Antonio Gershenson
Y padecimos por años la
asociación económica de América del Norte. Ahora nos están imponiendo
la del Pacífico, con la que los campesinos mexicanos van a empeorar
todavía más con la competencia de más países libres de impuestos, entre
otras cosas. Las dos tienen su centro en Estados Unidos.
Los países de América Latina que participan son minoritarios. La
mayoría forman parte de asociaciones latinoamericanas sin Estados
Unidos. Brasil interviene, además, en el grupo de cinco países, además
de él China, India, Rusia y Sudáfrica, y en el Banco de Infraestructura e
Inversión de Asia (también conocido como Banco Asiático o por sus
iniciales en inglés, AIIB).
El AIIB casi no se menciona aquí, pero empezó su formación con 21
países asiáticos, aunque su formación oficial fue ya con casi toda Asia,
Brasil y países de Europa como Inglaterra, Alemania y Francia. Los
únicos países importantes que quedaron fuera fueron, obviamente, Estados
Unidos y Japón, que tiene bases militares estadunidenses en su
territorio, y sí está en la asociación del Pacífico, encabezada por
Estados Unidos.
Así que con esta nueva cadena no nos acercan a América Latina ni al mundo. Somos casi una colonia.
Ya hemos mencionado, especialmente el domingo pasado, el carácter
entreguista sin precedente de este gobierno. Este es un paso más.
Estados Unidos es un país de tamaño grande, aunque no de los más
grandes; los demás asociados son más chicos. El crecimiento es o débil
(2 por ciento y fracción) o de plano chico (uno por ciento o menos),
igual que Europa occidental. Pero en Asia están los países con más
población. Los cinco países con más población suman más de 3 mil
millones de habitantes, más que cualquier otro continente entero.
También en Asia y en su banco están los países con más crecimiento
económico del mundo. Los países con crecimiento de 5 por ciento o más
son, con datos del Banco Mundial para 2014:
El banco asiático empieza a ejecutar programas grandes con el año próximo. Se habla de la
Ruta de la seda, por el comercio que hubo desde el imperio chino y el imperio romano, del Pacífico a Europa, entonces hasta con camellos, pero ahora incluyendo el desarrollo de ferrocarriles, carreteras, oleoductos y gasoductos, y otra infraestructura como líneas de alta tensión de electricidad internacionales.
Es evidente hacia dónde va la economía mundial. De la misma fuente y del mismo año tomamos estos otros ritmos de crecimiento:
Ya hemos mencionado el resultado de los estudios al respecto. En mi artículo
El mundo cambia, del 8 de enero de 2012, se veía que empezaban los cambios y que Brasil acababa de rebasar a Inglaterra en el valor de la producción. Y China acababa de rebasar a Japón en el segundo lugar. Un estudio en la propia Inglaterra preveía que, para 2020, India subiría a quinto lugar y los cuatro europeos pasarían del cuarto lugar en adelante en 2011, a estar del séptimo lugar en adelante en 2020.
Un estudio del Times of India, publicado el 7 de enero de
2012, hizo la previsión, sólo para los tres primeros lugares, para 2030.
El primer lugar ya era China, el segundo, Estados Unidos, y el tercero,
India.
Por último, el ya mencionado estudio alemán que publicamos aquí el 22
de febrero pasado es para 2050, y los primeros lugares son China, luego
India, en tercer lugar Estados Unidos y luego Indonesia y Brasil. El
único europeo en la lista de 10 fue Alemania en décimo lugar, después de
Nigeria, que era el noveno. El mundo, evidentemente, cambia, y esto
tiene relación con los ritmos de crecimiento de cada país.
De modo que lo que hace Estados Unidos al ignorar al 90 y tantos por
ciento de Asia, es cerrar los ojos ante lo que viene en realidad. Sólo
le importa hacer casi colonias a los países que todavía dependen de él.
Y, claro, también los que desde aquí lo siguen ciegamente.
Deberíamos cambiar nuestra política para crecer, por lo menos como
crecimos hasta 1982. En los hechos, no en los discursos. Ya vimos aquí
que hay un buen crecimiento en otros países, lo tuvimos aquí durante
muchos años, y lo perdimos por la política económica que nos han
impuesto, y que mantiene también a otros países sin crecimiento, o casi
sin él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario