Dixie Edith La Habana, febrero (SEMlac).- Desde una galería de roles estereotipados, los personajes femeninos en el cine latinoamericano han ido cambiando hacia mujeres más fuertes, más visibles, pero el camino de las realizadoras aún está plagado de trabas.
Madres y hermanas, novias y esposas, chicas malas y mujeres amadas "hasta el fin de los días" abundaron en el cine del continente en las décadas del treinta, cuarenta y cincuenta del siglo XX, según expuso la historiadora del arte y profesora María Caridad Cumaná, durante la octava edición del postgrado Género y Comunicación, impartido en La Habana por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí.
"Esta producción fílmica dejó su huella, en ella se educaron varias generaciones de las familias latinoamericanas y eso lleva tiempo para que cambie", reflexionó Cumaná, también coordinadora del Portal del Cine y el Audiovisual Latinoamericano y Caribeño (www.cinelatinoamericano.org), de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.
Un breve y vertiginoso recorrido por la historia del cine de la región permite apreciar cómo, desde esos estereotipos, se va llegando al reflejo de nuevas identidades de los sujetos femeninos en el cine, materializados en obras como las de la argentina María Luisa Bemberg (Yo la peor de todas), o la mexicana María Novaro (El jardín del Edén).
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