11/22/2015

El alma de los yihadistas es el petróleo: ¡novena potencia de la OPEP!


Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

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Los hidrocarburos son parte fundamental de la economía terrorista. La imagen corresponde al operativo realizado el miércoles pasado Saint-Denis, FranciaFoto Ap

La reciente tragedia de los rehenes en Malí, que impacta sus siete fronteras (muchas ex colonias de Francia) desestabiliza el Sahel y Noráfrica (http://goo.gl/ScBYTS) –que abastece de hidrocarburos el sur de Europa–, al unísono de los multiatentados en París/Saint-Denis, concreta el “escenario Michael Maloof (http://goo.gl/YGeVZj)” advertido hace casi tres años (http://goo.gl/zjaa8d).

El estadunidense-libanés Michael Maloof fue experto del Pentágono con el ex secretario Donald Rumsfeld, quien forjó con Dick Cheney las guerras fallidas de Afganistán e Irak.

El escenario Michel Maloof trasluce los principales hilos conductores en juego: el control de los hidrocarburos con sus oleo/gasoductos y el redireccionamiento de la agenda global,  concomitante a la inducción geopolítica en la fase de alta tensión estratégica de Estados Unidos contra la falmante asociación de Rusia y China.

Fueron tan brutales las dos confesiones, tanto de la DIA, departamento de espionaje militar foráneo del Pentágono, en su histórico documento de 2012, exhumado el 19 de mayo pasado “Occidente (sic) facilitará el ascenso del Estado Islámico (EI) para aislar al régimen  sirio (http://goo.gl/ChqqLf)”, como del teniente general Michael Flynn, anterior director de la DlA –el ascenso del EI fue una “decisión deliberada (http://goo.gl/2kk8Kn)”– que los mendaces y/o desinformativos multimedia occidentales no creyeron o ocultaron por recomendación o presión.

¿Publicita el Pentágono sus aviesos planes como instrumento disuasivo con el fin de someter a sus aliados reticentes y/o carcomer a fuego lento a sus rivales geoestratégicos pletóricos de poblaciones islámicas en sus entrañas?

Sorprende la extrema dureza del boicot y sanciones de Occidente contra Irán –que le asfixiaron antes de las creativas negociaciones del P5+1–, en comparación a la flagrante laxitud y/o permisividad que goza el EI en su irredentismo que no pudo detener la coalición de 62 países –incluido el México neoliberal itamita– que encabeza Estados Unidos desde hace un año coreográfico y en cuya fase se expandió la tinta negra de la entelequia yihadista y sus múltiples franquicias en Eurasia y África que ahora azotan a Francia y Bélgica cuando ya operaban en los Balcanes, donde fueron detectados un año después al 11/9 (http://goo.gl/TnzR4u) y (http://goo.gl/BLroh6).

Ya expuse que el EI debía ser combatido en cuatro rubros seminales que alimentan al Minotauro yihadista global (http://goo.gl/zjaa8d): 

1. Venta de armas de Occidente; 
2. venta de su petróleo a Occidente; 
3. financiamiento y blanqueo; y 
4. telecomunicaciones y redes sociales encriptadas.

Ahora abordaré el rubro transcendental de los hidrocarburos y dejo pendientes los otros tres.

En forma insólita, el EI produce un poco menos petróleo que México –2.31 millones de barriles al día (MBD)– y Venezuela (2.37 MBD), y se encontraría entre los nueve productores más grandes de la OPEP cuando su operación de venta de crudo es similar al de una compañía estatal, según Víctor Blanco Moro, de El Economista/España (http://goo.gl/9P591F).

Blanco Moro exhuma que una de las principales vías de financiación del EI consiste en la producción y venta de oro negro y estaría produciendo entre 1.5 y 2 MBD que le situaría en el noveno (¡supersic!) puesto de producción de petróleo de la OPEP y superaría la producción conjunta de Qatar, Ecuador y Libia (http://goo.gl/ApTnxf)”.

Es obvio que el EI no pertenece a la OPEP, ni sería admitida en su seno, pero la ingeniosa clasificación virtual de Blanco Moro ilustra su envergadura en la geopolítica de los hidrocarburos.

Según CBS, citado por Blanco Moro, EI capturó el último yacimiento petrolífero en manos del gobierno sirio: Yezl, al noroeste de Palmira y próximo a una región que contiene los principales campos de extracción de gas del país”.

Blanco Moro comenta que Los mercaderes (traders) aparcan sus camiones en largas colas, a la espera de llenar sus tanques, y compran el crudo en torno a 25 dólares y 30 dólares, para después venderlo a refinerías o intermediarios a precio de mercado cuyos informantes sospechan que entre los compradores de petróleo a la organización terrorista pueden encontrarse algunas multinacionales estadunidenses (¡supersic!) que operan en la región.

Según Financial Times (FT), el EI mimetiza la conducta de las petroleras estatales) cuando los yihadistas saben que el crudo es la carta triunfadora (¡supersic!) ya que en el territorio que controlan, con 10 millones de habitantes secuestrados, “todo el mundo necesita diésel: para el agua, agricultura, hospitales, oficinas y si cortan el diésel no habrá más vida en esa región (http://goo.gl/HdEVg6)”.

La vigilancia de los pozos petroleros está controlada por Amniyat, la policía secreta del EI y su principal yacimiento petrolero es Al-Omar (en Deir al-Zor).

FT aduce que el petróleo es el oro negro que financia la bandera negra cuando alimenta su maquinaria de guerra, provee electricidad y otorga a los fanáticos yihadistas una influencia crucial frente sus vecinos.

FT sustenta que el petróleo es el arma estratégica (¡supersic!) en juego para la supervivencia de la insurgencia y para financiar la ambición de crear un Califato –al unísono de sus operaciones militares y de seguridad y sus sofisticados multimedia– y está controlado centralmente por su liderazgo que se encuentra organizado en su abordaje al oro negro.

¿Llegará el EI a privatizar el petróleo y gas expoliados para beneficiar a las trasnacionales anglosajonas?

¿Cómo andarán los derivados especulativos de los petrodólares que manejan los megabancos de Wall Street (http://goo.gl/PcbVme)?

Mike Harris, editor del feroz portal estadunidense Veterans Today, indicia a las trasnacionales anglosajonas ExxonMobil y BP entre los compradores del petróleo ilegal yihadista y fustiga que “Estados Unidos tiene una política exterior de tipo bipolar (Nota: variedad de depresión mental) o esquizofrénica, donde en forma oficial condenan el terrorismo pero en forma no oficial apoyan el terrorismo (http://goo.gl/TLnKYg)”. ¡Los alcances petroleros de la industria del terrorismo yihadista global!

Ninguna sorpresa y ningún secreto: la guerra del EI tanto en Irak como en Siria es también una guerra por la posesión de sus hidrocarburos y de la travesía de cuatro proyectos de gasoductos/oleoductos a la costa del mar Mediterráneo con destino al pudiente mercado europeo: 

1. Los gasoductos/oleoductos de la región kurda-sunnita-no árabe de Kirkuk (¿a Israel?); 
2. El oleoducto/gasoducto chiíta desde Irán/Irak (en su región chiíta) conectado a Siria (la región alawita); 
3. El gasoducto sunnita de Qatar a Turquía; y 
4. El oleoducto sunnita de Arabia Saudita a Jordania y a las regiones sunnitas de Irak y Siria.

Los hidrocarburos constituyen el alma del yihadismo: si el combustible inflama su terrorismo global, la ausencia de diésel puede ocasionar su deceso.

El petróleo constituye la cuarta parte de los ingresos del EI: constituye su fortaleza, pero al mismo tiempo representa su alta vulnerabilidad derivada de su ilegalidad jurídica internacional.

Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife

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