1/23/2014

Los periodistas pal café . . .


Son otros husos. El reloj político de Enrique Peña Nieto (ahora que su secretario del Trabajo ha puesto de relieve la cronometría de lujo) funciona mejor en horarios foráneos, esta vez en Davos, Suiza, a donde ha llegado con una aureola ogmandinesca, portafolio andante de ofertas que mucho emocionan a los grandes inversionistas asombrados de que esté en curso final la comisionable apertura incruenta de la riqueza energética mexicana a los capitales extranjeros.
El vendedor más grande de Pemex presume ante la alborozada clientela las manecillas que le han permitido lucir la muñeca (asumiendo que en esta parte del brazo lleva su ajustada máquina de medición del tiempo). Son dos, aunque su nombre es lo de menos, pues lo que importa es la funcionalidad que aportó ese par de saetillas, los partidos de presunta oposición que bajo pacto le permitieron al empeñado relojero llegar a la sede del Foro Económico Mundial para sincronizarse con esos husos horarios, políticos y económicos, que creen posible regir en delante los nuevos tiempos mexicanos dominados.
En la secuencia nativa de sucesos se mantiene (implacable, a contratiempo) el horario huso político de los usos y costumbres. La modernidad concesionista del peñanietismo se nutre y fortalece con las regresiones apenas disfrazadas de avances. Como siempre, el poder cesarista de tres colores se apropia sin recato de las operaciones electorales para asegurar la propia continuidad en el mando y para frenar o condicionar a los opositores. Al más conocido de los estilos del tianguismo partidista, se canjeó el voto de la derecha de blanco y azul en favor de las reformas energéticas (ahora motivo de jactancia en los Alpes) por la aprobación de modificaciones de índole electoral y política que son poca cosa frente a lo que la ciudadanía necesita, pero suficiente para que el PAN sostenga su discurso de presunta coautoría exitosa de algunos de los cambios polémicos que ha impulsado el PRI.
Viendo hacia el futuro, el paso adelante consiste en regresar al pasado porfirista, restableciendo las variantes del releccionismo, ahora circunscrito a presidentes municipales y legisladores, mañana tal vez extendido a gobernadores (¿hay uno solo que esté ejerciendo de manera medianamente aceptable el poder?, ¿uno que no robe, que escuche a la gente y trabaje por ella?, ¿hay un mandatario estatal que mereciera un segundo periodo?) y eventualmente coronado con la maquinación mayor, la de la Presidencia de la República disponible para seis años más.
Ese mismo partido conservador aliado con el peñismo para producir espejismos de modernidad aperturista vive una guerra intestina por el poder entre bandos movidos por los más atrasados mecanismos políticos. El jefe de un bando llama frustrados a sus adversarios y el jefe del otro compara al PAN de Madero con el PRI de Humberto Moreira, en tanto un ex secretario del Trabajo acusa de ser el payaso de las cachetadas a ese dirigente actual del partido de blanco y azul (un pariente del llamado Apóstol de la Democracia que significativamente enarbola el lema de Sufragio masivo, sí reelección).
Como en los tiempos más arcaicos (que en los calendarios reales constituyen el presente), el partido que antaño juraba fidelidad aunque fuese discursiva a la decencia y la legalidad, hoy juega al cinismo y al pragmatismo al referirse a la vergonzosa exhibición de uno de los males sembrados en el sistema electoral para degradar a los presuntos opositores, el de la corrupción institucionalizada para financiar precampañas y campañas. Panistas de élite (se ha acusado al coordinador de los diputados federales de ese partido) habrían condicionado a presidentes municipales para que les entregaran una parte de los recursos presupuestales que esos mismos legisladores consiguieran para sus correligionarios.
Esa suerte de cobro partidista de piso ha sido llamada moche, y los calderonistas que durante su esplendor sexenal practicaron fórmulas similares para financiar candidaturas ahora se lanzan contra los maderistas que prefieren asirse a tretas procesales (si no hay nadie que denuncie esos hechos formalmente, el comité nacional panista no tendría por qué entrarle al tema, es la excusa) para no ir al fondo del asunto, que es la extendida corrupción con cargo a los gobiernos propios para financiar movilizaciones y procesos electorales, práctica ésta existente en todos los partidos, en todos los niveles, en este mundillo del atraso político y democrático cuyos voceros de cúpula pretenden vender a México en el extranjero como paraíso de honestidad y legalidad, con el petróleo y los energéticos en general como mercancía a disposición de los generosos compradores que pagarán parte del costo de manera transparente y otra la dedicarán a los moches, que como dijo ayer el panista que preside el municipio de Celaya, no es problema sólo de su partido, sino del país en general. ¿Qué hora es?, preguntarían los promotores de los husos horarios extranjeros, y los usos y costumbres locales le contestarían: la que usted diga, señor, con el 10 o el 15 por ciento por fuera (de esa hora solicitada, desde luego; es decir, se habla aquí de minutos. Y de segundos).
Sí hay novedades, desde luego. Como la férrea inmovilidad militar en las inmediaciones de Apatzingán mientras se libraba durante horas una batalla cerrada entre las autodefensas, toleradas e impulsadas, y los templarios también merecedores de una solidaria porción de la comprensiva abstinencia federal. El gobierno central como árbitro contemplativo, como respetuoso observador de la manera en que civiles dirimen a disparo de cuernos de chivo sus muy particulares desavenencias. El tiempo no corre igual en las gélidas reuniones suizas que en la Tierra Caliente.
Y, mientras suenan campanadas anunciatorias de cambios en cuanto a usos y costumbres, como la sentencia de la Suprema Corte para dejar en libertad a una mujer acusada, en turbamulta, sin respeto del debido proceso de dar muerte a un recién nacido, ¡hasta mañana, con el final de la espera del paisano Édgar Tamayo!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero


No mucha gente habrá creído la intensa campaña de propaganda gubernamental en el sentido que bajarían los precios de la luz y el gas después de que se aprobara la reforma energética. Aunque ingenuos nunca faltan. La verdad es que no bajarán en los siguientes cinco años, cuando menos. Igual sucedió con la promesa de Felipe Calderón de que desaparecería la tenencia vehicular si votaban por él. Plantaron millares de carteles en toda la República. Las cosas salieron muy distintas: la mayoría de la gente no votó por Calderón, sin embargo, se trepó en la Presidencia. Se esperaba que desapareciera la tenencia en los primeros meses, empero, se tardó cinco años, y cuando lo hizo, los gobiernos estatales la siguieron cobrando como gravamen local. Según el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, pasarán cinco años antes de que bajen las tarifas. Porque primero hay que construir las plantas generadoras de electricidad. Y en cuanto al gas, los precios están vinculados a los vigentes del sur de Texas, donde la dinámica indica que en los próximos años el precio aumentará de forma moderada. Por ahí a alguien además del copete le crecerá la nariz como a Pinocho.
Agua para Nescafé
Mañana, Enrique Peña Nieto anunciará en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, los planes de inversión de las empresas Cisco, Nestlé y Pepsico. Las tres tienen presencia en México. Nestlé opera en nuestro país su planta de producción más grande a escala mundial. El año pasado invirtió mil 600 millones de pesos en la expansión de su planta de café soluble en Toluca, estado de México. Sin embargo, los productores de café no la ven con buenos ojos. El soluble, dicen, sólo contiene 50 por ciento de café; el resto son saborizantes y azúcar. También está programada la firma de un convenio con la petrolera rusa Lukoil, cuyo presidente, Vaguit Alekpérov, fue recibido el año pasado en México por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell. La firma produce 2.2 por ciento del petróleo en el mundo.

El ‘‘top 10’’ de los países favoritos
A pesar de la apertura del sector de energía, son otros los países que este año serán preferidos por los inversionistas. La violencia y la corrupción operan en contra del nuestro. Empresas de naciones como Noruega, con una fuerte reglamentación –tolerancia cero a la corrupción–, se irán despacio sabiendo que la reforma está siendo cuestionada en la Suprema Corte de Justicia. Este es el‘‘top 10’’ de los mejores para hacer negocios en este año, según la agencia Bloomberg.



