Pedro Echeverría V.
1. Hoy se publicó que Miguel Ángel Osorio, Salvador Cienfuegos y Vidal Soberón, Secretarios de Gobernación, de la Defensa Nacional y de la Marina, respectivamente, arribarán hoy por la noche a esta ciudad de Mérida para presidir mañana jueves la Reunión de Seguridad Zona Sureste a la que asistirán los gobernadores de los Estados de Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Veracruz, Chiapas y Oaxaca, con Yucatán de anfitrión. Se espera también la presencia de Eugenio Ímaz, director general del CISEN y del Procurador General de la República, Jesús Murillo. ¿Por qué en Yucatán se hará la reunión si por su historia es el estado más pacífico de la República? ¿Será porque aquí no hay “peligro” de movimientos de protesta?
2. La llamada “Iniciativa Mérida” (IM), firmada por los presidentes Bush y Calderón en marzo de 2007, (en una hacienda henequenera de Yucatán) ha traído al estado mucho desprestigio. Desde que se dio a conocer la noticia se demostró que esa “iniciativa” era igual que el Plan Colombia –firmado ocho años antes en Bogotá- fue un “Plan” para reprimir y someter al pueblo colombiano, sobre todo a la guerrilla de las FARC. El Plan de aquel país, como la Iniciativa Mérida significaron el establecimiento de una fuerte alianza militar entre el ejército de los EEUU y el mexicano, así como apoyos de miles de millones de dólares para combatir la llamada delincuencia. La (IM) en vez de ser un plan educativo, cultural, económico, fue un plan militar.
3. En la reunión de mañana del hotel Hyatt en Mérida, de todos los jefes de seguridad nacional y los gobernadores de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas y Oaxaca –con la presencia de miles de componentes de las fuerzas armadas custodiando la junta- ¿se pretende otro Plan para que los estado de la región sureste impidan el crecimiento de la “delincuencia”, de las protestas, de las movilizaciones y para obligar a votar en las elecciones de junio? ¿Por qué en lugar de ello no le exigen a los gobernadores, al gobierno nacional, al gran cuerpo de seguridad que actúen con justicia social, en beneficio de las mayorías de la población para que no tengan ningún problema de pobreza, miseria y hambre en el futuro?
4. Si el presidente de la República, el secretario de Gobernación y el procurador de la República fueran honestos e inteligentes, no tendríamos 4 meses y medio sin conocer el paradero de los 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa. Al pueblo le bastaría con tenerle confianza a sus gobernantes para dejar de protestar; sin embargo, al parecer, ya nadie cree en ninguno de ellos porque han querido engañarlos. Nadie, ningún investigador argentino, comunista o anarquista –como dicen funestos funcionarios y políticos bien pagados o los medios de información, está empujándolos. ¿Olvida el gobierno que es el sistema social, los programas sexenales, los que han profundizado la miseria del pueblo desde hace muchísimas décadas?
5. Hoy que la economía mexicana está desplomándose demuéstrenle al pueblo que pueden bajarse el presidente y su gabinete, los magistrados de la Corte, el INE, los legisladores y demás, un 50 por ciento en sus salarios; que se puede obligar a los empresarios a entregar un 50 por ciento de sus ganancias anuales; que los que poseen muchas y grandes propiedades e inversiones en bancos y negocios en el extranjero pueden entregar el 50 por ciento de ellas. Con esos miles de millones se crearían millones de puestos de trabajo con buen pago, aumentaría automáticamente el salario mínimo y las pobres y miserables pensiones de jubilados. La confianza del pueblo no se puede recuperar con discursos, mucho menos con represión asesina.
6. Pero no; todo México sabe por qué se reúnen todas las fuerzas de seguridad del país más lo gobernadores, en el hotel de mayor lujo de Mérida. Sabe que el primer y único punto es: cómo acabar con los movimientos de protesta en las calles en el DF, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y algunos estados que han dado muestras de descontento; esto para responder a todos los partidos (encabezados por PRI, PAN, PRD), funcionarios, empresarios y medios de información que están exigiendo al gobierno que imponga el orden, reprima las protestas y encarcele a los líderes. Están pidiendo que se eche más combustible al fuego para que el mundo reconfirme el carácter represivo, ya muy bestial, del gobierno de México.
7. Sin embargo alguien inteligente habrá en esa reunión de jefes de fuerzas armadas. Alguien podrá repetir que: “luchar es un derecho y reprimir es un delito”. Alguien podrá conservar la decencia y la valentía para advertir que la inteligencia política siempre pone adelante el entendimiento, la conciliación antes que las amenazas y las medidas policiacas. Coño, pregunto: ¿Serán tan de “cabeza dura” para no tener capacidad de entender que se debe gobernar a favor del 80 por ciento de la población mexicana que es pobre y miserable; que los gobiernos tienen que evitar a ese tres por ciento de multimillonarios que sigan saqueando al país y obligar a los funcionarios (metiéndolos a la cárcel) para que dejen de ser corruptos? (11/II/15)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario