Doctor en teología, reconocido intelectual, promotor de un cristianismo con sentido indígena, Arias Montes ha librado y sostiene una batalla contra la pederastia clerical protegida desde las cúpulas eclesiásticas.
La agresión contra el administrador general de la delegación Miguel
Hidalgo de la Ciudad de México, Arne aus den Ruthen, por guardaespaldas
de Rubén Libien, va más allá del entorno natural de esa demarcación
desde donde el PAN podrá alcanzar especial fuerza para las elecciones de
2018 de jefe de gobierno. En realidad, lo que está a la vista es la
prepotencia, la vocación infractora, delictiva, de muy peculiares grupos
empresariales que realizan un tipo de periodismo absolutamente
discutible, financiado y protegido por ciertos segmentos políticos, como
en este caso los políticos priístas del estado de México, con erarios
predispuestos para beneficios oscuros. ¡Hasta mañana! ,Twitter: @julioastillero , Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Con la idea de
responder a la crisis desencadenada por el desplome petrolero, se nos
impone más crisis. Ese cuadro podría describir el paquete –¿política de shock?–
de tres acciones que anunciaron ayer Luis Videgaray Caso y Agustín
Carstens. 1) Recorte presupuestal por 132 mil millones de pesos (100 mil
millones del gasto de Petróleos Mexicanos. 2) Venta discrecional de
dólares –en vez de las subastas, por la cantidad que el banco central
considere necesaria. Seguirá sin dar a conocer la identidad de los
favorecidos. Y 3) un aumento a la tasa de interés a 3.75 por ciento (era
de 3.25). Un efecto inmediato fue que ayer bajó el precio del dólar.
Seguramente perdieron dinero los especuladores que habían venido
apostando contra el peso. ¿Cuál será el resultado al final del paquete
de tres medidas (3M)?. Irá viéndose día con día. Pero persisten las
causas de la crisis: petróleo, endeudamiento del gobierno y la falta de
crecimiento económico.
¿Y las familias?
¿Qué efectos tendrá en la economía de las familias el
aumento de las tasas de interés? De acuerdo con Gabriela Siller,
directora de Análisis Económico y Financiero del Banco Base, ‘‘dado que
la decisión de Banco de México está enfocada a evitar un efecto de
traspaso del tipo de cambio a niveles de precios, la decisión en el muy
corto plazo es benéfica para las familias. En el largo plazo un
incremento en las tasas encarece el crédito, por lo cual existen
presiones en contra de la demanda agregada y, en consecuencia, se
compromete el crecimiento (económico)’’.
¿Y la depreciación del peso?
‘‘A pesar de que en el largo plazo existen riesgos a la
baja para el crecimiento como consecuencia de las mayores tasas de
interés, en el muy corto plazo la medida sí logra frenar la depreciación
del peso frente al dólar. Porque el incremento en las tasas evita la
salida de capitales; además, hace más atractivo a México como destino de
inversión atrayendo más flujo de efectivo al país’’. Hasta aquí la
opinión de Gabriela Siller.
El Señor de las Tangas
¿Será este un alto definitivo a la tortuosa carrera del
presidente de la organización Provida, Jorge Serrano Limón, o sólo es
otro susto? Fue detenido por la Procuraduría General de la República por
su presunta responsabilidad en el delito de peculado por un monto de 25
millones de pesos. Lo habría detectado la Auditoría Superior de la
Federación siguiendo la pista a recursos que el gobierno federal le
había asignado para el equipamiento de centros de ayuda para la mujer. A
principios de 2012, ya había sido detenido y sentenciado a cuatro años
de cárcel (proceso 156/2010) por el supuesto desvío de más de 2 millones
de pesos que le fueron entregados para equipar de aparatos de
ultrasonido y ecosonido a nueve centros de atención. Sin embargo, pudo
evadir la cárcel. Se le atribuye una relación cercana con Margarita
Zavala, la ahora aspirante panista a la Presidencia de la República. En
la revisión de los gastos de Serrano Limón se halló que había empleado
dinero público hasta para la compra de ¡tangas!
