Las elecciones
de 2018 ya tienen jueces partidistas facciosos, designados conforme al
interés del grupo que los instaló en sus muy bien remunerados cargos. De
acuerdo con la nota de Andrea Becerril y Víctor Ballinas, publicada en
el portal internético de La Jornada,
tres fueron impulsados por el PRI, dos por el PAN y uno por el PRD, según las denuncias de David Monreal y Layda Sansores, senadores formalmente adscritos al Partido del Trabajo (pero, en la práctica, representantes de Morena).
Con esas designaciones, ajenas a criterios de imparcialidad, se
instala oportunamente el mecanismo judicial que valorará las acusaciones
relacionadas con fraudes electorales en sus diversas etapas y
circunstancias. En las dos elecciones presidenciales recientes, 2006 y
2012, las evidencias y pruebas de transgresiones a la legalidad en
materia electoral fueron desoídas por los magistrados en turno y, en
todo caso, se aceptaron las dimensiones e impactos de esas
adulteraciones a toro pasado, sin afectar el
resultadooficial, imponiendo cuando mucho recomendaciones, reproches o sanciones económicas ante hechos consumados.
Que nadie se asombre de las maniobras de estos integrantes del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación nombrados por
PRI, PAN y PRD: siete integrantes de la sala superior de ese órgano que
estarán dispuestos (obligados), en su oportunidad, a devolver el favor a
sus promotores. Tres de ellos, Mónica Aralí Soto Fregoso, Janine
Madeline Otálora y Felipe de la Mata Pizaña, podrán calificar no
solamente las elecciones federales de 2018, sino las de un sexenio
después, las de 2024, dado que fueron designados para mantenerse en
funciones nueve años.
La pinza fraudulenta se cierra impúdicamente: el Instituto Nacional
Electoral, con su complaciente administrador inmobiliario, Lorenzo
Córdova, ha mostrado abiertamente su condición burocrática propicia para
organizar y permitir procesos adulterados, y ahora los
juzgadoresde los errores o trampas que se monten han sido nombrados (sin tomar en cuenta, realmente, su preparación o capacidad, sino los acuerdos entre los coordinadores de los partidos
mayoritarios) para que a partir del mes próximo tomen las riendas de ese tribunal electoral, desde ahora inequívocamente parcial.
Con tufo a intercambio acordado en las alturas, un juez federal desechó las pretensiones jurídicas de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo,
para no ser deportado a Estados Unidos, un día después de que a México
llegó Zhenli Ye Gon, el empresario mexicano de origen chino que podría
ser utilizado por el poder mexicano para presiones y chantajes políticos
de cara a la elección presidencial de 2018. La resolución dada a
conocer por un juez de distrito de amparo en materia penal será
impugnada por los abogados del narcotraficante sinaloense, para que sea
una sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que emita la
resolución final.
Hasta ahora ha prevalecido la intención peñista de agilizar la entrega de El Chapo
a las autoridades del país vecino. Además de las decisiones judiciales
adversas a Guzmán Loera, en meses recientes se han producido actos
violentos que han vulnerado sus ámbitos antes intocados (como el poblado
La Tuna, donde siempre vivió la madre del más famoso de los jefes del
más longevo de los cárteles mexicanos; o, como la seguridad de los hijos del mencionado Joaquín, quienes fueron secuestrados durante días). Chapo por Zhenli es la fórmula cuyos resultados habrán de verse más adelante.
La indecisa postura de Donald Trump respecto del
reconocimiento de los resultados de las próximas elecciones
estadunidenses ha hecho que se equipare esa actitud con la sostenida en
procesos mexicanos por Andrés Manuel López Obrador. El punto ha sido
magnificado con claras intenciones electorales, sobre todo desde el
flanco calderonista, donde se pretende instalar la idea de que Margarita
Zavala sería una especie de Hillary mexicana, y el virtual candidato
presidencial de Morena, alguien parecido al polémico empresario
republicano.
Al respecto, el tabasqueño mandó al carajo las comparaciones. Primero tuiteó que
Salinas apoyó a Bush en campaña y Calderón a McCain, ahora juntos con Claudio X y sus achichincles, dicen que soy como Trump. No manchen, y posteriormente, en Chihuahua, según nota de Misael Zavala, advirtió que Carlos Salinas, Felipe Calderón y Miguel Ángel Osorio Chong se han reunido en casa del empresario Claudio X González para planear cómo frenar a Morena. En esas
reuniones clandestinashabrían instruido a sus
achichincles que tienen de voceros en los medios de informaciónpara que desplieguen una campaña comparándolo con Donald Trump, así que
imagínense, hoy les puse en el Twitter, como dicen los muchachos, no manchen, váyanse al carajo.
Astillas
En Morelia, Michoacán, Enrique Peña Nieto enfatizó que 2017 será
un año difícil en términos de gasto públicoy mencionó que, contra lo que algunos suponen o presumen, los gobiernos no tienen un barril sin fondo, una bolsa de donde salga el dinero que se necesita (mmm, bonita reflexión de fin de una de las fiestas en las cúpulas)…
La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó ayer el
proyecto de dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación 2017 (en
ésta se mantienen las
bolsasde recursos para que diputados
promuevanobras en sus distritos, lo que ha dado pie a los famosos moches de corrupción). Dicho proyecto fue presentado al pleno de San Lázaro ayer por la noche se aprobó en lo general…
Empleados de las juntas de conciliación y arbitraje se están
manifestando en contra de las reformas en materia laboral que conllevan
la desaparición de esos órganos…
¡Oh, ahora sí debe ponerse a temblar el gobernador con licencia de
Veracruz, Javier Duarte de Ochoa! El gobierno mexicano ha solicitado a
la Interpol que emita ficha roja y busque en 190 países al cómplice
provisionalmente en desgracia, oh.
¡Hasta el próximo lunes!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Preparaos, mexicanos incautos y
pagadores, que todo apunta a un estremecedor 2017 en lo que a precios
de combustibles se refiere. ¿Pagarían un máximo de 16.29 pesos por litro
de gasolina Premium o 15.38 pesos por uno de Magna, a pesar de que en
letras de oro quedó grabada una de las promesas mágicas del sexenio:
con la reforma energética bajarán los preciosde dichos productos (EPN y Videgaray dixit)?
Días atrás el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, aseguró que
no hay ni explicita ni implícitamente, ni escondidos, ni a la vista, ni de ninguna forma, manera o modo, impuestos nuevos, ni incrementos en los impuestos existentes, y entre los gravámenes por él citados se cuenta el especial sobre producción y servicios (IEPS,
que habrá de mantenerse fijo, según dijo) aplicable, entre otros, al precio de los combustibles (casi 50 por ciento del precio al consumidor).
Pues bien, si nada de eso sucederá (Meade dixit), entonces
¿qué hará la Secretaría de Hacienda para que en 2017 la recaudación por
IEPS a gasolinas y diésel se incremente en 75 mil millones de pesos, es
decir, un aumento de 36 por ciento respecto a la captación de 2016 por
el mismo concepto?
¿Cómo? Para los tecnócratas de Hacienda la ecuación se resuelve fácil: en un escenario de
liberación de preciossimple y sencillamente aumentarán (con la venía de los levanta dedos de San Lázaro) la
banda de valores mínimos y máximosal consumidor. En 2016 este factor
topefue de 3 por ciento (para arriba o para abajo, aunque en septiembre pasado alcanzaron el mayor nivel), y para 2017 lo
ajustaránde acuerdo con sus requerimientos, con lo que dicha
bandapodría fluctuar entre 4 y 10 por ciento.
Con ese criterio, si Hacienda y el Congreso aprueban ampliar a 4 por ciento la
bandade precios, el consumidor pagaría el litro de Magna a 14.54 pesos, el de Premium a 15.40 pesos y el diésel a 15.22 pesos, un aumento de 1.12, 1.18 y 1.17 pesos, respectivamente, en comparación con el cierre de 2016.
Ahora que si la ampliación es a 10 por ciento, la Magna se expendería
a 15.38, pesos, la Premium a 16.29 y el diésel a 16.09 pesos, una
diferencia de 1.40, 1.48 y 1.46 pesos por litro, respectivamente, contra
lo pagado el último día de 2016. Para 2017 la estimación de los
empresarios del ramo apunta hacia una
bandade entre 8 y 9 por ciento, contra el 3 por ciento del presente año.
Todas las cifras y cálculos citados los aporta la Asociación Mexicana
de Empresarios Gasolineros (Amegas), organismo que advierte sobre la
inexistencia de condiciones para una
competencia efectiva que generalice la liberación de los precios en gasolinas y diésel en 2017, debido a la imposibilidad de que las empresas trasnacionales puedan ofrecer sus petrolíferos a corto plazo; no existen terminales de almacenamiento ni poliductos propiedad de terceros que permitan una real competencia de precios y calidad de las gasolinas.
Otro problema es el de logística, pues se registra un rezago de 10 mil pipas o auto-tanques
que agilicen el mercado interno de las gasolinas en nuestro país, y que no ha sido posible resolver para que Pemex acepte sus permisos de transporte. No hay inversión si no hay certeza jurídica. Factor de peso también es el transporte por vías férreas, con muy limitada presencia en la mayoría de estados de la República e insuficientes carros-tanque que abaraten costos de transporte de petrolíferos, gasolinas y diésel. La competencia se da con diferentes marcas de gasolinas, precios y calidades; no puede haberla si sólo se vende gasolina Pemex-Magna, Pemex-Premium y Pemex-diésel.
La Amegas señala que “además hay que considerar el
impredecible impacto que tiene el precio de barril al alza, que se
refleja en mayores costos de compra o de referencia en 70 por ciento de
los combustibles importados. A ello se suma el diferencial en la
cotización de tipo de cambio del dólar, hoy en 19.10 pesos. Otro factor
es la recaudación vía cuota del IEPS, que en octubre tiene un rezago en
la gasolina Magna de un peso con 20 centavos por litro y que se cobrará
completa la cuota de 4.16 pesos por litro de IEPS a partir de 2017. En
la gasolina Premium el rezago no cobrado es por 1.28 pesos por litro. El
costo de referencia o de compra en importaciones ha sido impactado por
estos dos factores, y en datos de la memoria de cálculo de los precios
máximos al público –publicados en Diario Oficial de la Federación
por la SHCP– la gasolina Magna en marzo de 2016 se compró en 4.78 pesos
el litro y en octubre se compra en 6.84 pesos, lo que representa 2.06
pesos más por litro, que provocó ajustar con subsidio o estímulos
fiscales negativos para no rebasar el precio tope fijado por el Congreso
para 2016”. La factura, pues, se pasará en 2017 a los consumidores
mexicanos.
La Amegas detalla que en la compra de gasolina importada, en marzo
pasado la Premium tuvo un costo de 5.60 pesos por litro y en octubre
actual, con datos de la SHCP, de 7.41 pesos,
reflejando un aumento al precio directo de las gasolinas de 1.81 pesos por litro, que se sumó al subsidio ya precisado. En igual periodo la importación de diésel registra un diferencial de 1.75 pesos por litro, que de igual forma motivó subsidio con cuotas complementarias y estímulos fiscales en negativo.
En el prólogo a Teoría de las necesidades en Marx (TNM, Península, Barcelona, 1978), de Agnes Heller (AH), Pierre Rovati (PR) advierte que “se trata de material de trabajo todavía no elaborado por completo, ni siquiera lingüísticamente”. Esta advertencia me parece central: mi ejemplar de TNM tiene muchas anotaciones al margen que dicen
no entiendo. Además de mis limitaciones, parece haber dos razones más de mis dificultades de comprensión: el carácter semielaborado de la obra y las dificultades de cualquier traducción. Algunos pasajes no se entienden y otros muestran titubeos de la autora. En algunos casos, para tratar de clarificar qué quiso decir AH, acudí a la traducción al inglés: The Theory of Need in Marx, Allison & Busby, Londres, 1976. A pesar de lo ya citado, PR piensa, con lo cual coincido, que TNM es
a la vez un material rico en sugerencias y en auténticos descubrimientos. AH se sitúa, comenta PR, en
un marxismo no escolástico, pues lee a Marx desde una nueva perspectiva, desde la pregunta “¿qué son y qué papel juegan las necesidades (N) radicales?” Es una lectura “motivada por la exigencia de ir más allá de Marx, de enriquecerlo, advertir sus desigualdades, sus dificultades o incluso sus impedimentos históricos, interrogándolo a partir de las urgencias prácticas y teóricas del presente (p.14).
TNM está conformado por cinco capítulos que versan sobre:
observaciones al concepto marxiano de necesidad(N); el
concepto filosófico de Ny de la
alienación de las N; el “concepto de necesidad social’; las
necesidades radicales; y, finalmente, el
sistema de N y la sociedad de los productores asociados. En el primero, AH señala con agudeza que “Marx acostumbra a definir mediante el concepto de N, pero no define nunca el concepto de N y ni siquiera describe qué debe entenderse con tal término” (p.21). Sostiene que el concepto de N ocupa un lugar central en el pensamiento de Marx, para lo cual muestra que los tres puntos en los cuales Marx resume su originalidad respecto de la economía política clásica (venta de fuerza de trabajo y no de trabajo; elaboración de la categoría general de plusvalía y su demostración; descubrimiento del significado del concepto valor de uso) están construidos sobre el concepto de N.
