CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*
Dice Marcela Lagarde que sin el conocimiento de nuestro linaje femenino
somos huérfanas y creemos que siempre empezamos el camino. Entonces hoy
es un buen día para honrar a otras. Celebramos que un 17 de octubre se
reconociera nuestro derecho a votar.
Y tenemos mucho que agradecer a mujeres de otros tiempos y otros
espacios, y también a mujeres de nuestro tiempo y espacio. Porque sin la
decidida acción de algunas mujeres del siglo XVIII, hoy no estaríamos
aquí.
Sin la capacidad de organización de las sufragistas norteamericanas y británicas del siglo XIX, hoy no estaríamos aquí.
Sin las sufragistas mexicanas que fundaron revistas, escribieron
artículos, tomaron las calles, cabildearon con los hombres del poder
dentro y fuera del país, hoy no estaríamos aquí.
Sin la osadía de las zacatecanas que pidieron ciudadanía en 1821 o de
Rafaela Varela que juntó cientos de firmas para enviarlas a Porfirio
Díaz en 1890, hoy no estaríamos aquí.
Sin Laureana Wright, Juana Gutiérrez, Elisa Acuña, Elvia Carrillo
Puerto, Hermila Galindo, Elena Torres, Adelina Zendejas, Esther Chapa,
Soledad Orozco, Margarita Robles, Amalia Castillo, María Lavalle,
Margarita García Flores, entre muchas otras, hoy no estaríamos aquí.
Sin las mujeres que se manifestaron en el Zócalo o a las puertas del
Congreso y soportaron que les tiraran cáscaras de sandía, huevos
podridos mientras pedían el voto, hoy no estaríamos aquí.
Y ¿dónde es aquí?
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que ya no vamos por el voto, sino por la mitad del poder.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que hemos hecho alianzas las
feministas y las que no se asumen feministas; las que tienen claros los
derechos de las mujeres, sin importar la ideología de su partido; las
que no militamos en ningún partido. La historia de nuestro país no había
registrado algo similar desde la década de 1930.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en que hemos encontrado aliados demócratas y caminamos juntos.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que mujeres de distintos
partidos políticos se unieron para llevar un juicio que terminó con la
sentencia 12624 del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación; y con ello dieron un giro de 180 grados a la historia de
nuestra democracia.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que mujeres en cargos clave,
unidas a mujeres de la sociedad civil organizada, consiguieron que en
nuestra Constitución quedara asentada la obligatoriedad de Paridad; la
más importante reforma en materia de derechos políticos de las mujeres
de los últimos 60 años.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que comenzamos a hablar de la
dimensión vertical y horizontal de la paridad. Y en el que nacieron tres
jurisprudencias maravillosas que nos cobijan.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que hemos nombrado y conceptualizado la violencia política contra las mujeres.
“Aquí”, en fin, es el tiempo y el espacio en el que hablamos,
escribimos, argumentamos, nos organizamos para construir paridad en
todos los espacios de poder y toma de decisiones, convencidas de que,
como afirma Amelia Valcárcel, “El objetivo de todas las democracias es
la paridad y es un objetivo irrenunciable”.
No hemos terminado. Sigue acabar de poner los cimientos para transitar a
la paridad efectiva. Y sigue continuar construyendo la igualdad
sustantiva.
Pero, por hoy, honremos a las ancestras; agradezcamos a las que caminan
entre nosotras; y reconozcamos nuestros propios esfuerzos. Esta vez,
¡hay mucho que celebrar!
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com
*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de periodistas con visión de género.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Cecilia Lavalle*
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario