Nueva York. En una audiencia especial ante una corte
federal de Manhattan, 16 mujeres lloraron ayer al relatar cómo fueron
abusadas por el financista Jeffrey Epstein, quien se suicidó en su celda
hace dos semanas mientras esperaba ser enjuiciado por tráfico sexual de
menores.
Con la voz quebrada, las víctimas fueron describiendo una por una cómo Epstein les robósus sueños y su inocencia. La audiencia fue fijada para que las mujeres pudieran contar públicamente, algunas por primera vez, su historia antes de que el caso sea desestimado por los jueces.
La actriz Anouska de Georgiou, quien asegura haber sido abusada sexualmente por el magnate, declaró:
No seguiré siendo víctima ni permaneceré en silencio ni un día más.
La mayoría de las mujeres expresaron su indignación por el suicidio
de Epstein, ocurrido el pasado día 10, cuyo deceso fue determinado por
ahorcamiento, de acuerdo con el dictamen de los médicos forenses.
Me siento muy enojada y triste porque nunca se hizo justicia en este caso, comentó Courtney Wild, quien describió al presunto agresor como un
cobarde.
Jennifer Araoz, otra de las demandantes, expresó:
incluso muerto, Jeffrey está tratando de lastimarme. Algunas de las mujeres dijeron que fueron reclutadas por la ex amante de Epstein, la celebridad británica Ghislaine Maxwell, hija del fallecido magnate de los medios Robert Maxwell.
▲ Teala Davis, una de las presuntas víctimas de Jeffrey Epstein, ayer afuera de la corte en Nueva York.Foto Afp
Las 16 mujeres se abrazaron y se consolaron tras abandonar el podio
desde el cual hablaron. Algunas lloraron al escuchar testimonios
similares a los de ellas: jovencitas vulnerables eran reclutadas,
preparadas y forzadas a rendir servicios sexuales al multimillonario.
Además de ellas, abogados leyeron los testimonios de otras ocho mujeres que forman parte de la denuncia.
Las mujeres apremiaron a los fiscales a que capturen a sus cómplices.
Maxwell, en paradero desconocido, ha negado las acusaciones.
Epstein, amigo de celebridades y políticos como el presidente Donald
Trump y el príncipe Andrés, de Gran Bretaña, enfrentaba un cargo de
explotación sexual de menores y otro por asociación para delinquir. El
acusado, quien negó las imputaciones, se enfrentaba a una pena de 45
años de prisión en caso de haber sido declarado culpable.
Afp
Periódico La Jornada
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