Carlos Fernández-Vega
¿Qué hacer en esta República de discursos que a lo largo de los últimos 30 años ha sido permanentemente modernizada, pero que, en los hechos, lejos de mostrar mejoría empeora día a día? Gobiernos van, gobiernos vienen, y los resultados políticos, económicos y sociales son cada vez más enclenques o, en el mejor de los casos, iguales a los del antecesor, los cuales también fueron bastante malos.
Es el sistema de los patos salvajes (a cada paso una cagada), seis gobiernos al hilo, idénticos entre sí, aunque con máscaras distintas (de la renovación moral de la sociedad al México que todos queremos, sin olvidar solidaridad, bienestar para la familia, cambio y vivir mejor), cuyas cabezas visibles han sido las mismas –con unas cuantas canas y muchísimos millones en el bolsillo de diferencia y en posiciones alternantes– a lo largo de 30 años, y que, reforma tras reforma, se niegan a reconocer el desastre causado, aunque está a la vista de todos.
En esta República de discursos todo ha sido privatizado (el gobierno en primera instancia), con el pretexto de que es la única ruta posible que llevará a México al paraíso. Y en ese periodo el número de mexicanos en pobreza se ha duplicado, el crecimiento económico se ha desplomado, la corrupción se ha disparado, el poder adquisitivo se ha desmoronado, la inseguridad campea y la riqueza se concentra en unas cuantas manos, sólo por citar algunas gracias. Pero con el mismo manual e idénticas cabezas visibles mantienen la política modernizadora en aras del edén.
Si en el transcurso de esos 30 años las seis máscaras hubieran cumplido con la mitad de lo que prometieron, entonces México no tendría rival en el planeta, los mexicanos vivirían infinitamente mejor que los noruegos y entre la comunidad de naciones sería el ejemplo a seguir. El problema es que los mexicanos están rodeados de políticos y empresarios modernizadores.
Cuando las máscaras prometieron, prometen, abundante crecimiento económico, sucede lo contrario; cuando ofrecen empleos formales a manos llenas y salario remunerador, el ejército de informales crece y crece, y el ingreso decrece; cuando prometieron la democratización del capital financiero a los mexicanos entregaron una banca concentrada, voraz y depredadora: cuando modernizaron la minería entregaron un tercio de la geografía nacional para que unos cuantos barones se hincharan de dinero sin dar nada a cambio a la nación; cuando privatizaron los fertilizantes garantizaron abasto interno suficiente y excedentes de exportación, pero hoy importamos prácticamente todos los fertilizantes a precios exorbitantes.
Lo mismo sucedió con la petroquímica, el gas, las carreteras, las aerolíneas, los satélites, las siderúrgicas, los alimentos, la educación, la electricidad, la vivienda, el empleo, el poder adquisitivo, el salario, los impuestos, la seguridad, los organismos ciudadanizados, la soberanía, los derechos humanos, más lo que quede en el tintero, que no es poco. Y a partir de ahora el petróleo, el cual les costó tres décadas de trabajo, pero que al final de cuentas también modernizaron. Echen cuentas entre ofertas y resultados, entre dichos y hechos, y saquen sus conclusiones, porque según los enmascarados la reforma modernizadora encontró y amplió su curso en la sociedad y la sostienen hoy instituciones democráticas cada vez más sólidas, de las que la Constitución de la República es referente privilegiado y la pluralidad un signo reversible que fortalece y enaltece nuestra vida política (Salinas dixit).
Como se ha comentado en este espacio, entre modernización y modernización, la economía pasó de un crecimiento anual superior a 6 por ciento a otro inferior a 1.2 por ciento; el número de pobres creció de 30 a más de 60 millones; el poder adquisitivo del salario se desplomó 80 por ciento; más de 12 millones de paisanos emigraron al vecino del norte; cerca de 30 millones sobreviven en la informalidad; la mitad de lo que los mexicanos se llevan al estómago proviene de afuera, cuando antes se producía internamente; la corrupción es como la mancha voraz (arrasa y tiene todos los colores gubernamentales y partidarios, en lo federal y en lo estatal, ninguno se salva); la inseguridad campea y la violencia se exhibe por doquier, de la mano de la catrina, por citar sólo unas cuantas desgracias, que resultaron inversamente proporcionales a las promesas de los seis enmascarados.
En esta fase modernizadora, con Enrique Peña Nieto, las promesas siguen su curso: con las reformas ya planchadas, México crecería, según ellos, alrededor de 10 por ciento, es decir lo normal (alrededor de 3 por ciento, siendo generosos), más entre 1.5 y 2 puntos por la laboral; otro tanto por la de telecomunicaciones, y de 2 a 3 por la energética. Pues bien, hasta el Fondo Monetario Internacional (uno de los grandes promotores de las reformas en el país) duda que ello sea posible. Si bien va, la economía crecería 3 por ciento, con todo y reformas. No más, por mucho que el ministro del año se desgañite en abundantes números y gratas perspectivas y el inquilino de Los Pinos vaya al Foro Económico Mundial en Davos a decir lo mismo y a prometer lo mismo que sus cinco fallidos antecesores.
Pero en el discurso de unos y otros nunca falta el apotegma: hemos aplicado medidas dolorosas pero necesarias, porque vamos por el rumbo correcto, aunque más que notorio sea el desastre causado. ¿Deprimente? Más que eso, pero el silencio y la inacción lo son más. ¿Qué hacer, pues, con esta República modernizada, que a sus muy pocos benefactores ha llevado a la gloria y a sus millones de beneficiados a la mierda?
En su sexto y último Informe de gobierno Miguel de la Madrid se ufanaba de que “hicimos que fueran falsos los vaticinios de quienes, con desconocimiento de la fortaleza del pueblo de México, pronosticaban el derrumbe de las instituciones… Somos un país de instituciones sólidas con gran capacidad de adaptación al cambio… hemos efectuado una renovación eficaz”. Palabras más o menos, sus cinco sucesores repitieron, repiten, puntualmente el estribillo, mientras las instituciones no sirven para mayor cosa –menos quienes las encabezan– y los falsos vaticinios se concretaron de forma por demás contundente.
Las rebanadas del pastel
En fin: México, el edén perdido… para los mexicanos.
Twitter: @cafevega



