En una conferencia de prensa, antes de hablar ante más de 500
estudiantes concentrados en la Biblioteca Vasconcelos de esta ciudad,
reiteró que los políticos deben vivir como la mayoría del pueblo y no
como vive la minoría privilegiada. “Y los salarios –de los políticos–
deben ser más o menos como los tiene el conjunto de la gente y nada eso
que gana que es un disparate”, añadió, sin mencionar al gobierno de
Enrique Peña Nieto, de quién no quiso hablar porque no beneficia a
México, pero sí daña a su país, Uruguay, aclaró.
“Y
al que no le guste que no se meta en la política. ¿Por qué? Porque la
política no es una profesión, ser chofer puede ser una profesión,
jugador de futbol puede ser una profesión, hasta médico. La política es
una necesidad antropológica de las sociedades humanas, y tiene como
función más que nada servir a la sociedad. Es por eso una pasión de
carácter creador de la lucha por la suerte de los demás. Es un honor que
a uno lo elijan para una función política. Tendría que pagar uno lo
que le paguen. Ahora si quiere mucho la riqueza y esto que lo otro, vaya
al comercio, a la industria, vaya a la agricultura y pague impuestos. Y
que gane toda la plata que quiera y le aplaudimos. Pero en la política
hay que vivir en los niveles de la clase media baja, ahí nomás, a media
tripa, hablando claro para que me entiendan”, señaló.
Junto con los periodistas Andrés Daza y Ernesto Tulbovitz, a quienes
acompañó a promocionar su libro “Una oveja negra al poder. Pepe Mujica,
la política de la gente”-, señaló que el defecto de la política actual
es no cuidar la salud de los partidos políticos y por eso la gente ya no
cree en la política ni en los políticos. “Y eso es no tener
esperanza”, subrayó.
“¿Por qué? Porque la función esencial de la política es hacer que la
sociedad pueda convivir. Los hombres precisamos sociedad, no somos
felinos, no podemos vivir como el jaguar en soledad. Necesitamos núcleos
humanos, dependemos del mecánico, del cardiólogo, del que te arranque
las muelas, del que te remiende las tripas, del que te arregle el auto,
del carpintero, del herrero. Precisamos todo eso que nos rodea, si nos
falta eso no podemos vivir”, indicó el expresidente que pasó más de
trece años en la cárcel (1972-1985) por su militancia política. Fue
guerrillero.
Esa es la herencia de las generaciones pasadas que nos permiten ahora
tener 40 años más de vida de lo que tenía el hombre hace 150 años. “Hay
que darle valor a la sociedad, a esa herencia”. Ese es el papel de la
política, dijo, pero hay que cuidar su capital no sólo de los partidos
que a él le gustan, sino de todos los partidos políticos, añadió, quien
después de dejar las armas fue diputado y senador, ministro de
Agricultura, Ganadería y Pesca.
“Y si no están conformes con los partidos organícense y funden otro y
sean rigurosos desde el punto de vista ético. En un partido, los
compañeros, los iguales son los que saben en lo que anda uno, son los
que pueden pegar el grito antes de que uno ‘meta la pata’. Son el
control colectivo. Y es fundamental esta cuestión porque la
inteligencia, la formación técnica se puede alquilar, en eso hay hombres
profesionales, pero el alma no se puede alquilar. Se puede conseguir el
técnico eficiente que se contrata, pero la madera de la gente no se
puede contratar, hay que saberla elegir”, destacó el líder del
Movimiento de Participación Popular, el sector mayoritario del Frente
Amplio de Uruguay.
En ese sentido, el expresidente Mujica pidió a quienes tienen
esperanza en el destino del hombre que luchen por tener partidos
políticos exigentes, muy rigurosos desde el punto de vista ético porque
para votar sirven todas las personas, pero para la nomenclatura no
sirven todos.
Política machista
Respecto a las mujeres en el poder o dedicadas a la política, el
uruguayo fue puntual cuando señaló que todas las sociedades son bastante
machistas, pero poco a poco van cediendo pero por imposición, no por
convicción, en el sentido de que las mujeres están tendiendo a terminar
las carreras profesionales en las que se embarcan y los hombres, en la
mayoría, van quedándose en el camino.
“Más claro: Los hombres se tardan más en terminar la carrera y el
mundo profesional va quedando más, en muchísimas profesiones, a cargo de
las mujeres. Esto va a ser, me parece, un proceso bastante inevitable,
está pasando en todas partes, y fíjense en las matrículas universitarias
y en lo que está pasando en mi país es aterrador. El Poder Judicial, en
pocos años, va a ser totalmente femenino y cuestiones por el estilo”,
añadió.
Para responder por qué está sucediendo este fenómeno en la política,
lanzó una contundente frase: “Yo no soy partidario de regalarle nada a
las mujeres, porque eso las denigra. En algunos países hacen como un
reparto por cuotas –de partido– y esto y lo otro, pero eso lleva a que
como no la puedes llenar –la cuota— la llenas con cualquier cosa y
cualquier cosa no prestigia a la mujer y la mujer que asume un cargo
tiene que ser brillante, porque es la manera de defender el género ante
los ojos públicos”, apuntó.
Dijo que no se trata de ganar por imponer, sino por convencer a una
sociedad. Finalmente los hombres han manejado tan mal a sus gobiernos,
pero que las mujeres gobiernen peor “no puede ser, no puede ser y de
pronto tenemos suerte”, indicó.
Respecto a la corrupción, consideró que es una enfermedad más grave
de lo que parece, pero el problema sustantivo está dentro de la
política. “Hablamos del que se corrompe, no hablamos del corrompedor,
del sistema empresarial con su economía emergente como si fueran
angelitos. La enfermedad es mucho más grande de lo que parece, pero yo
creo que hay un problema sustantivo que arranca en lo que es la
política, si ustedes no cuidan los partidos políticos y en los partidos
se han lesionado y sacamos para afuera, y cuando digo para fuera no es a
los que votan sino a la nomenclatura, los que asumen responsabilidad,
si no sacamos a la gente que le gusta mucho la plata para que vaya a
hacer otra cosa, estamos fritos”.
En cuanto al tema de los derechos humanos, Mujica aceptó que los
gobiernos tienen una deuda muy grande con los derechos humanos con los
periodistas y con los derechos humanos “de los pobres condenados en el
reparto que no llegan a la categoría de ninguna prensa en el mundo y
que están por ahí.
“La lucha por la justicia humana es larga y no creo que tenga
solución rápida, depende de la capacidad que podamos tener de generar
sociedades y culturas más libres y más respetuosas. Yo no soy liberal,
soy libertario, pero fui gobierno. Me dieron ‘palo’, puf , nunca llame a
ningún periódico para que dejaran sin trabajo a tal periodista o para
que me hicieran algo. ¿Sabes qué me dije? Si me dan ‘palo’, yo también y
mala suerte. Pero hay gente que cree que se arreglan estas cosas
persiguiendo gente y no, pero esa cultura abierta es de gente con el
alma verdaderamente fuerte y el alma de los que tienen mucha plata
rápida suele no ser fuerte”.
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