A frenar la violencia
Limpia en las aduanas, entre las acciones principales
Estudios realizados por autoridades mexicanas han
establecido la existencia de cinco rutas principales de ingreso ilegal
de armas de Estados Unidos al país, y que en ellas algunos puntos
requieren atención prioritaria porque constituyen sitios donde las
organizaciones delictivas introducen pertrechos de uso exclusivo de las
fuerzas armadas.
Por ello, la estrategia de combate a este ilícito consiste en la
implementación de puntos de revisión, instalación de detectores no
intrusivos para hallar cargamentos de este tipo; se fortalecerá el
intercambio de información con Estados Unidos para ubicar los puntos en
que se adquirieron las armas y cartuchos, y también se renegociarán los
términos de la cooperación binacional de lo que hoy se conoce como Plan
Mérida, reveló en entrevista con La Jornada David Pérez Esparza, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).
El funcionario –recién designado al frente de dicho órgano– cuenta
con estudios de posgrado en ciencias de la seguridad, con especialidad
en crimen organizado por el Instituto Jill Dando del University College
de Londres (UCL), ha sido consultor senior para el gobierno británico en
materia de reducción del delito, ha liderado la implementación y
evaluación de varios proyectos estratégicos en Londres y colaborado con
el Banco Interamericano de Desarrollo en el diseño e implementación de
estrategias en materia policial, de acuerdo con los registros
curriculares que posee de él la Secretaría de Seguridad y Protección
Ciudadana.
Pérez Esparza señaló que para la implementación de los operativos que
se realizarán contra el tráfico de armas en el norte del país,
particularmente en puntos fronterizos como Tijuana-San Diego, Ciudad
Juárez-El Paso, Reynosa-Mc Allen, Matamoros-Brownsville y Nuevo
Laredo-Laredo, “se hizo un estudio de rutas, el cual se alimentó con
toda la información obtenida por diversas agencias mexicanas. Así se
estableció que este delito tiene cinco rutas princiaples.
Para reducir este problema se han implementado diversas medidas, entre ellas la limpieza de las aduanas, pues es uno de los grandes pendientes del país, ya que de alguna manera éstas han sido instituciones corruptas e incapaces.
Respecto del ingreso ilícito de armas, puntualizó que “hay 50 puntos
entre Estados Unidos y México, pero lo interesante es que no en todos
ellos se da en la misma dimensión. Entre ellos destacan o se consideran
prioritarios cinco sitios, los más importantes son Ciudad Juárez-El
Paso, Tijuana-San Diego y el valle de Texas.
Este último se considera un punto importante, porque el tráfico proviene del valle de Houston, un sitio donde se producen y manufacturan e importan muchas armas que lamentablemente terminan en México.
Al preguntarle sobre la realización de operativos encubiertos, particularmente el denominado Rápido y furioso, dijo que “el problema de las aduanas tiene que ver con ello y con acciones mal implementadas.
El operativo más referenciado es Rápido y furioso, pero no fue el único, pues sabemos que ocurrió en 2010; sin embargo, hubo otra operación similar que se llamaba Gun Runner,
y bueno la ATF (agencia estadounidense encargada de combatir el tráfico
de armas) ha tenido dos o tres experimentos de ese tipo.
“La verdad es que han sido muy lamentables, ya que algunas de las armas fueron encontradas en la casa de Joaquín El Chapo Guzmán, otras han sido utilizadas para matar a ciudadanos estadunidenses, como fue el caso de un agente en San Luis Potosí.
“Ese tipo de operativos son un esquema controversial, que por
supuesto tienen la intención de conocer las rutas del trasiego, pero
hasta ahora han sido muy malos porque no han tenido la capacidad de
controlar el destino de las armas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha descartado que este tipo de operativos sean una alternativa para confrontar a los traficantes de armas.
Señaló que los cárteles del Golfo, la Familia michoacana, Jalisco Nueva generación y el de Sinaloa son de los que tienen
representanteso
embajadores, es decir personas que se encargan directamente de adquirir armas en Estados Unidos y luego las envían a México, mientras los grupos criminales emergentes o pequeños “tienen alianzas temporales con pandillas o dealers que dependiendo de su capacidad introducen de manera hormiga dos o tres armas a territorio mexicano”.
El titular del Sesnsp consideró que en los pasados 10 años, y de
acuerdo con las estimaciones gubernamentales, se han ingresado a México
aproximadamente 2.5 millones de unidades, ya que se considera que
anualmente se trafican 250 mil armas y la mayoría de ellas llegan a los
grupos delictivos, ya que se ha llegado a considerar que dos tercios de
los homicidios dolosos se han cometido con armamento ilegal y se
relacionan con la delincuencia organizada.
Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
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