Por: HERNÁN GÓMEZ BRUERA
Una de las notas más valiosas de este gabinete es que México podría tener el primer gabinete paritario de su historia
Los medios han puesto escasa atención al gabinete que anunció AMLO, donde se exhibe una estrategia clara por presentar caras nuevas, la mayor parte de las cuales tienen poco que ver con la política tradicional. Una de las notas más valiosas de este gabinete es que México podría tener el primer gabinete paritario de su historia. Las ocho mujeres de este equipo no estarían en posiciones marginales. No les han ofrecido las típicas carteras (turismo, cocina o corte y confección): se han ubicado en algunas de las posiciones de poder más importantes. Aquí cinco ejemplos:
1. Con AMLO, México tendría a su primera mujer en la secretaria de Gobernación. La elección de Olga Sánchez Cordero, ex ministra de la Suprema Corte, es una buena noticia (aunque algunos atrasados todavía crean que una mujer no puede ocupar una cartera como esa). Su elección es importante porque delinea un compromiso con la agenda de libertades y derechos humanos, frente a la cual en ocasiones AMLO ha parecido alejado. Sánchez Cordero ha sido una firme defensora de los derechos humanos y de las mujeres, y dio un apoyo contundente al matrimonio igualitario en la Corte. Su llegada a Segob permitiría impulsar una agenda más ambiciosa para combatir la discriminación.
2. En Economía, AMLO eligió a Graciela Márquez, una destacada académica del Colmex que no ha ocupado cargos públicos. Para Márquez, uno de los mayores problemas de la economía mexicana es la falta de una política industrial, que el país abandonó desde hace al menos tres décadas, y se plantea adoptar como un tema central. El objetivo no es otorgar subsidios generalizados, pero si apoyar estratégicamente al sector exportador, a las pymes y a proyectos capaces de generar empleo. Además, Graciela está ideando una estrategia para atender desafíos como la diversificación de nuestro comercio exterior y —un tema poco común en AMLO— la creciente robotización.
3. En el mundo del trabajo, López Obrador eligió a Luisa María Alcalde, un cuadro de Morena, ex legisladora, muy activa entre grupos juveniles. Alcalde busca promover una agenda centrada en las juventudes y el problema que enfrentan para acceder a empleos de calidad. Trabaja en el diseño de un programa que otorgará una beca de 3 mil 600 pesos mensuales a 2 millones 600 mil jóvenes (los mal llamados ninis) para que laboren como aprendices en empresas y tengan un primer empleo. Otra de sus prioridades es la recuperación del salario mínimo. Aunque todavía no hay acuerdo sobre cantidades, la primera versión del proyecto de nación de Morena plantea incrementarlo en un 15% anual, para así duplicar su valor real en seis años.
4. En el ámbito de la cultura, también hay una apuesta a la juventud. AMLO eligió a Alejandra Frausto, quien estuvo al frente del Instituto Guerrerense de Cultura, donde promovió un proyecto ingenioso y creativo de inserción social a través de orquestas con niños y adolescentes —previamente ensayado en Venezuela y Colombia—, para evitar que caigan en manos de la delincuencia organizada. Ese mismo proyecto fue más tarde impulsado a nivel federal, cuando ocupó la Dirección de Culturas Populares del CONACULTA. Frausto busca promover este y otros proyectos comunitarios como parte de una estrategia para democratizar el acceso a la cultura.
5. En la secretaría de Desarrollo Social AMLO se ha inclinado por Maria Luisa Albores, caracterizada por su trabajo territorial y comunitario en una exitosa cooperativa en la sierra nororiental de Puebla: Tosepan Titaniske. Su elección busca dar a los programas sociales un enfoque menos asistencial y más productivo, promover la pequeña agricultura, estimular formas de economía solidaria e impulsar la participación ciudadana. Otro de sus planes es traer a esta secretaría los temas indígenas que hoy están bajo el control de Gobernación, para darles una visión de desarrollo social.
Continuará.
Investigador del Instituto Mora.
@hernangomezb
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