A los estudiantes en lucha por la democratización de la Universidad de Guadalajara
Es el título de un libro cuyo compilador es Sergio Moissen. Publicada en julio pasado por la editorial Armas de la crítica
es una obra que reúne ensayos sobre las luchas protagonizadas por la
juventud entre 2011-2013 en Argentina, Brasil, Canadá, Chile y el
Estado Español, y sobre los procesos históricos que marcaron a la
juventud mexicana, como el movimiento del 68 con la masacre de
Tlatelolco, la heroica huelga de la UNAM 1999-2000 y el movimiento
#YoSoy132. Moissen fue uno de los presos políticos del 10 de junio del
2013 y referente del movimiento #YoSoy132, y es académico de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Esta editorial nació en 2010 con la publicación de México en llamas [1910-1917] Interpretaciones marxistas de la Revolución,
entre cuyos autores están el propio Sergio Moissen, Pablo Langer
Oprinari, Adolfo Gilly, Manuel Aguilar Mora y Octavio Fernández. El
prólogo de Juventud en las calles es de Massimo Modonesi, quien
afirma que: “a diferencia de otros, este libro nace de las aguerridas
plumas de un puñado de militantes marxistas revolucionarios, cada uno
situado en algún ángulo de mundo, en una trinchera geográficamente
distinta, pero todos unidos por una misma concepción del mundo y de la
lucha necesaria para destruirlo en su forma capitalista como condición
para poder edificar su antítesis, una sociedad igualitaria… La
perspectiva militante es un prisma o un ángulo que no sólo se puede
reivindicar éticamente y políticamente sino que constituye una
legítima, válida y particularmente rica lógica de construcción del
conocimiento.” Modonesi, señala que este “conocimiento militante…
nos permite un indispensable acercamiento táctico y estratégico a un
conjunto o una serie de fenómenos y experiencias… de las luchas
estudiantiles en el actual momento del capitalismo.”
Leemos en la
Introducción: “Una nueva juventud que ha despertado con rabia contra
los aspectos más perniciosos del llamado ‘neoliberalismo’ con su cuota
de marginación, desempleo, xenofobia y explotación desplegando una
virtual rebelión juvenil que se ha extendido en los países centrales y
en la periferia capitalista… el lector encontrará ensayos sobre el
movimiento de los indignados en el Estado Español, la huelga
estudiantil en Quebec que se sostuvo durante 100 días; el imponente
movimiento estudiantil chileno y su ‘juventud sin miedo’; el imponente
proceso brasileño del movimiento Passe libre y la emergencia de
un fenómeno de politización en la juventud argentina que nutre hoy las
filas de la izquierda que se reclama del marxismo revolucionario junto
a los trabajadores. En el caso de México son cuatro ensayos y una
extensa entrevista los que recuperan las principales lecciones del
movimiento estudiantil y la juventud.”
Publicado en julio pasado
no podía aparecer ningún análisis sobre el imponente movimiento
estudiantil, juvenil y popular de protesta por el crimen de Estado en
Iguala. Los jóvenes asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa han sido
la semilla fértil del actual movimiento social más importante después
del 68. Existe un vaso comunicante de aquel movimiento que cimbró al
régimen criminal priista diazordacista con esta vasta movilización
nacional e internacional; cierto es que existen diferencias, pues aquel
estaba focalizado y coordinado, y el actual se ha desplegado por todo
el país y el mundo pero sin una coordinación de sus acciones,
especialmente en lo que respecta a la perspectiva programática
antisistémica que vaya más allá de las reivindicaciones actuales muy
legítimas. Además, no aparece la clase trabajadora, adormecida durante
décadas por el corporativismo-autoritario gubernamental con su
charrismo sindical. Pero cuando el gigante despierte el régimen
dominante temblará como nunca, más aún cuando exista una alianza
orgánica entre los obreros y los estudiantes y jóvenes conscientes y
críticos, luchando juntos por un nuevo porvenir emancipador.
¿Cuál
es la esperanza de vida digna para millones de jóvenes y estudiantes
con el actual capitalismo neoliberal y su barbarie social? México tiene
una población significativa de jóvenes. De un total de 108 millones,
según el Censo de Población y Vivienda 2010, la mitad de la población
tiene 26 años o menos. La mayoría de los políticos demagógicamente
afirma que el futuro del país está en los niños y en los jóvenes. A
Peña Nieto y a la oligarquía no le interesa nada la situación
deplorable de pobreza infantil ni los ocho millones de ninis,
jóvenes que no estudian ni trabajan. Su reciente decálogo mesiánico no
contempla ninguna política al respecto. Pero la juventud en las calles
seguirá luchando por una sociedad justa y equitativa, donde no se le
considere por el poder y el dinero como un estorbo desempleado, ni
delincuente ni objeto de represión y asesinato.
“La energía de
la juventud irrumpió en el mundo en los últimos años. Se pusieron de
pie contra los planes de austeridad, contra la antidemocracia, contra
ataques a la educación pública, en apoyo a luchas obreras contra la
represión”. Hoy lo estamos viendo. La lectura de Juventud en las calles
es imprescindible para quienes participan dentro de este movimiento
digno y combativo esperanzador por la transformación social.
El gran Peter Gabriel dedicó su reciente concierto en Italia a los 43
desaparecidos en Ayotzinapa “por haber tenido el valor de protestar
contra la corrupción y la violencia. Todavía en muchos países se
arriesga la propia vida en el intento de desafiar a los hombres del
poder. Esto es para todos los jóvenes esparcidos por el mundo que han
tenido el valor de luchar por los derechos de su propia gente” ¡Qué vivan los estudiantes! cantó nuestra Violeta Parra.
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