Foto: Edgar Muñóz
El pasado viernes, Estados Unidos comenzó el despliegue de 250 tropas de la Guardia Nacional en la frontera con México y pese a lo que había asegurado la secretaria de Seguridad Interior de EU, Kirstjen Nielsen, los efectivos sí están portando armas, al menos en la zona correspondiente a Río Grande, en Texas.
En una reunión con el secretario de Relaciones Exteriores en México, Luis Videgaray, el pasado miércoles, Nielsen señaló que la Guardia Nacional únicamente realizará labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior, por lo que no portarían armas ni realizarían funciones de control migratorio o aduanero.
Sin embargo, el pasado fin de semana fueron captados miembros
de la Guardia Nacional portando armas largas mientras realizaban las
labores de vigilancia en la frontera. Habitantes de la zona informaron
que esa guardia no es nueva, ocasionalmente se colocan junto al río.
La decisión del presidente Donald Trump del despliegue de tropas se dio supuestamente como medida preventiva ante la caravana de migrantes centroamericanos que cruzan territorio mexicano. El mandatario estadounidense señaló que la decisión era debido a las “precarias leyes fronterizas” que se tienen en Estados Unidos, por lo que las medidas tendrían lugar hasta que tuvieran leyes poderosas o un muro.
Ante esto, el Pentágono autorizó el uso de 4,000 soldados de la Guardia Nacional,
sin dar algún detalle de cómo se llevará a cabo y en qué orden de
repartición se realizará en su totalidad el despliegue de tropas.
Estados como Texas y Arizona ya habían anunciado el “despliegue inmediato” de las tropas. En el primer caso, fue ordenado por el gobernador Greg Abbott, quien señaló que en un total de 72 horas quedaría listo mientras que el gobernador Goug Ducey dijo que a partir de esta semana se realizará un despliegue de 150 soldados.
Otro estado que comparte frontera con México es California, un estado demócrata que ha expresado completo rechazo a las medidas migratorias del presidente.
Trump no es el primer presidente en desplegar a la Guardia Nacional a la frontera, pues antes lo hizo George W. Bush en 2006 y Barack Obama en 2010.
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