2/17/2016

Mujeres migrantes pasan de las maquilas al sector servicios


   Cambios en el entorno laboral femenino en la frontera norte

Trabajadoras de la maquiladora Lexmark en Ciudad Juárez, Chihuahua, se manifestó en la Ciudad de México porque fueron despedidas injustificadamente 


En los recientes 15 años aumentó la presencia de mujeres en los flujos migratorios hacia el norte de México y Estados Unidos, pero contrario a años anteriores ahora están dejando de emplearse en la maquila –ocupación que históricamente ha contratado mano de obra femenina con malas condiciones de trabajo–, para ocupar el sector servicios que desde 2012 registra aumentos importantes respecto a otras labores.

En 2014, al menos 37.3 por ciento de las mujeres en los flujos migratorios que registró la Encuesta sobre Migración de la Frontera Norte (Emif, 2014 y 2015) –sistema de medición que coordinan el Colegio de la Frontera Norte (Colef) y dependencias del gobierno federal– tenían como destino alguna ciudad de la frontera norte de México o de EU.

Tal cifra es superior al 29.9 por ciento que se registró en 2010, al 18.9 por ciento reportado en 2005, y al 21 por ciento del año 2000, según comparó el Colef en su reporte “20 temas actuales y relevantes sobre la migración en México”.

Especialistas de ese centro de estudios sobre migración observaron que durante los primeros meses del año las mujeres emigran menos hacia EU, pero su presencia aumenta de manera considerable los últimos meses del año. Por ejemplo, en 2015 el porcentaje de mujeres con destino al vecino país fue de 23.6 al principio del año y de 41.8 al cierre.

El estudio del Colef señala que el aumento de mujeres en la migración hacia la frontera norte no es ninguna sorpresa, ya que desde hace varios años la industria maquiladora que se asienta en esa región se caracteriza por contratar preferentemente mano de obra femenina.

No obstante, recientemente menos de 16 por ciento de las personas migrantes que llegan a la frontera norte de México trabaja en el sector manufacturero, lo que genera una falta de mano de obra para la maquila, advierte el Colef.

De hecho, el aumento de la presencia femenina en la migración hacia el norte del país y EU coincide también con que entre 2012 y 2015 la mayor proporción de personas migrantes –de ambos sexos– se emplean en el sector servicios, mientras que la ocupación en el sector comercio y agropecuario –también tradicionales de la migración– va en descenso.

Esto podría explicar que Norteamérica concentre gran parte del trabajo del hogar remunerado que realizan 8.5 millones de mujeres migrantes en el mundo, y que aumenta año con año, según estimaciones de 2015 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En contraste, llama la atención el descenso de la población ocupada en el sector manufacturero, ya que tan sólo de 1980 al año 2000 la industria maquiladora de exportación en México –asentada principalmente en la frontera norte– pasó de 620 establecimientos a más de tres mil, y que en ese periodo sumaron casi 600 mil obreras (75 por ciento del total del personal en las maquilas), según cifras del estudio “La industria maquiladora y sus trabajadores”, publicado en el número 27 de la serie Cuadernos de Trabajadores.

El informe explica que luego de la devaluación del peso en 1994, el salario obrero fue el más afectado al representar menos de la mitad del poder adquisitivo que tenía en 1983.

Según el estudio “Condiciones de trabajo en las maquiladoras de Ciudad Juárez. El punto de vista obrero”, de 1990, de la investigadora Dalia Barrera Bassols, dependiendo la rama en que estuvieran las trabajadoras, las elegían preferentemente jóvenes, solteras y de baja escolaridad, para que ocuparan puestos bajos, resistieran jornadas de trabajo extremas, y no contaran siempre con prestaciones de ley.

Con el tiempo, las trabajadoras experimentaban problemas de salud vinculados a la maquila. Al paso de los años, la situación no ha mejorado para las trabajadoras de este sector, ya que de acuerdo con datos del Colef de 2008, las obreras percibían entre 500 y mil 200 pesos semanales y no contaban con guarderías ni con servicios de salud suficientes.

Se suma que al inicio de 2016 un grupo de trabajadoras de la maquiladora Lexmark en Ciudad Juárez, Chihuahua, vino a la Ciudad de México a manifestarse porque fueron despedidas injustificadamente, tras más de nueve años laborados y con visible desgaste físico debido a sus pésimas condiciones de trabajo.
 

| CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-


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