Pedro Echeverría V.
1. La OCDE –dirigida por el mexicano Gurría, personaje célebre al
servicio de los EEUU, priísta y consejero de todos los gobiernos- no
pudo evitar que el organismo mundial que encabeza señale que el gasto
público en educación en México es bajo y que el presupuesto por alumno
aún es insuficiente –pese a que de 2000 a 2012 la inversión pasó de 4.4 a
5.2 por ciento del PIB–, pero inmediatamente, con un cinismo bárbaro la
SEP respondió que es ‘‘muy importante contextualizar que esta nota país
de la organización lleva un desfase estadístico de tres años’’. Aclara
que ‘‘su contenido, particularmente en el rubro Financiamiento de la
Educación, sólo incluye cifras hasta el año 2012’’.
2. La SEP dijo que con Peña Nieto ‘‘el gasto nacional en educación ha
crecido 8.3 por ciento en términos reales. En 2015, el gasto programado
ascendió a poco más de mil 212 millones de millones de pesos, lo que
representa un incremento de 1.2 por ciento en términos reales respecto a
2014’’. Fue resultado de una ‘‘mayor canalización de recursos’’ por
parte del gobierno federal a educación básica, superior y ciencia y
tecnología; podría ser ‘‘incluso más alto si se contabilizara, dentro de
esa clasificación de la OCDE y otras, el gasto en educación que hacen
por ejemplo las familias mexicanas, el cual, de acuerdo con la Encuesta
Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014, elaborada por el
Inegi, ya alcanza 14 por ciento de su gasto total’’.
3. Si se toma en cuenta las decenas de millones que el gobierno gasta
en enviar a más de 10 mil policías y soldados a reprimir e intimidar a
maestros para que sean evaluados en los estados donde el fuerte la
coordinadora de maestros y la contratación de más funcionarios, se
pueden abultar los gastos en educación. Pero lo peor es que desde el
gobierno panista de Fox se comenzó a incluir en el presupuesto educativo
lo que gastan los colegios particulares o privados –que con el apoyo
gubernamental- este tipo de negocios de escuelas y universidades, se han
duplicado. Si hasta los años 70 todavía había una relación de nueve
alumnos de la pública por uno de los privados, 40 años después la
relación es de seis contra cuatro. El proceso de privatización es
profundo y rápido.
4. La UNESCO pidió a todos los países, desde su fundación en 1946,
que invirtieran el 8 (ocho) del Producto Interno Bruto (PIB) a la
educación para garantizar su desarrollo; México desde entonces invirtió
cada año el cuatro, el 3.9, el 4.1; mientras tanto algunos países ricos
no solo invertían el ocho sino que llegaban al 12 o 13 por ciento. La
educación en México estuvo siempre mal pero la propaganda gubernamental
decía siempre que México estaba maravillosamente bien y su educación
mejor. Era una absoluta mentira, pero como esa aunque mala educación
llegaba a los pueblos rurales creímos siempre que íbamos bien. Pero
llegó Salinas a la Presidencia y –con grandes aplausos en TV- nos dijo
que México ya pertenecía al “Primer Mundo”. Yo le menté la madre.
5. Diez años después el presidente Fox –absolutamente ignorante en
asuntos educativos- señaló que se había superado el cuatro por ciento
del PIB y sumando la inversión en educación privada llegaba al 6.5 por
ciento. A esto si Peña Nieto y su flamante candidato presidencial
Aurelio Nuño, le suman las decenas de millones que hoy se dedican a
reparar el 100 por ciento de las escuelas por falta de agua, servicio
eléctrico, servicios sanitarios, paredes y techos, así como dinero para
reprimir las protestas y recontratar soldados y policías, pues llegará a
un siete u ocho por ciento. La realidad es que un aumento real al
presupuesto educativo es básico, pero no para insultantes salarios a
funcionarios.
6. Pero la educación no solo ha estado mal porque nunca realmente se
invirtió el ocho por ciento del PIB, sino porque el 70 por ciento de
nuestros niños acuden a la escuela con hambre y pensando en comida que
muy poco pueden proporcionarle sus padres explotados y miserables. ¿Qué
saben los funestos altos funcionarios de lo que significa llegar sin
comida, sin zapatos, sin orientación de los padres, sin útiles escolares
a la escuela? Yo, antes de tener durante casi cuarenta años alumnos
mayores, laboré cinco años en la escuela primaria rural y me di cuenta
que muchas de mis palabras, frases, temas, tomadas de los textos y mi
vida cotidiana, no eran comprendidos porque mi código de enseñanza y
lenguaje eran ajenos y que la “castellanización” era arrebatarles su
mundo.
7. Así que la SEP y su precandidato presidencial podrán tratar de
desmentir lo que quieran y poner a México promediando entre los demás
países de OCDE. Recuerdo que el secretario de educación Reyes Heroles y
su “Revolución educativa” señaló textualmente –se publicó en todos los
periódico en 1984- que “la educación en México promediaba tres años de
primaria”. Al morir éste en 1985 y ser sustituido por González Avelar
–sin que hubiese ninguna revolución y ningún cambio- se declaró que la
educación en México era de cinco años. En estos días he oído que el
nivel de la educación en México es de siete años y seguramente entre
poco escucharemos que todos los mexicanos tienen un promedio educativo
de 18 años y cuentan con licenciatura. El cinismo queriendo engañar es
brutal. (25/XI/15)
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