Desenredo
Por: Rosalinda Hernández Alarcón*
En
un contexto en el que predominan las perversas prácticas de hacer
política partidista, poco se puede esperar de los resultados electorales
del próximo domingo 11 de agosto que definirán quién ocupará la
presidencia de la República de Guatemala.
Independientemente de que gobierne el partido UNE o VAMOS, Sandra
Torres o Alejandro Giammattei, lo cierto es que en el panorama nacional
prevalece la política tradicional mafiosa --como bien se ha comentado en
varias columnas de opinión-- cuyo objetivo es mantener el sistema que
reproduce las injusticias sociales, la corrupción y la impunidad.
A pesar de las casi nulas expectativas que hay en Guatemala, una vez
concluya su mandato en enero próximo el presidente de la República Jimmy
Morales (2016- 2020), aunque se auguraba sería antes de finalizar su
periodo de cuatro años, lo cierto es
que en la actualidad existe más información sobre cómo funciona el
financiamiento electoral ilícito junto con los negocios fraudulentos
entre autoridades y empresarios (contrataciones espurias, empresas de
cartón, fuga de capitales, prestanombres, etc.) que dominan la
institucionalidad del Estado, colocándola alejada de los intereses
sociales. Por ello, urge seguir fiscalizando las entidades públicas sea
bajo el mando de Torres o de Giammattei.
También aumenta el número de personas guatemaltecas que considera
insuficiente señalar problemas nacionales como la pobreza y la violencia
-por mencionar algunos-, sin indicar cuál es el origen de los mismos,
de tal manera que están comprometidos con difundir mensajes que motiven
la reflexión crítica. Dos ejemplos que proponen para analizar:
1.- Será que los proyectos asistencialistas, los trabajos temporales y
los apoyos incondicionales a empresarios son las medidas para que las
personas empobrecidas disminuyan… si la pobreza subsiste en la medida
que se alienta la acumulación de capitales en pocas manos, se congela
salarios y se consideran obsoletos los derechos laborales.
2.- Será que con denunciar los hechos de violencia o demandar más
vigilantes armados es posible erradicar las relaciones de poder abusivas
que tanto lastiman… si son las jerarquías precisamente las que
justifican las violencias en todos los espacios (íntimos, privados,
públicos).
Pensar en el origen de los problemas ayuda a encontrar respuestas más
certeras, pero además contribuye a evitar reproducir rumores,
dicotomías o informaciones falsas. Y es a su vez, lo que explica por qué
la mayoría de la población guatemalteca decidió su voto en la primera
vuelta (16 de junio) y decidirá en la segunda (11 de agosto) sin
reflexionar que su sufragio contribuye a mantener un sistema opresor y
refrendar la política mafiosa.
Buscar cambios requiere un pensamiento crítico que ayude a entender
cómo el patriarcado, el racismo y el capitalismo han llevado a que se
acepten como normales tantas insensateces que lastiman la dignidad
humana: niñez desnutrida, niñas madres, juventud sin oportunidades,
personas denigradas ya sea por ser mujer, indígena, pobre, vieja, con
discapacidad física o identidad sexual diferente.
En este orden de ideas, son de utilidad los pensamientos críticos,
retomo uno de la psicóloga Mary Pipher, quien dice: “Los jóvenes tienen
que ser socializados de forma tal que la idea de violar a alguien, les
resulte tan impensable como el canibalismo”.
*Periodista mexicana residente en Guatemala
CIMACFoto: Sonia Gerth
Cimacnoticias | Guatemala, Guate..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario