Tras 5 meses, Junta ya no tiene pretexto para no dar toma de nota
Con
medio año de retraso, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje
(JLCyA) finalmente concederá el registro al único Sindicato Nacional de
Trabajadoras y Trabajadores del Hogar Remunerados (Sinactraho) que
existe en todo el país.
De acuerdo con lo que notificaron autoridades de la JLCyA al abogado laboralista Manuel Fuentes Muñiz, representante legal del gremio, mañana se hará finalmente la toma de nota para el registro oficial del Sinactraho, integrado hasta ahora por 500 trabajadoras del hogar de todo el país, y 100 de ellas de esta capital.
El litigante dijo a Cimacnoticias que este gremio, que además está integrado hasta el momento sólo por mujeres, puede ser percibido como un medio de presión para los patrones que no quieren respetar derechos, lo que pudo motivar el retraso en el proceso de sindicalización, pero –destacó– lo importante es que la autoridad laboral ya está convencida de que se debe otorgar el registro.
Marcelina Bautista Bautista, principal promotora de los derechos para las trabajadoras del hogar en México y quien ha trabajado gran parte de su vida por ver consolidado también su derecho a la libre asociación, precisó en entrevista que la toma de nota es un paso más en la formación de un sindicato que proteja sus garantías laborales, tales como el derecho al trabajo digno, a la no discriminación, la seguridad social, los derechos colectivos, entre otros.
La también directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) expresó que este año las trabajadoras se concentrarán en la firma de más contratos laborales individuales, y en impulsar desde el sindicato la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –sobre condiciones de trabajo básicas para este gremio–, que el Estado mexicano ha evadido desde 2011.
Bautista detalló que la dirección del Sinactraho la lleva un comité ejecutivo colegiado presidido por Ana Laura Aquino Gaspar, Esperanza Martha Leal y por ella misma, además de nueve secretarias ejecutivas y un comité de honor y justicia.
Desde enero de 2015 las trabajadoras del hogar organizadas habían anunciado la creación de un sindicato nacional independiente, mismo que se consolidó con la participación de más de 100 mujeres en septiembre pasado, y cuya solicitud de registro se presentó ante la JLCyA el día 18 de ese mes.
No obstante, sin ninguna razón la Junta se negó a dar respuesta –como procede legalmente– a estas trabajadoras durante el plazo de 60 días hábiles que obliga la Ley Federal del Trabajo, y es hasta medio año después que el gremio podrá oficializar su sindicato a través de la llamada toma de nota.
Cuestionadas por el retraso e incumplimiento por parte de la autoridad laboral para el registro del Sinactraho, la presidenta de la JLCyA, Margarita Darlene Rojas Olvera, y la secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo del DF, Amalia García Medina, se limitaron a señalar que las trabajadoras del hogar ya reúnen todos los requisitos para su admisión formal y que, por tanto, no hay motivo para seguir atrasando su registro.
Destaca que a lo largo de la historia mexicana éste no es el primer intento de organización gremial que han emprendido las trabajadoras del hogar, ya que en los años 30 y 40 -tras el impulso que dio la Revolución Mexicana a los movimientos sociales- se conformaron sindicatos de empleadas del hogar a nivel municipal y estatal.
Sin embargo, todos ellos desaparecieron con el tiempo, la mayoría al ser cooptados por gremios más grandes y corporativistas, según reveló la antropóloga y experta en género, Mary Goldsmith, quien también ha dedicado gran parte de su trayectoria académica a la investigación de las trabajadoras del hogar remuneradas.
En México, 2.2 millones de mujeres se dedican al trabajo en el hogar asalariado; nueve de cada 10 carecen de un contrato escrito; menos de 20 por ciento cuentan con seguridad social, y muchas de ellas enfrentan jornadas excesivas y poco sueldo, además de padecer abusos, maltratos, humillación y discriminación, según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Mientras, el Estado mexicano sigue aplazando la ratificación del Convenio 189 de la OIT, por más de 15 años las trabajadoras del hogar organizadas se han capacitado –a través del CACEH– en Derechos Humanos, y en derechos laborales y sindicales.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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