@VoxPopuli
El asesinato de la periodista
Anabel Flores, número 17 en la cuenta de homicidios de reporteros a lo
largo del sexenio, no sólo fue objeto de atención de la opinión pública
por el reprobable hecho en sí mismo, sino por la particular forma en que
fue denostada por uno de sus empleadores, el deslinde que de ella
hicieron directivos de otros medios en los que colaboraba y la manera
apresurada y automática en que la Fiscalía General del Estado vinculó el
delito con la delincuencia organizada.
“Le pagábamos como freelance”, dijeron en El Sol de Córdoba, como
si ello atenuara la magnitud del feminicidio o sirviera para desestimar
su participación en el gremio y con ello marcar distancia de las
presuntas actividades de Anabel fuera del ámbito periodístico, como se
apresuraron a madrugar también las autoridades ministeriales.
Ahora, en su vuelo de regreso
por la negrura atlántica, tal vez duerma por momentos. Es posible que
las imágenes de lo que vio y escuchó en este país no se hayan
sedimentado y revoloteen y le espanten el sueño. Contempló cosas buenas y
conmovedoras; sin duda, experimentó sabores que le eran desconocidos
–son los sabores la parte menos olvidable de un viaje– y disfrutó
irrepetibles muestras de afecto, adhesión y compromiso. Estrechó manos,
repartió abrazos y sonrisas, recibió y dio regalos y molió organismos
que caminaron, viajaron y pasaron la noche en el suelo con tal de
mirarlo; niños, mujeres, ancianos y hombres que invirtieron más de lo
que tienen en un boleto de lotería para mirarlo a los ojos y –el premio
mayor– tocarlo, habitantes del país semper fidelis que asimila
todo agravio, que sobrelleva sus tragedias con una entereza
indistinguible; para muchos, de una resignación intolerable.
Además, Francisco cimbró conciencias, estrujó cerebros y dio motivo
de auténtica esperanza a miles que esperaban reafirmar sus convicciones
en la palabra pontificia. Es difícil hacer entender a algunas cabezas
duras que para muchos individuos y sectores la fe religiosa no es rienda
ni cadena, sino recurso de liberación y de resistencia (o, cuando
menos, de supervivencia), y que no es lícito ni útil recurrir a un
instrumental de categorías sociológicas para decretar que los creyentes
son idiotas. En las concentraciones en torno al Papa hubo de seguro
personas atraídas por la televisión, feligreses acarreados y espíritus
insustanciales, pero también sujetos ansiosos por atenuar con una
experiencia espiritual su vida dura en esta realidad nacional de
catástrofe en la que unos pocos han sumido a la gran mayoría.
¿Consoló a los migrantes? De seguro. ¿Fue útil y provechoso que
algunos niños de Morelia hayan recibido el mensaje de no dejarse
pisotear por nadie? Sí, desde luego. Los habitantes de la miseria
mexiquense de seguro agradecieron las menciones a algunos de los
aspectos más lacerantes de su circunstancia, empezando por el de la
inseguridad. Por primera vez en la historia, las comunidades indígenas
chiapanecas escucharon una petición de disculpa por parte del jefe de un
poder eclesiástico que mucho ha colaborado en su opresión, por más que
el linaje clerical, que va de Bartolomé de las Casas a Samuel Ruiz,
pasando por muchos otros, se haya jugado la vida para contrarrestarla.
Tal vez algunos presos de Ciudad Juárez encuentren en las palabras
papales un motivo para aferrarse a la vida en un contexto carcelario
que, en la práctica, no sirve como instrumento de redención, sino como
máquina de exterminio.
