En el país, afirma, el fundamentalismo religioso impera en la política
Milena
Argenta es defensora de Derechos Humanos de las mujeres de Brasilia y
trabaja en Centro Feminista de Estudos e Assessoria (Cfemea), en Brasil.
Ella participó en la “Misión de Solidaridad El Abrazo”, organizada por
defensoras que del 20 al 25 de enero visitaron Honduras para
intercambiar estrategias de lucha.
A propósito de esa visita, Cimacnoticias la entrevistó sobre la
situación del movimiento feminista en Brasil después de la toma de
posesión del ultraderechista Jair Bolsonaro como presidente del país, el
1 de enero 2019, y sobre los avances en la investigación del crimen
contra la política y defensora Marielle Franco, asesinada el 14 de marzo
de 2018.
Sonia Gerth (SG): ¿Trabajas con defensoras en Brasil?
Milena Argenta (MA): Si. Trabajamos con defensoras, con protección
principalmente, con autocuidado y cuidado de mujeres defensoras de los
derechos de las mujeres y derechos territoriales.
SG: ¿En la región de Brasilia o en todo el país?
MA: En todo el país. Cfemea tiene 30 años de existencia. Al principio
estuvimos en el proceso de democratización de Brasil después de la
dictadura militar y trabajamos mucho con incidencia política para
implementar los derechos de las mujeres conquistadas después de la
dictadura militar. Con la constitución de 1988. Trabajamos durante
muchos años con eso, incidencia, elaboración de leyes de derechos de las
mujeres, políticas públicas. Escribimos una de las leyes más
importantes para las mujeres en Brasil, que se llama “Ley María da
Penha” junto con otras organizaciones feministas y de mujeres.
SG: ¿De qué se trata esa ley?
MA: Es una ley que criminaliza (sanciona) la violencia doméstica. La
violencia en las familias, contra las mujeres y criminaliza
principalmente los hombres que ejercen violencia contra sus parejas, sus
compañeras. En los últimos años, la política en Brasil cambió mucho.
Hay una fuerte influencia del fundamentalismo religioso en el parlamento
brasileño. Y el diálogo con el parlamento y la presidencia ha sido
mucho más difícil.
“Entonces, ahora concentramos nuestro trabajo en la sociedad,
especialmente los movimientos de mujeres. Estamos menos dedicadas a la
incidencia en el parlamento, más con las mujeres activistas en los
territorios, en las comunidades, las organizaciones feministas, para
fortalecer la resistencia. Porque hoy vivimos un momento de pérdida de
derechos. Entonces tenemos que estar fortalecidas para resistir, más que
avanzar porque no nos dejan avanzar”.
SG: Ustedes comenzaron este año con mucho miedo por lo que hará
Bolsonaro este año y n los años que vienen ¿Me podrías contar un poco
sobre esta situación?
MA: Si. Estamos con mucho miedo porque Bolsonaro ha hecho muchas
amenazas a las mujeres, a la gente gay, a la gente que resiste en los
territorios, la gente que no tiene tierra. Él dijo que va acabar con
todos los activismos, todas las formas de resistencia en Brasil.
Entonces, no sabemos cómo va ser este año. Muchas cosas han pasado desde
que empezó el nuevo gobierno, hubo ataques a comunidades rurales,
indígenas, negras, ataques muy violentos, muertes, y muchas denuncias de
corrupción. Hay un intento descarado de criminalización de movimientos
sociales.
“La primera medida del nuevo gobierno fue el 2 de enero, (cuando)
cambia la ley para que el Gobierno federal tenga el poder de fiscalizar y
controlar la actuación de las organizaciones no gubernamentales
internacionales en Brasil. Por eso tenemos miedo y necesitamos apoyo,
fortalecer las redes de apoyo de las mujeres, de los movimientos
sociales en este momento”.
SG: Antes de las elecciones vimos grandes movilizaciones, sobre todo
de las mujeres, parece que las mujeres ya sabían qué iba a venir con la
llegada de Bolsonaro. ¿Eso también fortalece, tener este movimiento
masivo?
MA: Si, por cierto, el movimiento de mujeres en Brasil desde hace
mucho tiempo habla de lo que está pasando. La influencia de los
fundamentalistas religiosos en la política. La ocupación de los espacios
políticos por las iglesias, los discursos conservadores contra los
derechos de las mujeres. Y hubo algunas movilizaciones antes, en 2013
tuvimos muchas mujeres en las calles, denunciando la violencia sexual.
Las mujeres salieron a las calles para denunciar a un diputado que era
muy corrupto y que era una amenaza a los derechos sexuales reproductivos
de las mujeres. Se llamaba Eduardo Cunha.
“Salimos a las calles, y después él fue a la prisión. Eduardo Cunha
cayó. Ese momento fue muy fuerte para el movimiento feminista brasileño y
lo llamamos “Primavera feminista”. Después, las mujeres siguieron
movilizadas. Siempre en las calles, siempre denunciando y, por ejemplo,
antes de las elecciones, hicimos este movimiento de resistencia para
denunciar la amenaza que Bolsonaro representa para los derechos de las
mujeres, de los trabajadores, de la gente que lucha.
