2/14/2015

La palabra a las víctimas de los conflictos armados.


Luz María Londoño Fernández en compañía de un niño kankuamo del Resguardo de Atanquez
Crédito de la foto: Paola Andrea Díaz Bonilla

Por Leonora Chapman | amlat@rcinet.ca

Escuche

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Acceso a la justicia de mujeres indígenas y campesinas en Colombia y Guatemala es una investigación que fue co-dirigida por Luz María Londoño Fernández, del Instituto de Estudios Regionales de la Universidad de Antioquia en Colombia, con financiamiento del CRDI, el Centro de Investigación para el Desarrollo  Internacional de Canadá. Tomaron también parte en este trabajo un grupo de investigadoras de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, de la Universidad Javeriana de Bogotá, y otro del Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP), de Guatemala.

Grupo de investigadores con Markus, del CRDI, en Atanquez © Paola Andrea Díaz Bonilla
La investigación se centró  en las estrategias y  mecanismos de acceso a la justicia de mujeres indígenas y campesinas en zonas de conflicto armado como en Colombia o de transición a una situación de posconflicto como en Guatemala.
La investigadora destaca  que los impactos del conflicto en poblaciones campesinas e indígenas son innegables y que las mujeres sufren además el flagelo de la violencia sexual. Y a eso dice, hay que agregarle el silencio, motivado por el miedo, la amenaza.

nullTendrán que pasar años en Colombia para que se conozca la magnitud del problema de la violencia sexual contra las mujeres durante el conflicto armado. Porque las mujeres quedan silenciadas por temor a la violencia, al repudio de sus comunidades y por temor a represalias de los perpetradores, dado que el conflicto no ha terminado.  Son crímenes cuya real magnitud se demora años en salir a la luz.

La importancia de los procesos organizativos

Luz María Londoño Fernández  destaca el impacto que tiene en las mujeres todo proceso de organización que las lleva finalmente a su empoderamiento.  Ella indica que las mujeres de Guatemala han tenido un acompañamiento de años tanto social como jurídico, y que son mujeres muy organizadas que han sido capaces de llevar sus casos a juicio por genocidio en Guatemala. Son mujeres que se han empoderado mucho, muy persistentes en su lucha y muy apoyadas.
Lisiana Collazos en el encuentro de mujeres en Valledupar, Colombia © Paola Andrea Díaz Bonilla
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Las mujeres de Colombia, con conflictos más recientes y con menos apoyo, están menos organizadas. Y esa falta de organización y acompañamiento fracciona mucho la lucha de las mujeres.

Los investigadores identificaron y compararon las estrategias colectivas adoptadas por las mujeres para obtener reparación por la violación de su derecho a la vida, la propiedad de la tierra, la seguridad física y la integridad psíquica y moral, y formularon recomendaciones de políticas para mejorar el acceso de esas mujeres a la justicia.
El dolor de mujeres indígenas de Guatemala ©  Paola Andrea Díaz Bonilla
Luz María Londoño Fernández recibió la Medalla de Oro al Mérito de la Mujer, de la Alcaldía de Medellín por su investigación que ha permitido a las víctimas del conflicto armado hablar sin miedo.

La palabra ha orientado nuestro trabajo investigativo. Una se da cuenta en este tipo de investigaciones que trascienden con mucho la producción de conocimiento y se vuelven unos espacios demasiado importantes para la recuperación emocional y social de las mujeres víctimas de los conflictos armados. Y esto se logra justamente a través de la palabra.

Creo profundamente que Colombia debería llenarse de centros de escuchas y de procesamiento de los dolores de la guerra.


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