No por manoseado deja
de tener vigencia el recurso político de ventilar en los medios de
comunicación los problemas inherentes a los cargos públicos. Seguramente
no deja de tener efectividad.
Por ello los funcionarios prefieren menospreciar los recursos legales
y utilizan este procedimiento que nada resuelve, pero quienes lo
practican creen que los cubre de una aureola de santidad, en tanto que
el exhibido es el representante del demonio, y ello influye en el ánimo
público.
Así, el secretario de Finanzas del gobierno del estado, Héctor Apreza
Patrón, declaró que el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero desvió más de
5 mil millones de pesos sólo durante 2013, y el faltante con que
terminó su administración asciende a 18 mil millones de pesos.
Si bien desviar no significa precisamente apoderarse, sustraer o
embolsarse algo para beneficio personal, el conglomerado percibe en el
ex gobernador un político corrupto que saqueó las arcas del erario
estatal.
El cine ha sido pródigo con el
Nobel de Literatura de este año, aunque no siempre para gloria del
compositor e intérprete. En primer lugar figura Don’t Look Back,
documental que en 1966 dirigió D. A. Pennebaker, en el que muestra la
gira que Bob Dylan realizó un año antes por Reino Unido. El exigente
crítico del New York Times lo definió como
una mirada a la vida privada de los artistasque en ese momento emergían en el mundo de la música.
Le sigue en 1978 la película Renaldo and Clara, que
protagonizó con su entonces esposa Sara. La sepultó la crítica. Queda
como un documento sobre parte de su carrera y sus conciertos en varias
ciudades. Mucha mejor suerte tuvo en 2005 No Direction Home, de
Martin Scorsese, que cuenta la vida del compositor y cantante durante
los cinco años que separan su irrupción en las cafeterías del Greenwich
Village neoyorquino de la gira de 1966 por Inglaterra, la cual marcó su
consagración definitiva.
Dylan no merece el Premio Nobel de Literatura, espetó el New York Times el viernes pasado, a través de Anna North, tras la decisión de la Academia Sueca de otorgar dicha presea al más importante cantautor folk estadunidense de la segunda mitad del siglo XX. El texto argumentaba que aunque Robert Allen Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan, es un fabuloso músico con cientos de premios en su ámbito, no es un escritor, por lo cual no debía llevarse el galardón:
Es perder la oportunidad de premiar a un verdadero escritor, y de paso fomentar la lectura, en un momento en que cada vez menos gente se acerca a los libros. Palabras similares inundaron la discusión global en torno a lo justo o no del premio.
Tras rumores de que el de Minnesota lo habría rechazado o que lo
donaría a la causa palestina (surgidos porque tardó una semana en
hacerse el entendido), Dylan aceptó ayer al fin en su página oficial ser receptor del mismo.
Tras una negociación con
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Comisión de
Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó los dictámenes de la Ley de
Ingresos de la Federación 2017. El acuerdo incluye la creación de una
bolsa adicional de 51 mil millones 380 millones de pesos, de los cuales
10 mil millones tienen el propósito de garantizar los recursos del ramo
23, que dotará a cada legislador con 20 millones de pesos para
destinarlos a obras de infraestructura en sus respectivos distritos.
Voracidad inmobiliaria
En Iztapalapa, al igual que en
todas las colonias de nuestra sufrida CDMX, la voracidad inmobiliaria
hace de las suyas, ya que a hurtadillas (mátalas callando) se dispone a
construir una unidad habitacional en un terreno enclavado en el pueblo
de Mexicaltzingo, en la esquina que forman las calles Jorge Enciso y
Fresno, sin que le importen las grandes carencias de agua y el
hacinamiento que ya padecemos, y sin que los vecinos sepamos si ha
habido un estudio sobre el impacto ambiental que la obra traerá. Ojalá
las autoridades delegacionales tomen cartas en el asunto y eviten la
construcción, que sólo aumentará los graves problemas que ya afrontamos.
Antes de que
podamos hablar del establecimiento de una política científica congruente
con el deseo de hacer que México se desarrolle como una nación que
pueda elegir su propio destino y, por tanto, ser realmente
independiente, necesitamos ver las causas por las cuales esto último
está lejos de darse. En primer lugar, México dedica a investigación
entre 0.4 y 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB). Si tomamos
en cuenta que Estados Unidos gasta 2.5 y Japón 2.1, y que además el PIB
de esos países es mucho más alto, las diferencias son aún más marcadas.
