Antonio Gershenson
La Jornada
El domingo pasado,
primero de mayo, no hubo periódico y se acumularon dos temas importantes
de Pemex: el accidente en el complejo petroquímico de Pajaritos y la
información del primer trimestre. Analizamos primero cada uno y luego
tratamos de obtener conclusiones comunes.
El gran accidente
Es clara la responsabilidad directa de Mexichem y su
dueño Antonio del Valle en el accidente de Pajaritos, con por lo menos
32 muertos e innumerables daños directos e indirectos. Pero también es
responsable la política de privatización del gobierno federal y la
dirección de Pemex. Antes de esta entrega debieron por lo menos
averiguar los accidentes que había tenido Mexichem y, en general, muchas
empresas privadas.
En este periódico, el 25 de abril, vimos el encabezado de la sección de Economía:
En Mexichem ocurren el doble de accidentes que en Pemex. Además, al recibir la planta despidió a 61 por ciento de los mil 600 trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, y también a 300 técnicos y profesionistas. Al tomar el poder, para aumentar sus utilidades, Del Valle liquidó al personal altamente calificado y dejó, en total, 733 personas.
Todos los méritos de las privatizaciones en los discursos oficiales
antinacionales caen al suelo con estos accidentes y otras fallas que se
han visto.
¿Qué le importa, como él mismo dijo, el costo de este hecho, si el
dueño del desastre tiene inversiones en alrededor de 30 países?
Lo que debe discutirse a fondo es la liquidación de la política de
privatizaciones de industrias estratégicas, y la recuperación por la
nación de esos bienes. Esta es la verdadera solución al problema.
Nada más falta que antes de aceptar esta discusión, los altos jefes
pidan permiso al norte, aunque está por verse cuál de los dos gobiernos
está más a la derecha, y hay casos en los que ha sido el de acá, como el
de las 43 víctimas de asesinato en Ayotzinapa.
Hay que ver si el dueño de la planta, con su irresponsabilidad, está
cometiendo un delito y es culpable de los daños y de las muertes.
El primer trimestre
Creo que debemos hacer de su conocimiento algunos aspectos importantes.
El número de equipos de exploración promedio en el trimestre bajó de
14 en 2015 a siete en 2016. El número de equipos de desarrollo bajó en
el mismo lapso de 68 a 34. En términos generales, a la mitad.
La producción de crudo tuvo una bajada continua de 13 por ciento
desde 2012, mostrando que el actual gobierno sigue a otros anteriores en
este aspecto, y que la producción de crudo de Pemex está en bajadas
sostenidas y, como se vio en la gráfica del artículo del 24 de abril,
crecientes.
No ha podido liquidar la excepción de litoral de Tabasco, que pese al
desastre general mantiene su crecimiento que de 2011 a 2016 fue, para
el crudo, de 284 a 364 miles de barriles diarios (22 por ciento), y para
el gas natural, de 649 a mil 19 millones de pies cúbicos diarios (36
por ciento).
Hay algo que sí crece en Pemex, y mucho, es el envío de gas
hidrocarburo (o gas del petróleo) a la atmósfera, que en el primer
trimestre pasó de 261 millones de pies cúbicos diarios en 2015, a 525
millones en 2016, más del doble. Y hay en el medio quienes dicen que la
realidad de ese envío es incluso mayor que el anunciado por Pemex. ¿Por
qué? No es sólo afán destructivo.
Es el tremendo aumento que tienen las importaciones de gas, con sus
respectivas mordidas. Las importa-ciones de gas seco, en millones de
pies cúbicos diarios también subieron de mil 203 en 2015 a mil 739 en
2016, 45 por ciento de aumento en un año. Para tener ese incremento, más
que se duplicó el derroche de gas natural.
Habíamos dicho que se preveía una baja en la producción en Estados
Unidos. Aunque no está claro el monto, es segura la reducción y ya está
subiendo el precio del crudo en ese país. Pero la producción de crudo en
México en el primer trimestre no ha subido en precio promedio, que es
el más bajo en la historia reciente, alrededor de 25 dólares por barril.
Hay que recordar que Pemex tenía antes de todo esto el área de
producción de la materia prima, petróleo y gas, y también buena parte de
la transformación, refinación y petroquímica, principalmente. Esta
última es la más lucrativa, con mucho, frente a la de producción
primaria. Y la producción de Pemex ahora es básicamente esta última, y
la más lucrativa es de empresas privadas, principalmente trasnacionales.
Finalmente, el gobierno canceló 6 mil 851 plazas en el primer
trimestre, además de la reducción de 10 mil trabajadores de la planilla
de Pemex.
Las conclusiones
Aunque los dos temas que analizamos son distintos, tienen confluencias.
La política antinacional y privatizadora es causa común de los dos
problemas. También la deshonestidad y la corrupción de los funcionarios.
Hubo, el sábado 30 de abril, en el Hotel del Prado (vecino de los de
oficinas principales de Pemex), una conferencia de un alto funcionario
de sector petrolero que quiso defender la política oficial actual en
algunos aspectos. Decía que Pemex emitía dinero benéfico para la
sociedad y defendió la economía de mercado.
Hubo, de una parte del público, respuestas tajantes: por ejemplo, que
mientras en Pemex quedaban en lo fundamental la exploración de petróleo
y gas natural y la producción de sus derivados (refinación), las
empresas privadas se quedaron con la transformación petroquímica, que
era la más lucrativa. Y que, en general, las mayores inversiones de
Pemex se iban a las empresas privadas.
El domingo primero de mayo, Día del Trabajo, la oposición en el Zócalo a esas y otras políticas oficiales fue multitudinaria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario