A lo mejor habrá más cambios
Tras la renuncia de Josefa González Blanco a la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el
presidente Andrés Manuel López Obrador designó a Víctor Manuel Toledo,
doctor en ecología y colaborador de La Jornada, como su sucesor, a quien definió como
uno de los mejores ecologistas y ambientalistas de este país; es una eminencia.
Ante el desajuste en la equidad de género que este relevo producirá
en su gabinete, entreabrió la posibilidad de nuevos cambios. “Si se
produce un desequilibrio porque eran ocho mujeres y ocho hombres, ya lo
vamos a resolver, porque a lo mejor va a haber otros cambios y ahí ya se
equilibra.
Se optó por Toledo porque es uno de los mejores científicos sociales de México, quien tiene muchos años de experiencia, un verdadero defensor del medio ambiente.
No pudo evitar aludir a la secuela de la renuncia de González Blanco,
quien el viernes retrasó un vuelo de Aeroméxico por llegar tarde,
suceso que calificó de lamentable.
En lo personal la quiero mucho, es una mujer de buenos sentimientos. Cometió un error. Ella misma me habló del tema, porque yo no sabía, estaba de gira. Le llamé para encargarle un asunto de San Luis Potosí y ella aprovechó para decirme que había cometido un error.
–Cuando se dio el caso de Bellas Artes (con la presencia de la
iglesia de la Luz del Mundo), apeló a la tolerancia, ¿en este caso cuál
fue el criterio?
–No debemos actuar con prepotencia, con influyentismo; debemos dar el
ejemplo, no actuar igual como lo hacían los servidores públicos o
funcionarios de los gobiernos anteriores. Eso no podemos hacerlo. Cero
corrupción, cero impunidad y no permitir prepotencia, influyentismo,
nepotismo, amiguismo, ninguna de esas lacras de la política. Ese fue el
criterio.
Tras la censura a estas actitudes, López Obrador lo confrontó con prácticas del pasado:
Tenemos que mostrar la diferencia en todo, nada de prepotencia. ¿Cómo era antes? Se desviaban los aviones, para empezar, ¡imagínense! Se usaban los helicópteros para ir a jugar golf o que el presidente viajara en un avión de lujo. ¡Un palacio para los cielos en un país con tanta pobreza!
Por ello, advirtió que todos esos excesos se deben terminar y dejar
esos hábitos, porque en caso contrario no hay cambio. Si se logra, a ver
si en un futuro, si los conservadores regresan, la gente les va a
permitir comprar un avión de lujo para el presidente, que retorne el
Estado Mayor Presidencial o tengan salarios de 600 mil pesos.
El que quiera hacer dinero, que se dedique a los negocios privados, es legal, es legítimo, pero el que trabaja en el gobierno tiene que ser servidor público, siervo de la nación, dijo el mandatario.
“Entonces, son cambios. Cuesta trabajo que se vayan aceptando, internalizando, pero tenemos que modificar esto, si no, no sería transformación”, concluyó.
Alonso Urrutia y Néstor Jiménez
Periódico La Jornada
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