Antonio Malacara
Desde hace varios años
José Fernández es socio de Assurance Services, una de las más
importantes firmas de contabilidad en el mundo, y gracias a ello (y a su
intenso ritmo de trabajo) ha logrado hacerse del tiempo y del ánimo
necesarios (tiempo justo y excelente ánimo) para promover el jazz
nacional en sus diferentes niveles.
Apasionado heredero de la bohemia y la buena música, en junio de 2009 se integró al equipo de producción de Live Jazz,
que se transmitía los domingos de 22 a 24 horas. por MVS Radio. “Fue
muy curioso –comentó el maestro Fernández–. Llegué ahí porque yo iba a
todos los conciertos de NY at MX que organizaba Carlos Mercado en el
Lunario y en Anthropology. Después el baterista Jaime Ortega me presentó
con Carlos, nos hicemos amigos y un día me invitó al programa de radio
para llevar la música que me gustara”.
Y así, con una buena dotación de discos de Miles Davis y Mike Stern, José comenzó sus labores en Live Jazz,
donde se mantuvo hasta agosto de 2012 haciendo mancuerna con Octavio
Echávarri –Mercado había emigrado por falta de tiempo–, cuando el
programa salió del aire.
Para entonces, José Fernández navegaba ya en las más profundas aguas
de nuestro jazz, produciendo discos de grupos como
Blanch:Cupich:Nandayapa y Onda Road, y trabajando en los últimos
detalles para abrir un nuevo club de jazz en Av. Patriotismo, The Jazz
Base, que se inauguró en octubre de ese mismo 2012.
Un denominador común en aquellos discos era, además de la evidente
calidad de los músicos, la solidez de sus propuestas. “Me presentaban
maquetas ya muy armadas –continúa Fernández –, y como los músicos que se
acercaban ya sabían que aquí no íbamos a producir cualquier cosa, era
muy bueno y muy emocionante poder participar en esas propuestas”.
Simultáneamente, y a sabiendas de que las fuentes de trabajo eran
(son) prioridad en la construcción de este movimiento musical, se empezó
a aterrizar el viejo anhelo de un club de jazz: “The Jazz Base fue una
buena coincidencia, porque cayó una lanita extra ahí en el despacho, y
estaba en pláticas con mi amigo Carlos Soto, que también tenía un
excedente por ahí y le dije: ‘Pues vamos a hacerlo’ Y lo hicimos.
Era el gusto por la música, claro, pero era también un poquito por la aburrición del trabajo diario y necesitábamos buscar algo diferente. Coincidió que teníamos esos excedentes por ahí y le dije a Carlos que lo que hacía falta era un club de jazz. Yo iba mucho al Blue Monk y al Convite, pero uno más no iba a estar nada mal.
A la pregunta de si siempre había escuchado jazz responde: “Mi
papá tocaba la guitarra, boleros y esas cosas, y se amanecía con sus
amigos tocando y cantando, y los hermanos de mi mamá escuchaban mucho a
Chicago, Led Zeppelin. A todo eso estuve expuesto desde muy chiquito, y
siempre me gustó… me dejaba algo. Era más bien ese rock lo que
escuchaba, porque el jazz ya me llegó un poco después, escuchando Jazz
FM, todavía muy chavito”.
Y cuando llegó el jazz, lo hizo con enorme fuerza. “Yo me volví
fuertemente jazzófilo gracias a los conciertos que traía Carlos Mercado
al Lunario, porque así ya lo podías experimentar de cerca, ahí a un lado
de los músicos, y decías ‘Espérame, ¡qué es eso!”
En junio de 2014, cuando el Jazz Base empezaba a calentarse y a
convertirse en un lugar de referencia, el club se ve obligado a cerrar
de golpe.
Fueron problemas del local que rentábamos, que ya traía muchas irregularidades, y al final nos fueron a cortar la luz, nos fueron a cortar el agua, aunque el dueño nos había dicho que ya todo estaba resuelto.
Después de tomar un pequeño respiro, en abril de 2015 José regresa a
las andadas (ya sin socio) y abre The Jazz Place en la explanada de
Galerías Plaza (Circuito Interior esquina Marina Nacional), con la misma
propuesta de propuestas alternativas. “Este lugar está jalando un poco
mejor. A dos años de existencia, ya tenemos gente asidua, que sabe que
aquí va a encontrar música de primer nivel.
Siempre buscamos que los grupos que lleguen aquí traigan un proyecto serio, que no sea un grupo de hotel o de fiestas. Buscamos propuestas originales, o incluso estándares, pero que traigan una buena interpretación, una buena improvisación. Algo realmente sólido.
Junto con The Jazz Place, José Fernández ha seguido produciendo
discos de gente tan importante como Remi Álvarez, Jorge Fernández,
Ingrid Beaujean, Daniel Wong, Diego Franco, Adrián Oropeza y un largo
etcétera por delante. Una ruta de vida dedicada al jazz. Salud.
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