Ocupados en repartirse las candidaturas
y planear la estrategia de la coalición Por México al Frente, los
dirigentes del PAN, PRD y MC no han salido a defender a su candidato
presidencial de los insistentes señalamientos de corrupción. Y pueden
ser éstos, las alianzas cuestionables con personajes de negro historial y
expriistas corruptos, así como las advertencias de que “lo deslumbra el
dinero”, los principales lastres de Ricardo Anaya en esta campaña
presidencial, en la que además comenzó en desventaja.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Pese a contar con una estructura de
dirigentes de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución
Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), quienes conforman una
“mesa política” donde se diseña la estrategia de la coalición y que está
en “sesión permanente” desde 2017, el candidato presidencial Ricardo
Anaya ha enfrentado solo los escándalos de corrupción por su riqueza.
Mientras Anaya se defiende de señalamientos sobre sus turbias
maniobras financieras, como la fundación sin fines de lucro que creó y
que derivó en un millonario negocio documentado por Proceso –“lo
deslumbra el dinero”, declaró el panista Javier Corral en 2015–, los
partidos de la coalición Por México al Frente trabajan en la “mesa
política” sus candidaturas, sumando incluso a priistas vinculados con
actos de corrupción.
Se trata de un elenco de jerarcas de los tres partidos políticos
aliados, a los que ya se sumó la asociación Ahora, de Emilio Álvarez
Icaza, que representa el núcleo que negoció la alianza, las siglas de
las candidaturas y que se reúne periódicamente para discutir la
estrategia política y resolver conflictos
.Este grupo lo integran Damián Zepeda, Manuel Granados y Dante
Delgado, dirigentes de PAN, PRD y MC, además del estratega electoral
panista Santiago Creel. También los jefes de corrientes perredistas
Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Héctor Bautista y Héctor Serrano, así como
los emecistas Alejandro Chanona y Cuauhtémoc Velasco.
Aunque cada partido ha definido a los candidatos que les corresponden
conforme a sus mecanismos, estos dirigentes, a los que suele sumarse
Anaya y aun el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera –impugnado
candidato del PAN a senador–, también revisan la conveniencia de
postulaciones.
“La mesa está instalada en sesión permanente desde el año pasado y
seguirá en sesión permanente. Ahí se trata todo este tipo de problemas,
si les podemos llamar de esa manera, y los solucionamos”, reveló Creel a
Proceso en enero.
–¿Esta mesa se va a transformar en el “cuarto de guerra” en la campaña?
–No, los cuartos de guerra son distintos. Es una mesa política, en
donde sí vemos estrategia general, pero de ninguna manera estamos viendo
el día a día de la campaña.
Creel es el presidente de la Comisión Nacional de Elecciones del PAN,
pero también el principal consejero de Anaya, a quien suele acompañar a
las principales reuniones, sean con aliados políticos de la coalición o
factores de poder, como prominentes empresarios.
–¿Va a ser usted el coordinador de la campaña de Anaya?
–No… lo sé.
Secretario de Gobernación en el gobierno de Vicente Fox y dos veces
frustrado aspirante presidencial, Creel es viejo amigo y aliado del
panista Diego Fernández de Cevallos, en quien Anaya tiene a su principal
promotor.
Fernández de Cevallos, tenaz detractor de Andrés Manuel López
Obrador, candidato presidencial de Morena y los partidos del Trabajo
(PT) y Encuentro Social (PES), es visto como un activo para Anaya, como
afirma Jesús Ortega, dirigente de la corriente perredista Nueva
Izquierda.
“Que se disponga a reforzar a un partido en el marco del frente me
parece algo significativo y relevante, no sólo para reforzar la
candidatura de Anaya como panista, sino para reforzar el frente”,
destaca Ortega, quien describe a Fernández de Cevallos como un personaje
con virtudes y defectos, aciertos y errores.
–¿Le abona al frente y a la candidatura de Anaya?
–Yo creo que sí. Y lo digo antes de que Andrés Manuel lo perdone,
porque le ha lanzado redes a todo mundo. A lo mejor a Diego ya se la
lanzó en corto y ya no tarda en lanzársela públicamente, porque si ya le
lanzó un piropo a Carlos Salinas, no es de extrañar que ya le haya
lanzado a Diego.
“No lo digo con ironía –aclara–, lo digo con toda seriedad: López
Obrador está actuando con un pragmatismo que pocos conocían, que algunos
sí conocíamos y que ahora se está develando. ¿Cuáles son entonces los
principios de López Obrador? Diego con sus virtudes, sus aciertos, sus
errores, sus éxitos, puede contribuir a que, efectivamente, el frente
salga adelante”.
Pepena de priistas
Pero la alianza PAN-PRD-MC también es harto pragmática: no sólo los
grupos que tienen el control de los partidos han capturado todas las
candidaturas, sobre todo las plurinominales –intercambiándose posiciones
a discreción–, sino recogiendo, como Morena, a priistas que no lograron
una posición en su partido.
Seis días después de que renunció al PRI por no haber sido designado
candidato a senador, Antonio Astiazarán, jefe de la oficina de la
Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), fue reclutado por la alianza
PAN-PRD-MC para ser su candidato a senador por Sonora.
Esta alianza también reclutó como candidatos a senadores a los
priistas Luis Octavio Murat Macías, primo del gobernador de Oaxaca,
Alejandro Murat, y sobrino de José Murat, y a Manuel García Corpus,
secretario de Gobierno del Ulises Ruiz.
Como parte de esta pepena, la alianza PAN-PRD-MC perfila como
candidato a alcalde de Benito Juárez-Cancún, el municipio más importante
de Quintana Roo, al principal operador político y financiero del
exgobernador priista Roberto Borge, José Luis Chanito Toledo, quien
avaló como diputado local el saqueo del erario estatal que tiene a aquél
en la cárcel.
La candidatura de Chanito Toledo no sólo derrumba el discurso
anticorrupción de la alianza PAN-PRD, que en 2916 hizo ganar al
expriista Carlos Joaquín González, sino que ya amenaza con una ruptura
en la misma, advierte el perredista Emiliano Ramos Hernández, aspirante a
ser abanderado.
“Postular un personaje de esa naturaleza sería el acabose de la
alternancia en Quintana Roo. Los ciudadanos fueron a votar por desplazar
a ese grupo político al cual pertenece Chanito”, dice a Proceso el
diputado, quien como presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso
local investigó y denunció el saqueo que llevó a Borge a la cárcel.
Pero además, afirma Ramos Hernández, la postulación de quien fue el
“delfín” de Borge dejaría sin argumentos al candidato presidencial
Ricardo Anaya, quien el 21 de enero condenó en Cancún que sus
adversarios López Obrador y José Antonio Meade respalden a borgistas.
“Anaya denunció que Morena en Quintana Roo postula a personajes del
borgismo, lo cual es cierto, pero Toledo es el más borgista de todos.
Era el delfín de Borge, el que le iba a cuidar las espaldas, como lo
hizo como diputado. Sería una contradicción. Más aún: yo no veo a Anaya
regresando a Quintana Roo para hablar de Borge y llevando como candidato
a Cancún al alfil de Borge”.
En efecto, en su visita a Cancún Anaya criticó que Meade se haya
hecho acompañar del secretario de Gobierno de Borge, Gabriel Mendicuti,
quien un día después fue arrestado por estar vinculado a un desvío de
recursos por más de 500 millones de pesos, y lo mismo criticó a López
Obrador por el actual dirigente de Morena en el estado, José Luis Pech
Várguez, y Marybel Villegas Canché, aspirante a senadora.
“Es increíble a dónde se están yendo todos los más cercanos a Roberto
Borge. ¿A qué partido se fueron José Luis Pech, Marybel Villegas, todos
los corruptos que estaban con Borge, dónde están ahora? Están en
Morena, allá andan acompañando a López Obrador y dice él que es un
hombre valiente. ¿Ustedes creen que un hombre honesto se puede estar
rodeando de la gente más corrupta, que era la gente más cercana a
Roberto Borge? Esa es la incongruencia de los políticos”, dijo Anaya.
Pero ahora, dice en entrevista el expresidente estatal del PRD en
Quintana Roo, la candidatura de Chanito Toledo sería una incongruencia
de Anaya y de la alianza, sobre todo cuando se ha emprendido una lucha
contra la corrupción que tiene en la cárcel a Borge, Mendicuti y
Mauricio Góngora, el excandidato priista a gobernador.
“Si ponen a Chanito es mi ruptura con el proyecto de gobierno y
obviamente con mi partido”, advierte Ramos, quien documentó los desvíos
de Borge, pero también la complicidad de Toledo, que sigue manteniendo
nexos con el exgobernador preso.
