Durante más de 15 años que funcionó como franquicia de la secta NXIVM
en México, Executive Success Program (ESP) fue un negocio millonario
para Keith Raniere en México y para sus socios y seguidores Emiliano
Salinas Occelli y Alejandro Betancourt. Ocho mil mexicanos, mujeres y
hombres de alto nivel social, ejecutivos, académicos, directivos de
empresas, periodistas, actores y actrices, políticos e hijos de
políticos, juniors, tomaron sus cursos que, por pagos de 3 mil a 6 mil
dólares, les ofrecía “llevarlos a lograr el éxito” y volvernos “mejor
gente para un mundo feliz”, a través de un método de programación
neurolingüística (lavado de cerebro) que comenzaba por detectar sus
puntos débiles o vulnerables y terminaba por introducirlos en un mundo
de conceptos de “éxito, ética e integridad” que prometían liberarlos de
sus miedos, ataduras y limitaciones para triunfar.
“Un mundo de personas exitosas será sin duda un mundo mejor; un mundo
libre de hambre, robo, deshonestidad, envidia e inseguridad. Las
personas ya no tratarán de destruirse unas a otras… El éxito, la ética y
la integridad van de la mano. Prometo compartir e inscribir personas en
ESP y su misión por mi propio beneficio y para hacer al mundo un mejor
lugar para vivir”, rezaba el manifiesto “Misión en 12 Puntos”, escrito
por Keith Raniere –hasta ahora confidencial y cuya copia tiene esta
columna– y que cada participante en los cursos tenía que rezar y recitar
en voz alta al inicio de cada sesión.
Al ser un curso dirigido a ricos, los preceptos de Raniere también
justificaban la acumulación de riqueza como un tema natural y de
supervivencia de la especie. “Las personas controlan el dinero, las
riquezas y los recursos del mundo. Es esencial para la supervivencia de
la humanidad que estas cosas estén en control de personas exitosas y
éticas. Prometo controlar éticamente cuanto dinero, riquezas y recursos
del mundo me sea posible dentro de mi plan de éxito”, dice otro de los
12 puntos del manifiesto de ESP.
Los cursos de ESP tenían lugar en una casa de Las Lomas o en un edificio corporativo de Montes Urales.
Había cursos normales o intensivos y normalmente eran de 5 días
espaciados, de 8 de la mañana a 10 de la noche, en los que los
participantes se encerraban para escuchar los conceptos de Raniere
explicados por Emiliano Salinas Occelli, y participaban en dinámicas y
ejercicios asesorados por un coach que evaluaba su avance y desempeño.
Cada curso costaba entre 3 y 6 mil dólares, y una vez concluido les
daban un reconocimiento. “Estos 5 días son solo el principio. Continuar
tu educación con nosotros puede traerte éxito exponencial, tanto
personal como profesional”, les decían en una carta donde los invitaban a
seguir con programas más avanzados como Ethos, para “tener un
conocimiento más profundo y lograr tus metas” u Origins, en el que
“puedes desarrollar un conocimiento y apreciación más profundos de ti”.
Varios de los participantes en este curso se acercaron a esta columna
para proporcionar información, pero también para expresar su
preocupación y molestia porque a muchos de ellos, que solo tuvieron
contacto con ESP por un curso al que los invitó algún amigo o amiga, se
les asocia ahora con la secta NXIVM y con las prácticas de esclavitud
sexual y trata de mujeres por las que se está enjuiciando a Keith
Raniere en los Estados Unidos. “Yo acudí por invitación de una
académica, pero desde el primer momento me di cuenta de que los
conceptos que manejaban eran propios de una secta, aún así decidí
terminar el curso por el que ya había pagado 6 mil dólares, pero en
cuanto acabó me desligué completamente y no volví a tener contacto con
ellos”, narra un ejecutivo que tomó el curso en 2013, y señala que como
él hay muchos otros preocupados y que incluso analizaban presentar una
demanda para desligarse de cualquier práctica de maltrato a mujeres en
la que “no tuvimos absolutamente nada que ver”.