De hecho, México es una de las naciones en el mundo que menos dinero
dedican a la investigación científica. Ahora bien, dentro de ese poco
dinero que aquí se dedica a la ciencia, 95 por ciento proviene del
sector púbico. O sea, que prácticamente no hay aportación de la
iniciativa privada (IP), siendo que en países como Alemania, Estados
Unidos y Japón cerca de 50 por ciento de los fondos provienen de ese
sector.
Máscara. Un
día, durante su exilio en París, Walter Benjamin (1892-1940) se compra
una máscara antigás. Puesta en la mesa de su pequeña habitación, le
parece
una desconcertante réplica de cráneos que decoraban celdas de monjes estudiosos; cuando deja la ciudad tratando de huir de Francia se la lleva consigo (H. Eiland y M. Jennings, W. Benjamin: a critical life, 2014, p. 657). La Primera Guerra Mundial de manera inédita puso los avances tecnológicos al servicio de la muerte (tanques, aviones, gases venenosos). Según Peter Sloterdijk, el primer ataque con gas (Ypres, 22/4/1915) marca el nacimiento no sólo de
atmo-[sfero]-terrorismo, sino del siglo XX y de la modernidad como tal, que en su esencia era “un ataque a lo que antes ‘fue dado’” [en este caso, el aire] ( Terror from the air, 2009, p. 10). Todo esto deja una profunda –y ambigua– huella; ningún otro objeto que la máscara antigás representa mejor esta mezcla de temor y fascinación. En los 20 y 30 se da por sentado que el próximo conflicto se decidirá mediante masivos bombardeos aéreos de ciudades con gases. La guerra química –véase el drama Los últimos días de la humanidad (1922), del gran escritor vienés Karl Kraus (1874-1936)– domina la literatura de Weimar y Austria. Benjamin, gran admirador de Kraus, también está fascinado (y aterrado) con
nuevos armamentosque influyen su pensar sobre la tecnología, que no es
neutral, sino enraizada en la política y en las relaciones de producción, y tiene que ser liberada del poder de la industria. La disyuntiva según él es: “socialismo o ‘la última guerra’”. La que sigue –al contrario de los pronósticos– termina sin el uso de gas (aunque sí de la bomba atómica), al menos no del modo que se anticipaba.
Para México es
imprescindible reconstruir su cancillería. Está obligado a inspirarse
en la que encabezó don Manuel Tello Baurraud, secretario de Relaciones
Exteriores entre 1948 y 1952, y de 1958 a 1964. Fue una de las más
profesionales. En el periodo intermedio, de 1952 a 1958, don Manuel fue
embajador de México ante la Casa Blanca. Su sabiduría sobre la relación
bilateral permitió gestionar con admirable altura difíciles episodios de
nuestra política exterior, como fue el periodo posterior a la Segunda
Guerra Mundial, ante la paranoia anticomunista de Estados Unidos (EU)
vertida en el Tratado de Río de Janeiro.
La propuesta
zapatista y del Congreso Nacional Indígena (CNI) de postular a una
indígena para la Presidencia de la República desató (como era de
esperarse y como seguramente lo previeron sus autores) una avalancha de
reacciones apasionadamente críticas o elogiosas, según la postura de
cada quien. Sin afirmar de ninguna manera que el análisis ha estado
totalmente ausente en esas reacciones, se puede decir, sin embargo, que
la prisa por calificar o descalificar, ya sea a los zapatistas, ya sea a
sus críticos, ha tenido prioridad sobre el análisis racional y sereno.
Unos buenos amigos y compañeros de lucha en Chiapas comenzaron por
defender apasionadamente la propuesta del EZLN-CNI y acabaron confesando
que en realidad no entendían por qué la figura de una candidatura
presidencial, cuando tanto se ha criticado el proceso electoral y cuando
lo que se busca es la organización y no la Presidencia. Es
indispensable invertir ese orden: hay que dejar atrás la obsesión de
estar en pro o en contra y atender primero la necesidad de entender.
La filósofa española
María Zambrano revela que su formación transitó entre claridad,
transparencia, reflexión, de José Ortega y Gasset y oscuridad de Zubiri.
Quizá por esto y por la experiencia del exilio, sumados a un talento y
sensibilidad excepcionales, se convirtió en la escritora de luz y
sombra.
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