Como actos de revuelta y preservación de la memoria
Como un acto de preservación de la memoria y la rabia colectiva por las desaparecidas y víctimas de feminicidio en México, el domingo por la mañana un grupo de mujeres realizaron un tejido colectivo en el Hemiciclo a Juárez, en la Ciudad de México.
Como un acto de preservación de la memoria y la rabia colectiva por las desaparecidas y víctimas de feminicidio en México, el domingo por la mañana un grupo de mujeres realizaron un tejido colectivo en el Hemiciclo a Juárez, en la Ciudad de México.
La cita fue a las 9:30 de la mañana del 24 de agosto a un costado del
Hemiciclo, mientras las mujeres platicaban, reían y hablaban de tejidos
realizados en protestas anteriores, sacaban de sus morrales y mochilas
madejas de colores; el azul, negro, morado y rosa, predominaban y
contrastaban con el pasto del parque de la Alameda del Centro Histórico.
Bordar y tejer eran pasatiempos considerados aptos sólo para la
población femenina, pero ellas han reivindicado su significado y son
usados ahora como espacios de denuncia y lucha contra la violencia que
viven las mujeres y niñas; la aguja, el gancho, las mantas y los
estambres, son las herramientas de revuelta y preservación de la
memoria, creadores también de espacios seguros y redes de apoyo entre
mujeres.
Sin perder la concentración, Teresa Palerm y Miriam Mabel, daban entrevistas a la prensa mientras mantenían la vista en sus tejidos. Con sus compañeras intercambiaban sonrisas y miradas, narraban cómo su niñez fue el impulso y la enseñanza de la técnica, sobre la velocidad, interés, amor que dedicaban a tejer.
Con el gancho y el estambre entre sus dedos, algunas mujeres sentadas
en la jardinera del lado izquierdo del Monumento, tejían corazones de
tamaños variados. Las que se encontraban paradas colocaban fichas de
búsqueda de mujeres desaparecidas y fotos de mujeres que fueron
asesinadas, al igual que cruces de color negro y senos femeninos
tejidos, los cuales colocaron en una urna.
Una hora después, al llegar otras interesadas que se unieron al encuentro llamado “Justicia para las que ya no pueden ser escuchadas”, gritaron: “¡Ni una asesinada más!”, para seguir adelante con el tejido.
Esta manera de expresarse contra la violencia de género se da en un
clima de protestas en diversos puntos del país provocadas por la
indignación de las investigaciones de presuntas violaciones de
adolescentes por parte de policías de la Ciudad de México, documentadas
en los dos últimos meses.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública sobre los delitos que atentan contra las mujeres a nivel nacional, se ha registrado en lo que va del año 2019 un total de 540 casos de feminicidio, siendo el mes de julio el más violento con 85 casos.
Sin perder la concentración, Teresa Palerm y Miriam Mabel, daban entrevistas a la prensa mientras mantenían la vista en sus tejidos. Con sus compañeras intercambiaban sonrisas y miradas, narraban cómo su niñez fue el impulso y la enseñanza de la técnica, sobre la velocidad, interés, amor que dedicaban a tejer.
Una hora después, al llegar otras interesadas que se unieron al encuentro llamado “Justicia para las que ya no pueden ser escuchadas”, gritaron: “¡Ni una asesinada más!”, para seguir adelante con el tejido.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública sobre los delitos que atentan contra las mujeres a nivel nacional, se ha registrado en lo que va del año 2019 un total de 540 casos de feminicidio, siendo el mes de julio el más violento con 85 casos.
CIMACFoto: María Fernanda Esparza Quintana
Por: María Fernanda Esparza Quintana
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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