Toledo fue presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso local y
como tal no sólo aprobó las cuentas públicas de los ejercicios 2012 y
2013, pese a el saqueo, sino que aprobó el endeudamiento público del
gobierno de Borge por 14 mil 727 millones de pesos y de los municipios
por mil 263 millones.
No sólo eso: también avaló las pérdidas por más de 800 millones de
pesos de la empresa VIP Servicios Aéreos Ejecutivos, S.A de C.V., por
las que ya se han presentado denuncias penales.
“Mi trabajo como presidente de la Comisión de Hacienda ha permitido
acreditar el desvío de recursos por parte de este grupo político al que
Chanito pertenece”, puntualiza el perredista, quien advierte que es
falso que Toledo haya roto con Borge.
“Él rompe con Borge en la transición, no antes. Él rompe cuando ya
había ganado Carlos Joaquín. Y eso de la ruptura es un decir, porque no
es una ruptura pública. Dice que se distanció de él, pero, claro, ya
había perdido Borge.”
La corrupción
Concluida la precampaña, los jerarcas de la alianza PAN-PRD-MC están
en vías de definir la estructura de campaña de Anaya en las áreas
jurídica, electoral, comunicación social y política, así como la
logística y de promoción y cuidado del voto.
Pese a que Anaya y sus allegados alegan que va en ascenso, no está
satisfecho con sus estrategas de campaña, el consultor Roberto Trad
Hasbun, y Jorge Buendía, a quien el diario El Universal decidió ya no
publicar sus encuestas.
Al respecto, Creel asegura que la precampaña dejó resultados
positivos y que está consolidado en el segundo lugar, dejando muy atrás a
Meade: “Sin hablar de números, es clara la posición del candidato Anaya
en un segundo lugar, acercándose ya al primer lugar de la contienda.
Estamos muy muy cerca ya”.
A su vez, el perredista Ortega coincide y advierte que, en una
contienda de dos, gana Anaya: “La polarización se va a dar entre el
Frente y López Obrador, y en ese escenario va a haber un voto útil.”
En este contexto Anaya ha sido sometido a críticas de los propios
panistas por avasallar con el control que tiene del PAN y capturar todas
las candidaturas para sus allegados y aliados, como los
ultraderechistas de El Yunque, que encabezan Marco Antonio Adame y
Cecilia Romero.
También le han estallado escándalos de corrupción, que Anaya atribuye
al PRI, pero los señalamientos han sido también de panistas, como el
actual gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien contendió con él
por la presidencia del PAN en 2015 y fue aplastado por el dinero que
usó.
“Lo deslumbra el dinero”, declaró Corral al reportero sobre Anaya, a
quien acusó de tener una “ambición desmedida y una trabajada capacidad
de simulación”, así como de ser inescrupuloso: “Recicla muy rápido sus
lealtades” (Proceso 2025).
–¿Pero puede ganar en 2018?
–No, es muy difícil, porque hay mucho trabajo que habría que hacer y
porque nadie da lo que no tiene. El tema fundamental en 2018 va a ser
una batalla frontal contra la corrupción política y ahí se necesita
estar muy armado de credenciales propias.
Y aseguró que Anaya está embarrado en corrupción, como cuando usó 21
millones de pesos de la diputación del PAN para su campaña por la
presidencia de ese partido, un desfalco que arregló con Manlio Fabio
Beltrones, diputado del PRI.
“Este desfalco de 21 millones de pesos lo arregló Anaya a través de
Damián Zepeda”, acusó Corral, al referirse a quien fue secretario
general y actual presidente del PAN. “Zepeda gestionó con Beltrones una
partida adicional de 30 millones de pesos de la Cámara de Diputados para
cuadrar las cuentas del grupo parlamentario. No solamente fueron los 21
del desfalco, sino nueve más”.
Corral, ahora aliado de Anaya, agregó: “Este tipo de conductas son
las que comete Anaya. No de ahora, ¿eh? Conocí en esta campaña un poco
más de Ricardo y me cuentan en Querétaro que al muchacho lo deslumbra el
dinero. Y ahí es donde está un gran problema”.
Anaya ha guardado silencio sobre este particular y esta reputación hace pensar a muchos en el PAN que puede perder la elección.
Un integrante de la “mesa política”, que no quiso ser identificado,
afirma que si Anaya pierde la presidencia la alianza sigue: “Está
explícito que, si no es una coalición ganadora, será una gran fuerza
opositora”.
Este reportaje se publicó el 25 de febrero de 2018 en la edición 2156 de la revista Proceso.
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