Construcción de alianzas para avances de temas
En
medio del proceso de democratización en México y la celebración de la
IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China, en 1995, las
organizaciones feministas mexicanas aprovecharon la coyuntura
internacional para impulsar la adopción de una agenda política de
género.
De este proceso en Beijing nació la primera agenda nacional de género
en el país llamada “Agenda de las mujeres para las elecciones de 1997”,
realizada por la Asamblea Nacional de las Mujeres para la Transición a
la Democracia, conformada en 1996 por organizaciones civiles y
legisladoras feministas que destacaba 4 puntos:
1) la partición activa de las mujeres en la reforma de Estado;
2) la
aplicación de los Convenios, Acuerdos y Pactos Internacionales signados
por México en políticas públicas a favor de las mujeres;
3) el
fortalecimiento del Programa Nacional de la Mujer (creado en la
presidencia de Ernesto Zedillo) y
4) adoptar medidas para eliminar la
brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.
La agenda fue signada por 26 organizaciones civiles entre las que se
encontraban: la Asociación de Mujeres para la Defensa de los Derechos
Civiles, Balance, Ciudadanas en Movimiento por la Democracia, Grupo de
Información en Reproducción Elegida y el Grupo Interdisciplinario sobre
Mujeres, Trabajo y Pobreza.
Sin embargo para que las demandas de las mujeres fueran plasmadas en
la política pública se necesitaba que las mujeres estuvieran en puestos
de decisión. De ahí que la Asamblea Nacional de Mujeres promovió la
Campaña “Si la mujer no está, la democracia no va” para presionar a
líderes de los partidos políticos para que no postularan más de 70 por
ciento de candidatos varones a puestos de elección popular.
En 1998 se conformó el primer espacio de interlocución para debatir
una agenda política de género desde la administración legislativa. Se
concretó en marzo el Parlamento de Mujeres de México (PMM), participaron
mil 600 mujeres, entre legisladoras federales, estatales, académicas y
representantes de organizaciones civiles.
Se leyeron 211 ponencias que abarcaron y profundizaron en temas para
las mujeres como la educación, seguridad social, trabajo, participación
política y salud con el objetivo de trabajar en una agenda que ampliara
el marco jurídico en el reconocimiento de los Derechos Humanos (DH) de
las mujeres.
De este Parlamento se desprendieron reformas legislativas sustantivas
para el beneficio de las mujeres, tales como la instauración de
comisiones de Equidad de Género en los Congresos estatales, la
estipulación en los Códigos penales de la violencia familiar, el
hostigamiento sexual y protección a víctimas de delitos sexuales.
PACTOS ENTRE ORGANIZACIONES Y PARTIDOS
En años posteriores las organizaciones de mujeres mantuvieron la
construcción de alianzas entre los partidos políticos para el avance de
una agenda de género. En las elecciones del 2000 impulsaron que las
candidatas políticas refrendaran su compromiso para trabajar en una
política enfocada en los derechos de la población femenina a través de
la firma de pactos.
Como lo documentó Cimacnoticias, en junio de ese año más de 100
organizaciones no gubernamentales lograron convocar a 400 candidatas de
partidos políticos, con excepción del PAN, para firmar el “Pacto entre
Mujeres: hacia una agenda legislativa y de gobierno por la equidad”.
Éste contenía 13 compromisos a defender -si las favorecían los votos
populares- fincados en la defensa de los derechos sexuales y
reproductivos; del trabajo, en la promoción de una vida libre de
violencia y no discriminación; en participación política; un presupuesto
público e institucionalización del enfoque de género; en defensa de un
Estado laido y el cumplimiento de los compromisos internacionales
signados por México.
Algunas de las agrupaciones convocantes fueron Mujeres y Punto,
Mujeres en Lucha por la Democracia, Ciudadanas en Lucha y DIVERSA,
organizaciones nacidas en los años noventa y fundamentales en vigilar,
promover y negociar con partidos políticos para ganar espacios de
representación popular para las mujeres.
Al ganar el panista Vicente Fox la presidencia en el 2000, las
organizaciones mantendrían el dedo en el reglón para obtener una agenda
de género. En septiembre del 2000 se llevó acabo el Congreso Nacional de
Mujeres –acudieron mil 300 mujeres de todo el país entre legisladoras,
organizaciones y académicas- “para impulsar la agenda feminista y el
movimiento amplio de mujeres frente a los tres poderes de gobierno”.
El encuentro tuvo como resultado la “Agenda del Congreso Nacional de
Mujeres: hacia la reforma del Estado con equidad de género”, sin
embargo en los resolutivos se desecharía un tema fundamental dentro de
la agenda feminista: el aborto, debido a que las militantes panistas y
su afín, la Asociación Nacional Cívica Femenina, se manifestaron en
contra.
Estas diferencias entre las organizaciones feministas forjadoras de
la agenda de género y grupos conservadores, continuarían en los
siguientes años a tal punto que la interrupción legal del embarazo
continúa siendo un tema de debate de la agenda para las mujeres.
Para este periodo electoral se presenta una nueva oportunidad para
que quienes aspiran a cargos de elección popular, coloquen de nuevo una
agenda de género con los temas pendientes y que miren las necesidades
reales del 52 por ciento de la población.
CIMACFoto: Rosario Nieto
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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