Una de las innovaciones en materia de corrupción que irrumpieron con fuerza en la primera década del nuevo siglo es el surgimiento de una nube de firmas especializadas en gestionar recursos federales para estados, municipios e instituciones de educación superior.
Se trata de empresas de confianza de funcionarios de la Secretaría de Hacienda, que cuentan con información privilegiada sobre la disponibilidad de recursos y las respectivas reglas y requisitos para su asignación, se ponen en contacto con autoridades desesperadas por obtener recursos frescos y sin escrúpulos para aceptar el compromiso de adquirir facturas falsas para justificar el desvío de parte de los recursos hacia las cuentas de tales empresas.



Si se trata de saber qué fue primero, la música o la danza, de inmediato se presenta el dilema de la gallina o el huevo. De hecho, este tipo de cosas demuestran la profunda unión de todo en la vida. Difícil es encontrar algo que surja espontáneamente sin ser provocada por otra cosa, situación o accidente.Cada expresión artística, la música, la pintura, la danza, etc., han iniciado su existencia en este planeta por la necesidad irrefutable de la criatura humana para expresarse, comunicarse y servir a las necesidades de su existencia primaria.De este modo, el rítmico tam tam del sonido al golpear la tierra o un tronco de árbol implica en la reacción humana, la participación del cuerpo en ambas situaciones, pues se dice que los golpes rítmicos de los pies del pitecantropus erectus y el sonido de las palmas de las manos, o incipientes expresiones gu-turales conjuntas alrededor de la fogata –tal vez el festín de la buena caza–, fueron suficiente resorte o motivo para festejar la vida, el alimento; sin duda alguna un triunfo, la felicidad, y el origen del arte.


 

Damnificados de Guerrero demandan justicia
Los habitantes de Ziritzícuaro, municipio de Zirándaro, en Guerrero, pedimos su valiosa ayuda, ya que desde septiembre de 2013 estamos pasando por una situación muy delicada, viviendo prácticamente a la sombra de los árboles, debido a que abrieron las compuertas del río Balsas, el cual ahogó y derrumbó nuestras viviendas. Sumado a que las casas fueron construidas con adobe y, con la humedad y el nivel del agua, terminaron en el suelo.

El primero de enero de 1994, hace 20 años, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, Canadá y México, el cual, según uno de los firmantes, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, era una oportunidad histórica para la transformación del país, y además fórmula ideal para no llegar tarde a la cita con el nuevo siglo y para ser parte de una verdadera comunidad global, de la cual, si aprovechamos esta oportunidad se habrán de crear cientos de miles de empleos.

Ha pasado un año de que en México comenzaron a surgir las policías comunitarias y grupos de autodefensa como una forma de enfrentar la inseguridad, generada por la incapacidad de los órganos del gobierno de cumplir con su obligación de brindar seguridad a la población. El fenómeno comenzó a notarse desde noviembre de 2012, apenas unos meses después de que se decidió la elección de Presidente de la República. En varios entidades federativas, marcadamente Guerrero, Michoacán, Hidalgo, Veracruz y Oaxaca, comenzaron a mostrarse públicamente diversas policías comunitarias y grupos de autodefensa; después se supo que muchas de ellas no eran tales sino grupos formados por políticos profesionales para posicionarse frente a sus adversarios y desaparecieron. Detrás del fenómeno, se especuló, podía encontrarse el general colombiano Óscar Naranjo, ligado a grupos paramilitares en Colombia y en ese entonces asesor en materia de seguridad del presidente electo de México.

En 2011 el Banco Mundial publicó un libro titulado El camino a la excelencia académica y la construcción de universidades con investigación de clase mundial. La idea central es que las universidades privadas se pueden financiar, por lo que se refiere a la docencia, con recursos propios, entre éstos las elevadas colegiaturas que pagan sus alumnos; pero en la investigación deben intervenir los gobiernos, como ocurre en las grandes universidades privadas de Estados Unidos, pues la investigación es muy costosa y sólo los gobiernos pueden auxiliarlas con financiamiento.

Las ideas acerca de la economía –ya sea la llamada ciencia económica (“ economics”) o alguna pretendida realidad objetiva (“ economy”) como la economía mexicana– tienen poderosas funciones políticas. Es en este espacio de las ideas en el cual debe darse una parte esencial de la lucha ideológica (de clases), en el cual los movimientos sociales pueden encontrar un gran potencial, mediante el análisis y la exhibición pública de las patrañas, mitos y fraudes que se esconden en los asuntos económicos y el develamiento de los mecanismos mediante los cuales la riqueza se crea y distribuye, con escandalosa inequidad e irresponsabilidad.

No cabe duda de que la violencia tiene un lugar especial en la sociedad y en el imaginario nacional: no bien se hubieron minimizado las grandes cifras del delito para sustituirlas por discretos informes, la realidad puso de nuevo las cosas en su lugar. En Michoacán, al menos, fracasaron los planes oficiales para cercar y disminuir la expansión del delito, para reducir su carga cotidiana en la vida común de la gente. Las bandas criminales, combatidas mediante aparatosos operativos contra los cabecillas, siguieron actuando pese a la presión de las fuerzas armadas, sin abandonar sus territorios, dueñas y señoras de vida y haciendas de las comunidades. Ricos y pobres padecieron la extorsión, el derecho de pernada, la humillación inicua de un poder sin más límite que su capacidad de replicarse. Durante mucho tiempo, en vastas regiones no hubo quien (salvo otras bandas rivales) les intentara poner un freno a los llamados Caballeros templarios, nombre que, más allá del sueño trivial, arcaico, derivado de la leyenda heroica, remite al sedimento religioso que a contrapelo de toda supuesta modernidad persiste en las capas profundas del mundo rural michoacano. Decían ser los salvadores, pero los códigos de honor se convirtieron en letra muerta para agraviar más y más a la gente. Ya fueran ricos ganaderos o cortadores de limón, todos debían pagar su cuota en especie y sumisión a los todopoderosos vigilantes apostados en las corporaciones municipales o protegidos por las autoridades superiores.

La unidad de Nuestra América, propósito de Bolívar y Martí, ha experimentado significativos avances en la última década. Así lo testimonia la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac), ya a unas horas de su segunda cumbre, que tendrá lugar en La Habana del 25 al 29 de enero. La Celac es la primera organización que reúne a todos los estados de América Latina y el Caribe sin la presencia de Estados Unidos, Canadá o Europa, y ya por eso significa un paso importantísimo hacia una mayor independencia regional.

El Círculo Teatral cumple diez años de haber sido constituido por Alberto Estrella y Víctor Carpinteiro y lo festeja haciendo teatro, como es natural. En esos diez años ha tenido escenificaciones de diferentes autores, mexicanos y extranjeros –que incluyen una versión hecha por Marta Luna a Macbeth de William Shakespeare–, publicados algunos en coproducción con la editorial Esperando a Godot. La fructífera labor del Círculo combina clases de actuación con montajes escénicos, presentación de libros y otras actividades. Esto el lector lo sabe y yo solamente lo enumero para recordar lo que significa esta celebración, cuya temporada actual se realiza como homenaje a la fallecida actriz Alma Muriel que estuvo muy presente en este foro.

Me acuerdo que es sabido que hay muchísimos millones de chinos, pero al llegar a Beijing me sorprendió comprobar que China es el país que tiene más habitantes en el mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario