"Las 12" / Página 12
La
Marcha de las Putas Buenos Aires inauguró una consejería para víctimas
de abuso sexual y violencia de género que brinda asistencia psicológica y
jurídica gratuita con perspectiva de género. Todos los domingos, en la
Asamblea de Villa Urquiza, activistas y profesionales prestan voces y
oídos respetuosos para aprender que los cuerpos no son campos de batalla
y que los propios deseos son urgencias del alma que no deberían ser
desoídas. |
La Consejería para
sobrevivientes de abuso sexual y violencia de género, de La Marcha de
las Putas Buenos Aires, se alumbró en una inauguración reciente, apenas
un mes que abraza muchas otras movilizaciones populares por más derechos
y en contra de toda discriminación. Se trata de una iniciativa
proyectada hace años, sí, pero que se va fortaleciendo cada domingo al
calor de las urgencias que imprime esta coyuntura, en que las violencias
parecen reformularse y fortalecerse para atacar direccionadas y con
saña. “La Marcha de las Putas siempre quiso que esto sea realidad”,
aclara una de sus coordinadoras, la psicóloga Antonella D´Alessio.
“Esto” a lo que se refiere es el espacio abierto, gratuito y contenedor
que funciona en la Asamblea de Villa Urquiza para brindar asistencia y
asesoramiento psicológico y legal a víctimas y sobrevivientes de
diferentes violencias de género, en particular de violencias sexuales.
“La atención está enfocada a adultxs. No quisimos dejar afuera ningún
tipo de violencias y procurar, en cambio, un lugar lleno de empatía”,
explica D´Alessio. “Son muchas las personas que ya se acercaron,
revictimizadas, culpabilizadas por algo que nunca fue su
responsabilidad, como en los casos de quienes sufrieron abuso sexual en
su infancia. Entendemos que los violentos, en su mayoría hombres,
manipulan situaciones para salirse con la suya, sino es imposible que
estos actos se sostengan con el tiempo.”
Esta vez, coinciden sus
organizadoras, lo importante será desarmar la cultura de las violencias
que toma cuerpos y vidas, para construir y rescatar los soplos de poder
que todavía anidan y parecen dormidos. Se trata de resolver lo que
sucedió o aún está sucediendo, pero también de plantarse ante sí y ante
el mundo desde una porción de tierra firme donde la sexualidad, las
decisiones y los deseos sean sinónimos realizables de poder. Que bajo el
mismo techo funcione un taller de defensa es expresión manifiesta de
todo aquello que se quiere capturar para vivir libres de acosos, traumas
y enfermedades. “Es parte de un compromiso activista político, que cada
unx debería poner en práctica todos los días desde su eje, por pequeño
que sea.”
Entre los puentes que recorre desde La Marcha de las
Putas y su labor como psicóloga en el área de género y diversidad del
Municipio de Lanús, a D´Alessio le sorprende que en todos los relatos
aparezcan las palabras puta, atorranta, zorra. “O por lo menos la idea
amenazante de que esa mujer, cuando va a trabajar o a estudiar se
encuentra con otro macho. Porque a la hora de dominar a su pareja, el
individuo utiliza ese término: te vas a encontrar con otro macho, vas a
buscar machos, ¿por qué saludas al vecino cuando me voy a trabajar? ¿Vas
a su casa porque es tu macho? Las sospechas flotan sobre las cabezas de
mujeres que hacen un esfuerzo sobrehumano para demostrar que ellas no
son así, que sólo quieren estar con esa persona, muchas veces el padre
de sus hijxs, y no sirve de nada lo que hagan porque en realidad entran
en un juego de manipulación que no termina nunca.”
Cada domingo,
en la consejería rotan una treintena de psicólogas -en su mayoría- y
psicólogos, abogadas y abogados que asisten y acompañan de modo
respetuoso para demostrar que la cotidianeidad de quienes sufren abusos o
violencias puede trazar nuevos senderos y para que no cedan más
espacios. Intentan demostrarles que no se es puta, yegua o trola, que el
vivir hacia adentro y en un sistema perverso de aislamiento no las hace
buenas mujeres o buenas niñas, o buenas parejas. “Y que al habitar el
espacio privado, sentimentalizado, terminan viviendo una vida para los
demás”. Más allá de las singularidades de cada historia que se revela,
el problema resulta siempre el mismo, remarca D’Alessio: analizar y
destrabar las violencias patriarcales sobre las personas y los efectos
que sobre ellas provocan. “Pero sin obligar a que hablen ni que
denuncien; jamás preguntamos ´qué hiciste para provocar esa reacción´”.
Es un convite a apropiarse del espacio, a que las palabras sean
confidenciales y los oídos continentes, con los fines precisos de sanar y
empoderar.
Además, porque esa impronta de calle que las vio
marchar por primera vez en agosto de 2011 continúa siendo el motor para
tejer otras redes, hoy y mañana vuelven a tomar el espacio público en
eventos sólo en apariencia diferentes: ambos están cruzados por el
latido entrañable que significa adueñarse del propio cuerpo, de las
decisiones y contra todo criterio de criminalización y control social.
Hoy a las 17, La Marcha de las Putas se sumará a la Colectiva Lohana
Berkins en la movilización de la Campaña Nacional Contra las Detenciones
Arbitrarias, desde Congreso hasta Plaza de Mayo. Mañana a las 18, junto
con Socorristas en Red y Las Casildas realizarán la charla-debate “Mi
cuerpo, mi decisión. Las violencias que atraviesa el cuerpo femenino
ante el embarazo, decida continuar o interrumpirlo” en Casa Brandon
(Luis María Drago 236).
“La violencia no es una enfermedad, se
aprende. El NiUnaMenos ayudó a que se tome conciencia real de que el
fenómeno es global y la opresión y el sometimiento de las mujeres son
históricos. No somos un útero, y aun así terminamos siendo objetos para
los demás”, concluye D´Alessio. En la movilización nacional de esta
tarde, putas y colectivas gritarán contra todo ensañamiento, para
repudiar las criminalizaciones y visibilizar protocolos no escritos que
vulneran en nombre de un orden que denigra. “Queremos que se
problematicen la criminalización de la protesta, las violencias
patriarcales, machistas y de género. Marchamos juntxs para que se hable
sin hipocresías sobre todo lo que nos estigmatiza, nos discrimina, nos
excluye, nos violenta y nos mata.”
Línea para comunicarse con la
Consejería: 153-878-2324. Domingos de 17 a 20 en Asamblea de Villa
Urquiza, avenida Triunvirato 4778. CABA. marchaputasbsas@gmail.com
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