“Fue una de las movilizaciones más grandes en Brasil. Que iniciamos
nosotras, las mujeres, pero mucha gente fue. Y pienso que las mujeres
hoy en Brasil somos las voces más fuertes de la resistencia. Los
partidos políticos tradicionales están en crisis. El Partido de los
Trabajadores (PT) está muy mal visto en la sociedad, ha sido difamado y
la política institucional tradicional está en un momento muy malo. Y la
fuerza feminista, la fuerza revolucionaria, la rebeldía de las mujeres
es una de las voces más fuertes ahora. Pero estamos con miedo de
criminalización. No sabemos cómo proceder en este momento que estamos en
riesgo”.
SG: Leímos mucho sobre la corrupción en Brasil y cómo la gente se
frustró con el PT, pero ¿Cómo fue que tantos eligieron a Bolsonaro,
incluso mucha gente negra?
MA: No toda la gente negra. Algunos, pero no son la mayoría. Eso no
pasó de un día a otro en Brasil. Hace tiempo que el poder económico, la
derecha, loa élites brasileños están uniéndose para retirar la clase
trabajadora del poder. Eso empezó antes con la destitución de Dilma
Roussef del poder. Con una campaña muy fuerte en los medios de
comunicación. En la televisión por ejemplo, toda la investigación sobre
corrupción que se llama “Operación Lava Jato” se enfocaba solamente en
el Partido de los Trabajadores.
“Todos los otros partidos estaban involucrados en esto también, pero
ninguno de sus funcionarios fue a la prisión, solamente los políticos
del PT. Entonces hace algunos años que esto se prepara. Y (hubo) una
influencia muy fuerte en el pueblo, en los trabajadores para que lo
elijan, fueron las iglesias. Bolsonaro está aliado con los
fundamentalistas religiosos, gente que tiene poder económico también. Y
las iglesias hicieron este movimiento de convencer a la gente de que
tenían que votar a favor de Bolsonaro, que la religión y la moral
dependían de su elección.
“Pienso que Bolsonaro es como un payaso para el poder de los
militares y también de los ultra liberales. No es él la gran persona,
pero los demás poderosos están detrás. Él es un ridículo, una broma”.
MARIELLE FRANCO
SG: Pronto, en marzo, será el primer aniversario del asesinato de
Marielle Franco. ¿Nos puedes detallar en qué está el proceso, o las
indagaciones en el crimen?
MA: Bueno, durante todo este tiempo no sabíamos nada. Las
investigaciones eran sigilosas, secretas, no se decía nada. Ayer (22 de
enero) tuvimos la noticia de que algunas personas relacionadas con las
milicias de Rio de Janeiro fueron detenidas. Cinco hombres, porque
descubrieron que estaban involucrados en el asesinato, y uno de ellos es
alguien que tiene relaciones laborales con Flavio Bolsonaro, el hijo
del presidente.
“Flavio es un diputado de Rio de Janeiro que contrató a la familia de
este hombre que está en prisión ahora. Entonces, ya es público que hay
una relación entre la familia de Bolsonaro y las milicias de Rio de
Janeiro. Pero no tenemos acceso a muchas informaciones. Lo hacen todo en
secrecía, sin decir nada, por eso todas las mujeres estamos muy
enojadas, con la impunidad, la dificultad de transparentar cómo está la
investigación. Sabemos quién está involucrado, pero oficialmente no
tenemos más que esto.
SG: ¿Y quién está involucrado?
MA: Están las milicias en Río, porque ella (Marielle Franco) estaba
denunciando la violencia que las milicias ejercían contra la población
de las favelas y las acciones de las milicias en Río en general.
Entonces, para nosotras está claro que fue uno de ellos.
SG: ¿Hay algo importante sobre la situación de las defensoras de Brasil que olvidamos de mencionar?
MA: Brasil es uno de los países en Latinoamérica que mata más
defensoras de Derechos Humanos. Está como en tercer lugar. Hay muchos
asesinatos especialmente en las áreas rurales, y también en las favelas,
las áreas periféricas de las ciudades. Cuando la gente muere en las
favelas, los medios de comunicación dicen que son narcotraficantes,
entonces ni sabemos números concretos.
“Con el nuevo gobierno la posibilidad que empeore es grande. El
Gobierno no va invertir en la protección de defensoras y defensores. Y
hay una particularidad: muchas organizaciones y movimientos sociales son
relacionados con las iglesias. Éstas ven a las mujeres en un lugar muy
específico, en la familia. Entonces las mujeres en lucha siguen
invisibilizadas, por los mismos movimientos sociales.
“Entonces tenemos este agravante, de cuidar y proteger a las mujeres
que no están en la cuenta de los movimientos sociales en general. Toda
la violencia sexual por ejemplo, que se ejerce contra las mujeres para
que dejen de luchar. Estamos muy preocupadas, necesitamos el apoyo de
todos, que acompañen la situación, que nos ayuden a visibilizar las
violencias que ocurren, más con este gobierno que prometió que va acabar
con nuestra existencia. Toda solidaridad es muy bienvenida para
nosotras”.
Milena acaba de trabajar en un documental del Cfemea sobre defensoras
del territorio en la Amazonía de Brasil.
Se puede ver en el siguiente
enlace: https://www.youtube.com/watch?v=-PvE8bpJJI8
CIMACFoto: Sonia Gerth
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | San Pedro Sula, Hon.-
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