Para Gobierno son “producto de negocios”
El Gobierno federal pone especial atención en las remesas generadas por
mujeres migrantes que trabajan en Estados Unidos “como productos”, en
lugar de atender el contexto de violencia de género que las mujeres
enfrentan para obtener sus salarios, denunció la investigadora del
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades
(CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Elena
Jarquín Sánchez.
La especialista en el uso de las remesas de la migración desde la
perspectiva de género dijo en entrevista para Cimacnoticias que, con el
gobierno de Donald Trump, la propuesta de Estados Unidos por hacer más
restrictivas las políticas migratorias “agravarán las condiciones para
las mexicanas migrantes”.
Y explicó: “Las remesas es lo que más preocupa al Gobierno mexicano,
igual que al Banco Mundial, las cuentan como si fueran producto de
negocios e ignoran todas las irregularidades que hay en el pago de las y
los indocumentados”.
De acuerdo con datos de 2015 del Centro de Estudio Monetarios
Latinoamericanos (Cemla), las mujeres envían 26 por ciento de las
remesas a México desde Estados Unidos. Y aunque, según el Banco Mundial,
a nivel internacional las mujeres generan 50 por ciento de las remesas
enviadas, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha
dicho que ellas envían el doble porque sus salarios son menores en
proporción con los de los hombres.
Jarquín Sánchez destacó la importancia de atender dichas desigualdades
de género en el envío y producción de remesas porque, asegura, están
presentes desde el momento en que las mexicanas dejan el país.
Explicó que “luego de realizar investigaciones en Tlaxcala, junto con el
CEIICH, encontramos que si bien son más los hombres que emigran hacia
Estados Unidos, las mujeres inmigrantes tienen mayores niveles de
estudio, pero al llegar al país del norte reciben menos salarios y están
expuestas a más violencia, como la de tipo sexual”.
La académica destacó que el envío de remesas de las mujeres se da en
mayor proporción porque, muchas veces, de eso dependen sus familias y su
esfuerzo es doble, pues “tienen trabajos de menor calidad, menos
sueldos. Se insertan en el mercado haciendo las actividades que, por
estereotipos de género, se les atribuye como cocinar o cuidar niños;
además de ser víctimas de maltrato y discriminación”.
Se sabe que las mexicanas migrantes se emplean en Estados Unidos
mayormente como trabajadoras del hogar y en servicios de limpieza, en
una proporción de 41 por ciento, según el Consejo Nacional de Población
(CONAPO). Y, además de los bajos sueldos que reciben en estos empleos,
70 por ciento cubre jornadas laborales de tiempo completo.
Investigadora del CEIICH, Elena Jarquín Sánchez. CIMAC
Foto: Montserrat Antúnez Estrada. Por: Montserrat Antúnez Estrada. Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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