Al cabo de seis agitados
e intensos días, el papa Francisco puso fin a su visita a México y
partió de regreso a Roma. La presencia en el país del máximo jerarca del
catolicismo mundial estuvo precedida por expectativas de signo distinto
y hasta contrapuesto. En consecuencia, sus actividades, sus alocuciones
y sus silencios en distintos puntos del territorio nacional generaron
reacciones encontradas. Por la importancia del personaje y por el
impacto de lo que dijo y hasta de lo que no dijo, es pertinente intentar
un balance sucinto de su gira.
Que venga el Papa seguido para que pavimenten calles
Con todo respeto solicito a
las autoridades mexicanas programen la venida del Papa cada 15 días, y
las rutas sean por distintas calles para así terminar con los baches en
forma rápida y efectiva en toda la Ciudad de México.
Me había prometido no
escribir sobre el jefe de la Iglesia católica, entre otras cosas porque
la publicidad de su visita a México es desmedida y porque el laicismo
constitucional quedó en entredicho o, más bien, pisoteado. Sé que los
últimos presidentes del país, del PRI y del PAN, son católicos,
apostólicos y romanos, pero juraron para el cargo una Constitución laica
y su responsabilidad es para todos los mexicanos. Sus creencias y las
expresiones de su fe deberían de recluirse en su vida privada. Pero no
fue así, parecieron hacer gala de religiosidad, no muy diferente a la de
esos jerarcas católicos que se ostentan como parte de las elites del
país y no como seguidores de Jesús de Nazaret, que predicaba el amor y
la humildad.
Entre los años 1995 y
1996, en San Andrés Sakamch’en, el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) realizó uno de los ejercicios más democráticos de que se
tenga memoria en la historia reciente de nuestro país, para construir
las propuestas que serían posteriormente el contenido de los acuerdos de
San Andrés, sobre derechos y cultura indígena. Acuerdos que fueron
firmados el 16 de febrero de 1996 entre el EZLN y el gobierno federal,
éste con el compromiso de enviarlos al Congreso de la Unión para
convertirlos en reformas y adiciones constitucionales, elevados así a
rango de ley suprema.
El Congreso de Nuevo
León aprobó una ley de Participación Ciudadana que fue vetada por el
gobierno de Jaime Rodríguez Calderón. El argumento para vetar esta ley
fue que contenía unos 40 errores. El veto de El Bronco abrió un
espacio de participación convocada por el propio gobierno de Nuevo
León, donde manifestaron sus puntos de vista los representantes de
varias organizaciones de la sociedad y de instituciones académicas.
Desde luego, no hay que
subestimar el poder de la música. Especialmente de la ópera que –al
incorporar también lo visual y lo literario– puede ser un sugestivo
vehículo de mensajes políticos.
La Habana. En medio de
la arremetida derechista que atraviesa nuestra región y del proyecto
renovador del socialismo cubano, abrió sus puertas el 11 de febrero la
25 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH). Como
es usual, en las fortalezas de La Cabaña y El Morro.
Provocar a Rusia en sus fronteras para luego presentar sus respuestas defensivas como
agresionesen papel de
amenaza globalaumenta la probabilidad de guerra nuclear accidental o intencional entre Estados Unidos y Moscú, irracionalidad mayor entre potencias que controlan 95 por ciento del armamento nuclear y balístico, con capacidad de reducir a cenizas ambas naciones (y al mundo). Así lo indica el aumento del presupuesto para que el Pentágono (DoD) despliegue más equipo y ejercicios bélicos en el vecindario de Rusia. El monto pasó de 789 millones de dólares (mdd) en 2016 a 3 mil 400 mdd en 2017 para
disuadir a Rusia de más agresión en Europa, calificándola de principal
amenazaa la seguridad de Estados Unidos (NYT 1/2/16). ¿Extraña entonces que ante tal campaña el primer ministro ruso Dimitry Medvedev preguntara en la Conferencia de Seguridad de Munich
¿estamos en 2016 o en 1962?, cuando estalló la crisis de los cohetes, uno de los peores episodios de la guerra fría?
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