(apro).- El
pasado viernes 29 de julio el exdirigente nacional del PRI Manlio Fabio
Beltrones se reunió con los legisladores afines a su proyecto de formar
no un asociación social como se ha dicho sino una nueva corriente dentro
del partido a través de la cual se buscará incidir en la selección de
la candidatura presidencial del 2018.
Desde 1987 en el PRI se han gestado distintas corrientes y
movimientos políticos que han expresado voces de inconformidad y
propuestas de cambios en las reglas del juego interno. Entre las más
conocidas están la Corriente Democrática que desde 1987 encabezaron
Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y Rodolfo
González Guevara que un año después se dividió cuando los primeros
decidieron salirse del PRI luego de la imposición de Carlos Salinas de
Gortari como candidato presidencial para las elecciones de 1988.
Rodolfo González Guevara fundó entonces la Corriente Crítica
dentro del PRI pero duró apenas unos años y la abandonó para irse al
PRD que ya habían formado en 1989 Cárdenas, Muñoz Ledo, Ifigenia
Martínez, Heberto Castillo y muchos otros personajes de distintas
corrientes políticas e ideológicas.
Luego vino la corriente Democracia 2000 empezó con Ramiro de
la Rosa con la intención de ganar posiciones en ese año en que por
primera vez en su historia el PRI perdió una elección presidencial. Hoy
la encabeza Víctor Manuel Gómez Vargas quien fue uno de los que impugnó
la llegada de Enrique Ochoa a la dirigencia del partido en lugar de
Manlio Fabio Beltrones.
Existen otras corrientes internas en el PRI con menos peso
como México Nuevo, Democracia Social y la Colosista. Pero ninguna de
ellas ha logrado tener un impacto como la Corriente Democrática de
Cárdenas y compañía que cimbró las bases del priismo en la segunda mitad
de la década de los ochentas.
Hoy que el PRI vive una nueva etapa de crisis dentro y fuera
de su militancia y en víspera del arranque del proceso de selección de
candidato presidencial, Beltrones ha empezado a formar una nueva
corriente que busca tener un peso dentro del priismo y en la elección
del aspirante presidencial.
Aún no se sabe qué importancia y representatividad podría
tener esta corriente beltronista en el PRI, si buscarán el
reconocimiento o registro como tal dentro del partido o si como
movimiento pueden tener un mayor margen de maniobra política. Lo que se
ve poco probable es que quieran salirse del PRI porque Beltrones tiene
un perfil institucional y no se ve que haya una corriente social que
pueda ser la base de un nuevo partido.
Lo evidente de la existencia de esta incipiente corriente es
que refleja una división interna de un grupo de priistas que está
inconforme con las formas en que se está manejando el partido desde la
oficina presidencial por un grupo encabezado por Enrique Peña Nieto, y
del impacto negativo que están teniendo en el partido los errores de
este grupo enquistado en el gobierno como ya se resintió en las pasadas
elecciones en las que perdieron siete de 12 elecciones para gobernador.
Falta ver si Beltrones logra cohesionar las voluntades de un
grupo de seguidores que tiene en diversas partes del país y de la
reacción que tendrán desde Los Pinos a esta iniciativa política que,
para algunos, es el principio del fin del regreso del PRI a la
presidencia de la república.
El expresidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones. Foto: Eduardo Miranda
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