Longanizas, monedas y rosarios
#OposiciónChoricera
La casa de papel versión chilanga
Las redes de Internet
y cierto segmento de la opinión pública se enzarzaron en el tema de los
gastos presupuestados para alimentos y despensas en la oficina de la
Presidencia de la República. A partir de un documento publicado en el
Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios, de la
Coordinación General de Administración de la citada oficina
presidencial, se desató una discusión pública que aterrizó en Twitter
bajo dos etiquetas que dan cuenta de los posicionamientos de los bandos
que critican y los que apoyan al obradorismo: #LonganizaGate,
propusieron los críticos, simplificando en el largo embutido el tema de
los altos costos publicados en la página de la administración
presidencial (más de 335 mil pesos para comprar 20 unidades de longaniza
de primera); en contrapartida, los defensores del periodo andresino
respondieron burlándose de la #OposiciónChoricera, pues, según
explicación posterior de las autoridades administrativas, tales
tarifarios exorbitantes pertenecían a presupuestos anteriores, citados
para fines de ejemplo pero que no serían ejercidos en esos términos.
A fin de cuentas, el senador panista Julen Rementería, quien difundió
los datos en mención, partió de una publicación oficial que no tenía
ninguna advertencia respecto al uso ilustrativo que luego sería
invocado. Pero es tanto el apabullamiento social a los miembros de los
partidos derrotados el año anterior que hubo cascadas de señalamientos
adversos a dicho senador y a comentaristas y académicos que se dejaron
llevar por la primera lectura de este tema. En tanto, el director
general de recursos materiales y servicios generales del gobierno, Jael
Hernández, aclaró que el presupuesto publicado puede ser modificado e
incluso cancelado y, en ese sentido, los altos gastos alimenticios no se
consumarían, pues
dicho programa no es propiamente el presupuesto que se ejerce y justifica. ¿Qué necesidad de tantos enredos?
Por otra parte, en pleno Paseo de la Reforma de la Ciudad de México
se produjo un asalto que de inmediato hizo recordar la extraordinaria
serie de televisión por Internet y origen español denominada La casa de papel.
Lo cierto es que no hay muchos puntos en común con lo sucedido en una
tienda de exhibición de la Casa de Moneda de México y la historia del
asalto meticulosamente preparado y ejecutado (desde la ficción) en la
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España. En la fantasía artística
grabada en el país ibérico se asaltó el sitio donde se producían
billetes al por mayor y la estancia de los ladrones fue de días, porque
así se había programado, mientras en la tienda mexicana fue un robo
rápido para llevarse centenarios de oro que podrían implicar unos 50
millones de pesos.
Aparte de la relación superficial y nominativa con La casa de papel,
el tema del robo a un establecimiento de la Casa de Moneda se propagó
con rapidez porque da cuenta de la difícil situación de seguridad
pública que se vive en la capital del país. En realidad, fueron dos
hechos delictivos los que sucedieron en ese Paseo de la Reforma, en un
tramo tan céntrico y concurrido que antaño parecía improbable el
intentar atracos como ahora va sucediendo de manera cotidiana.
En el mismo rubro, Rosario Robles Berlanga exhibió ayer ante
autoridades judiciales casi 70 mil pesos como garantía para solicitar
que se impida que pueda ser aprehendida por las diversas causas
instauradas en su contra (esencialmente, la Estafa Maestra: miles de
millones de pesos de saqueo) y por las cuales debería presentarse en
persona este jueves a una audiencia inicial que podría desembocar en una
sujeción a proceso penal. No se le otorgó a la ex secretaria peñista la
suspensión definitiva del riesgo de detención y lo más probable es que
responda al citatorio judicial del jueves a través de su representante
legal.
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
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