Las
jóvenes que han protestado en las calles de la Ciudad de México para
exigir su derecho a vivir libres de violencia consideran los diálogos a
los ha convocado el gobierno de la Ciudad de México a un grupo de
feministas como reacciones por contener las movilizaciones, y siguen sin
observar acciones concretas frente a la violencia de género.
“Me parece que es una suerte de querer conciliar todas estas acciones
para que no haya más afectaciones en cuanto a lo material, pero no han
hecho buenas estrategias, para que se pueda dar un mayor acercamiento
para ver lo que realmente afecta a las mujeres”, opinó en entrevista con
Cimacnoticias la estudiante Estefanía Labastida.
Estefanía es una de las varias mujeres que se encuentran dudosas
respecto de las reuniones a puerta cerrada que mantienen diversas
autoridades de la Ciudad de México tras las protestas del 12 y 16 de
agosto detonadas por los casos de violaciones sexuales cometidos por
policías del Gobierno. Para ella, es una respuesta tibia ante la
ineptitud de las autoridades capitalinas.
Los mismos sentires han exteriorizado en las redes sociales otras
manifestantes, pues a los encuentros gubernamentales sólo han acudido un
grupo conformado sobre todo por líderes de opinión en Twitter, o
feministas que ni convocaron o asistieron a las protestas.
Por ejemplo, en un pronunciamiento firmado como “#FuimosTodas” se
rechazó la convocatoria discrecional que la jefa de Gobierno hizo hacia
“40 feministas” dos días después de la última protesta del 16 de agosto,
y las reuniones consecuentes en las que se abrió la invitación sólo a
otras mujeres.
Las firmantes consideraban ese acto como un intento para desarticular y acallar las inconformidades de las mujeres capitalinas.
“Esos grupos ya no nos representan, me parece que no fue una buena
táctica y no nos sentimos representadas”, comentó también en entrevista
la historiadora Jimena Marroquín.
Mantener el diálogo entre los diversos grupos feministas ha sido la
principal exigencia de estos encuentros, la Secretaría de las Mujeres de
la Ciudad de México (antes Inmujeres DF) es la que se ha encargado de
hacer públicas las relatorías, sin embargo, todavía no tienen acciones
concretas para hacer frente a la violencia.
Sólo se sabe que las mujeres invitadas a estas reuniones se les dará
información sobre las investigaciones de violaciones sexuales
perpetradas por policías y que se abrirán mesas de trabajo, talleres y
foros públicos para elaborar “una estrategia contra la violencia de
género”. La jefa de Gobierno prometió tener este plan listo en 30 días a
partir de las protestas sociales.
Esta dilación de acciones ha sido señala por expertas como la
antropóloga Marcela Lagarde y de los Ríos, creadora de la Ley General de
Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia como “un abuso y maltrato a la ciudadanía, a las víctimas y los familiares de víctimas”,
pues el Estado tienen la obligación del desarrollo y la aplicación de
políticas públicas con perspectiva de género sin esperar.
LEJANAS A LA JÓVENES
Para la profesora de yoga Aidé Arévalo ha resultado muy desafortunada
la forma como el gobierno de Claudia Sheinbaum –en el que se tenían
expectativas altas- ha reaccionado a las manifestaciones. “Lo que
estamos viendo es la punta del iceberg, es una violencia sistemática
contra las mujeres que se manifiesta a todos niveles ¿Cómo vamos a
combatir eso sino empezamos por las propias instituciones? Es muy
lamentable que no pudieran empatizar con las demandas que se están
haciendo... Es indignante que no logren ver cómo está la situación y
salgan a defender una cuestión que es indefendible.”
El discurso de la mandataria, incluido el de su gabinete, se ha
ajustado frente la indignación y descontento social que causan sus
reacciones. De la primera movilización feminista, en la que Sheibaum
Pardo dijo se trataba de una “provocación” y que abriría investigaciones
contra las personas que causaron daños a las instalaciones de los
edificios públicos; paso a comprometerse con las jóvenes a ofrecer una
disculpa pública por su mensaje y “dar puntual seguimiento a sus
peticiones y demandas”.
Incluso funcionarias como la secretaría de las Mujeres, Gabriela
Rodríguez Ramírez, difundió el 22 de agosto un video en Twitter donde
dijo “que la nueva generación tiene un nuevo lenguaje, un nuevo impulso
para detener la violencia de género, una nueva manera de protestar y de
exigir sus Derechos Humanos. Este nuevo impulso abre una oportunidad
entre gobernantes y las mujeres jóvenes”.
Ante este panorama, Estefanía, Jimena y Aidé coinciden en que este
tipo de acciones no están dando una solución verdadera o concreta al
problema de feminicidio, desapariciones y violencia en la Ciudad de
México. Además, consideran que las autoridades capitalinas no han
querido reconocer su ineptitud ante el tema de la violencia contra las
mujeres de la CDMX, es por ello que ayer se realizó una Asamblea General
Feminista para definir estrategias propias, entre otras reuniones a las
que están convocando grupos de feministas.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Carolina Huerta García
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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