Los retrocesos que vienen: las mujeres como madres y esposas
Cd. de México, 27 feb. 18. AmecoPress/SemMéxico,.- El
17 de octubre de 1953, después de décadas de insistencia del movimiento
feminista y de mujeres, se publicó en el Diario Oficial el nuevo texto
del Artículo 34 Constitucional que reconocía a las mujeres como
ciudadanas.
A partir de esa fecha todas las mexicanas podríamos votar,
pero también ser votadas. En este 2018 por primera vez en la historia se
elegirán más de tres mil cargos de representación popular bajo el
principio de paridad.
Pero la inclusión de las mujeres a los espacios de poder no se trata
solo de números 50 % y 50 % y es que no solo para México es un reto la
incorporación de mujeres a espacio de poder.
En el mundo las mujeres son subrepresentadas y su incorporación a la
toma de decisiones tiene en los países más adelantados 150 años, contra
los milenios de dominación masculina en todos los rincones del mundo.
Por ello no sorprende que las campañas políticas de mujeres en México
2018 sean abordadas de manera conservadora y estereotipada.
Este fenómeno es lo que conocemos como sociedades formalmente
igualitarias sin igualdad real, como escribía una chica en Twitter
refiriéndose al futbol: “Antes no nos dejaban jugar, ahora jugamos, pero
no nos pasan el balón” y justo eso es lo que ahora pasa en la política y
si no me creen vean las imágenes donde los ungidos presidenciables se
encuentran rodeados principalmente por hombres y entre ellos unas
cuantas mujeres salen en la foto.
En las siguientes semanas las campañas políticas serán más fuertes y
visibles y podremos ver más sesgos de género en la puesta en marcha de
las campañas. Hoy ya es notorio que la campaña de Alejandra Barrales
candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México es apostar
por exaltar su maternidad, elemento que no tiene nada que ver con la
política, pero que para sus consultores en marketing es un rasgo que
debe ser llevado a la arenga. Un error en una ciudad donde las mujeres
ya no quieren seguir siendo vistas solo en el rol estereotipado de
madres.
Otro juego que se hace desde las campañas políticas es usar a las
esposas de los presidenciables para conectar con la gente, pero
nuevamente se hace esto desde el estereotipo de buenas esposas como es
el caso de Juana Cuevas (pareja del aspirante por el PRI) quien es tan
sencilla que va ella misma al super o la pareja de Obrador –Beatriz
Gutiérrez Müller- que es tan inteligente que será la primera dama que
tendrá doctorado pero que nunca ha sido una sombra para su esposo.
En las siguientes semanas compartiré más reflexiones sobre las
campañas políticas y la imagen de las mujeres en ellas, porque es claro
que para el marketing las mujeres somos objetos al servicio de otros,
pero este modelo no podrá ser sostenido la sociedad ya ha evolucionado y
lo mismo tendrá que hacer el marketing político para proyectar la
fuerza de las mujeres y su llegada a la política.
Foto: SenMéxico. Beatriz Gutiérrez Müller, pareja de Obrador.
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