Allanamientos, destrucción de equipos e intimidación
A
dos días de que se conmemore el Día Internacional para la Eliminación
de la Violencia contra las Mujeres (25 de noviembre), arreciaron en
México las agresiones contra las periodistas, quienes son intimidadas y
cuyos domicilios han sido allanados.
Este fin de semana, al menos tres mujeres comunicadoras que trabajan en
distintas entidades del país, de diferentes medios y que cubren o
investigan distintos temas, denunciaron que fueron agredidas durante o
como consecuencia de su labor periodística.
El pasado viernes 20 de noviembre, la periodista Gloria Muñoz Ramírez,
directora de la revista electrónica Desinformémonos, acusó que su
domicilio, en el centro de esta capital, había sido allanado.
La también columnista del diario La Jornada dijo a la organización
defensora de la libertad de expresión Artículo 19 –que ya emitió un
pronunciamiento sobre el caso– que al llegar a su casa vio que sus
pertenencias estaban revueltas y que sus cajones y documentos habían
sido registrados, pero que había objetos de alto valor económico que no
fueron sustraídos.
La intrusión ilegal al domicilio de Muñoz se suma a otra que vivió hace
10 años y que pese a denunciar ante el Ministerio Público quedó impune.
También se añade el allanamiento –aún irresuelto– del pasado 8 de
septiembre al departamento de la periodista Flor Goche, reportera de
Desinformémonos.
Al respecto, Muñoz explicó a Artículo 19 que hay coincidencias en ambos
hechos, ya que ninguna de las chapas de las puertas fueron forzadas,
además de que “en los casos de mujeres revuelven las cosas de la ropa
interior, las cosas íntimas (…); esto es para dejarte más vulnerable
porque estuvieron tocando tus prendas”.
El portal de noticias Desinformémonos es un medio de comunicación
independiente y crítico del gobierno federal y de las entidades,
enfocado en los Derechos Humanos.
Entre sus principales coberturas este año está la agresión contra
periodistas, la desaparición forzada de los 43 estudiantes de
Ayotzinapa, Guerrero, y el despojo de tierras y recursos naturales en
las comunidades indígenas.
El mismo viernes 20, la periodista Anabel Hernández García denunció en
una misiva al semanario Proceso que el pasado 4 de noviembre también fue
agredida, pero que hasta el día de hoy la Fiscalía Especial para la
Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) no había
hecho nada por resolver el presunto delito.
En entrevista con Cimacnoticias, la reportera dijo que la tarde de ese
día las cámaras de seguridad de su domicilio en esta ciudad captaron
cuando un grupo de personas vestidas de civil –“con una vestimenta
impecable”, acotó Hernández– registró su hogar durante 20 minutos,
principalmente en el lugar donde resguarda sus expedientes.
Si bien los intrusos no se llevaron nada de valor, sí registraron
exhaustivamente sus cajones y luego sustrajeron una fotografía de ella
con sus hijos que estaba guardada, pero al final la dejaron en un lugar
visible y boca abajo, relató la informadora.
Anabel Hernández detalló que apenas supo los hechos, dio parte al
Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y
Periodistas –de la Secretaría de Gobernación–, y luego a la FEADLE.
Incluso aclaró que se comunicó directamente con el titular de esa
Fiscalía, Ricardo Nájera, a quien le hizo preguntas muy específicas
sobre su caso pero sin obtener respuestas.
De acuerdo con Hernández, aunque el fiscal cuenta ya con mucha
información sobre los intrusos, aún no tiene personas detenidas y no ha
tomado la declaración completa de quienes presenciaron los hechos.
A decir de la reportera, Nájera le pidió que confiara en la Fiscalía y
le dijo en un “tono de revancha” que la Procuraduría General de la
República (PGR) le va a decir una “verdad histórica” de su caso, en
alusión a las investigaciones que realiza la comunicadora sobre la
desaparición de los 43 normalistas.
Anabel Hernández abundó que ha presentado más de una denuncia formal
ante la PGR, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la FEADLE, por
las distintas agresiones a las que ha estado expuesta –al menos tres en
las que hubo personas armadas–, sin que ninguna de las agresiones haya
sido esclarecida.
La periodista, especializada en temas de corrupción, abuso de poder y
crimen organizado, ya ha sido atacada de diferentes formas en más de una
ocasión.
Actualmente, la reportera realiza una investigación que echa abajo la
presunta “verdad histórica” anunciada hace meses por el entonces titular
de la PGR, Jesús Murillo Karam, sobre la desaparición forzada de los 43
estudiantes. Además, ha publicado reportajes para desentrañar la
reciente fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera.
PERSISTE VIOLENCIA EN VERACRUZ
Este domingo 22 de noviembre también fue agredida por elementos de la
Secretaría de Seguridad Pública del estado de Veracruz, la periodista
Melissa Díaz, del Diario de Xalapa y de La Crónica de Xalapa, cuando
cubría la evaluación magisterial en la entidad.
La reportera dijo que fue rodeada por policías del estado que iban
encapuchados, quienes le arrebataron su teléfono celular que contenía
entrevistas e información de investigaciones, para luego destrozarlo en
el piso, según reportaron medios locales.
La jornada de este fin de semana en Veracruz fue violenta para las y los
periodistas que cubrieron la evaluación y la protesta magisterial, ya
que los medios de comunicación reportaron la agresión contra al menos
nueve periodistas, quienes señalaron que hubo ofensas e insultos por
parte de los uniformados contra quienes cubrieron las manifestaciones,
entre ellos la reportera de La Jornada de Veracruz, Norma Trujillo.
En esa entidad tan sólo desde que inició la administración de Javier
Duarte a la fecha ya suman 14 asesinatos de periodistas, siendo uno de
los más emblemáticos el de Regina Martínez, reportera de Proceso.
De acuerdo con el informe “Impunidad. Violencia contra Mujeres
Periodistas”, que elaboró Comunicación e Información de la Mujer
(CIMAC), de 2002 a 2014 se han registrado 252 agresiones contra
comunicadoras, y 13 de estos casos fueron feminicidio.
Hasta 2014, las entidades que más violentaban a las periodistas eran el
DF y Veracruz, donde agentes del Estado eran los principales agresores, y
los ataques más frecuentes tenían que ver con golpes, empujones o
jaloneos, seguidos de insultos o descalificaciones y amenazas.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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