2/22/2011

“Tetadas”por el derecho a amamantar en público

febrero 20, 2011

Amamantar en un sitio público es una osadía para una madre. A diario miles de miles de mujeres en el mundo son víctimas de críticas y hasta de sanciones formales por amamantar a sus bebés, con la “teta” al aire, en un sitio público.

Por: Teresa Sosa

El fabuloso negocio que tienen las multinacionales de la alimentación con la sustitución de la leche materna por leche artificial les cuesta la vida a muchos bebés y bebas.

UNICEF ha difundido la cifra de muerte de más de 1 millón de niños y niñas al año a consecuencia del uso inadecuado del biberón, y de más de 10 millones que padecen desnutrición y enfermedades graves debido a ello.

Las campañas de propaganda comercial de las multinacionales han procurado llevar a la mente de la población la idea de que la lactancia artificial no sólo es igual, sino superior, a la materna; a su vez esta propaganda promociona simbólicamente la ventaja que la leche de fórmula proporciona a la madre para continuar con todas sus actividades sin limitaciones al no tener que estar sujeta a amamantar.

Tal perfección se ha llegado a conseguir con las fórmulas lácteas para bebés -según asegura la publicidad- que para estas leches se han acuñado los manipuladores términos “leches humanizadas” y “leches maternizadas”.

Por ello, madres que trabajan fuera del hogar regresan a sus casas tranquilas y confiadas con el récipe médico de leche industrializada para su infante. Les llegó el día. Se tienen que reintegrar a su trabajo porque la licencia post natal ya se ha vencido.

Como la lactancia materna es una decisión personal, otras madres toman la decisión, antes del parto, de no amamantar, con la convicción de que su niño o niña se criará igual o mejor gracias a la leche industrial, dada sus bondades publicitarias.

La mirada nacional

Según la UNICEF, ”la lactancia materna integra a la familia, promueve el amor y genera cultura”. Sin embargo, hasta nuestros días, vemos que existen suficientes elementos que nos indican que en general la lactancia materna continúa siendo considerada como un acto que debe ser en privado, porqué aleja a la mujer de la “pulcritud y belleza de la feminidad”.

En nuestro país funciona todavía alguna forma de crítica a las mujeres que se sacan en público de manera espontánea la teta para amamantar, por eso observamos que una mayoría de nuestras madres amamantan en público cubriéndose la teta con un pañito o un pañal del bebé o la beba, dejando asomar sólo el pezón.

Pero, sin embargo, si la lactancia pública es con el bebé o la beba tomando un biberón, dudamos de que alguien que observa a esta madre ponga mala cara, porque para esta tercera persona, la madre está haciendo lo “correcto”en un sitio público. Se entretejen en esta situación el ‘Tabú de Amamantar en Público” con la “Cultura del Biberón”.

Lo curioso del asunto es que luego vemos portadas de revistas, comerciales por televisión, con modelos mostrando sus “tetas” para anunciar productos, y esto, a la mayoría de la gente le parece algo normal. Asimismo, los varones observan a una mujer joven caminar por la calle con escote pronunciado y lo que hacen es admirarla por la “belleza y erotismo” que muestran sus “tetas” casi al aire.

“Tetadas”

El término “tetada” es empleado por las asociaciones pro-lactancia materna en el mundo para denominar a los eventos por el derecho a amamantar en público.

En Estados Unidos hasta ahora son numerosas las ocasiones en que un grupo de madres y padres ha decidido protestar montando una “tetada” en algún sitio, porque alguien ha invitado a una madre lactante a dejar de hacerlo; en algunos casos invitan a la madre a amamantar en otro lugar donde nadie la vea y “donde usted pueda estar tranquila”, y si no accede, la conminan a abandonar el lugar con su criatura.

La semana pasada sucedió en Washington, donde más de un centenar de personas se dieron cita en el Museo Hirshhorn, lugar en el que una mujer madre de nombre Noriko Aita quiso dar el pecho a su hijo y no pudo, porque el personal de seguridad del museo se lo impidió.

Lo insólito del asunto es que en Estados Unidos existe una ley que autoriza a las mujeres a amamantar en edificios y terrenos federales, entre los que se encuentra el mencionado museo. La mamá en cuestión, desconocedora de dicha ley, hizo caso al personal de seguridad, sin embargo, una amiga suya y otras muchas mujeres que están amantando decidieron promover una protesta en el interior del museo, con el fin de dar a conocer su derecho a amamantar en público y para tratar de normalizar algo que es completamente natural.

La protesta duró cerca de dos horas. Durante ese tiempo mamás, papás, bebés, cochecitos y juguetes formaron parte de un escenario poco habitual dentro del Museo Hirshnorn, que autorizó la protesta, y que ya se había disculpado con Noriko Aita días atrás por tan lamentable suceso e informó también que ofrecerá mejor formación a su personal para que un incidente así no vuelva a repetirse.

Otro incidente ocurrió en una piscina pública en Nottingham (Reino Unido), en el John Carroll Leisure Centre, cuando Laura Whotton comenzó a alimentar a su bebé de tres meses de edad, después de haberse bañado juntos, porque el bebé tenía hambre y empezó a llorar. Se sentó en un banco con él y sacó la “teta”, se le dijo que contravenía las normas de no beber ni comer en el recinto de la piscina.

Por su parte, un portavoz de la máxima autoridad civil local señaló que su política es capacitar a las madres para amamantar en todos los centros del lugar, incluidos los centros de ocio. Pero, la única excepción a esta regla, es en la piscina y el área circundante, donde, “en aras de la higiene, existe una política de no comer ni beber”. Después de que el hecho se hizo público y salió en la prensa el Concejo rectificó; le ha dado una disculpa plena y abierta a la madre y ha revisado y modificado su política de lactancia materna.

Tetada en el Museo del Prado

Los vigilantes del Museo del Prado (Madrid, España), uno de los mejores y prestigiados del mundo, no daban crédito a sus ojos. Eran las 12 de un mediodía cuando la sala 16B, que alberga a ‘La Maja Desnuda’ comenzó a llenarse de madres que daban “teta” a sus hijos e hijas.

Cada una de estas madres acudió hasta al museo para solidarizarse con Cindy Piccard, una joven a la que un vigilante invitó a retirarse del recinto por considerar que dar de mamar a su pequeño en el interior del museo era una conducta inapropiada. Días después, el museo achacó lo sucedido a una “reacción individual” y quiso dejar claro que no había “ninguna instrucción al respecto”.El hecho de que a Cindy le explicaran por teléfono que su comportamiento podía “molestar a otros visitantes” fue lo que despertó la indignación de otras madres.

La mayoría de las personas que pasaron alrededor de las madres durante la “tetada” del museo no consideraron molesto el hecho de ver amamantar a un niño. Andrés y Nara, de Colombia, lo tienen por algo “de lo más natural” y “para nada escandaloso”; Eduardo y Rodrigo, de Argentina, creen que se trata de “lo más normal del mundo” y explicaron que en Buenos Aires no llama la atención de nadie. Javier y Nuria, de Santiago de Compostela, no lo consideran molesto, aunque reconocieron que nunca lo harían en público. Sólo una pareja de franceses, los Iline, opinaron que este comportamiento “no es bonito en público” y que “debería estar prohibido”.

Es triste, lamentable, que todavía la lactancia materna se considere un tabú, algo que las mujeres deben hacer escondidas, en sus cuartos. Las mujeres lactantes deben unirse y concientizar a la sociedad que la “teta” de la madre no es un objeto sexual ¡Lactar es dar vida!


Descargar edición impresa digitalizada Diario de los Andes

No hay comentarios.:

Publicar un comentario