En los 16 años que ESP funcionó, de 2002 y hasta el pasado abril
de 2018, en que Emiliano Salinas y Alejandro Betancourt decidieron
cerrarla, cuando estalló el escándalo por la detención de Keith Raniere
en Puerto Vallarta, 8 mil mexicanos tomaron el curso y el negocio, según
publicó en estas páginas el columnista Mario Maldonado, ascendió a 800
millones de pesos. Mañana hablaremos del perfil de los hombres y mujeres
que tomaban el curso y cómo algunos de ellos eran seleccionados y
reclutados para formar parte de la secta, y como desde sus primeras
clases les inculcaban el concepto del tributo al “Vanguard”, que era
como debían referirse siempre a Keith. “El tributo es una forma de pago y
honor. Es dar honor a quien honor merece”, dice uno de los 12 puntos de
la Misión de Raniere.
NOTAS INDISCRETAS…El caso de los soldados sometidos y
desarmados por pobladores de La Huacana en Michoacán, fue seguido muy de
cerca en los altos mandos de la Sedena, donde enterados de los hechos
ocurridos el domingo, decidieron actuar con “prudencia” y evitar una
confrontación mayor con el envío de un batallón de apoyo que estaba
listo y esperando la orden. “Ante esta situación y con la finalidad de
no provocar una desgracia –como la que habría ocurrido si hubieran hecho
uso de sus armas— los soldados entregaron su armamento”, dice un
reporte interno de la Defensa, en que se menciona que ante la opción de
que entrara un mayor numero de efectivos militares a la población para
rescatar a sus compañeros, se optó por devolver el armamento que se les
había asegurado “con el fin de no dañar a la población civil y preservar
la vida de los soldados”. Está claro que lo ocurrido ayer en La Huacana
es que se utilizó la misma estrategia de mandar mujeres y niños para
confrontar o evitar la presencia de las autoridades en zonas de
influencia del narcotráfico. Es un procedimiento que en Michoacán ya han
utilizado grupos delictivos como Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva
Generación, y que tampoco es exclusivo de ese estado, pues es
exactamente lo mismo que hacían los cárteles del huachicol en el
Triángulo Rojo de Puebla, cuando mandaban a población civil a retener y
confrontar el avance de Fuerzas Armadas o policiales en las poblaciones
que controlaban. Así que este hecho, que sin duda es un desafío al
Estado y que algunos interpretaron como un signo de debilitamiento y
vulneración de las Fuerzas Armadas, que son la última línea de Defensa
del Estado mexicano, al interior de la Defensa Nacional es más bien
mencionado como un “acto de prudencia” y que echa por tierra, dicen los
altos mandos castrenses, “las opiniones de que los militares que
integrarán la Guardia Nacional no están capacitados para responder en
situaciones de conflicto con población civil y a respetar sus derechos”…
A propósito del cierre de campañas en Puebla y de la falta de recursos
para el sector salud ¿sabe cuánto costó el último debate de los
candidatos poblanos del pasado 19 de mayo? Según el reporte del área
administrativa de la Coordinación de Comunicación Social del INE, el
debate costó 9.3 millones de pesos. En los datos publicados en el portal
del Instituto, se desglosa que en la “construcción e iluminación del
set” se gastaron 3 millones 364 mil pesos; servicios para la
organización del debate, 1 millón de pesos (aquí se incluyen comidas,
viajes y gastos generales); pago de internet, grabación y distribución
de la señal, 2 millones 500 mil pesos, no obstante que las dos
principales televisoras del estado no lo transmitieron, además de 533
mil pesos en “servicios del debate”, 90 mil pesos en la impresión de
gafetes y 464 mil pesos en el “servicio del paquete gráfico”. Cuentan
que la noche del 19 de mayo, terminado el debate, se apartó un salón
para celebrar el éxito de ese ejercicio para una reunión para 150
personas en donde el homenajeado era el Consejero Ciro Murayama,
presidente de la Comisión de Debates del Instituto. Transparencia sí hay
en el INE, pero ¿y la austeridad?...Los dados mandan Serpiente doble.
Caída libre.
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