Ante las opiniones que se han vertido derivado de los
hechos violentos del jueves en Guadalajara, Jalisco, el presidente
Andrés Manuel López Obrador aseguró que es tiempo de definiciones,
nada de medias tintas, o se está por la transformación o en contra;
o somos conservadores o somos liberales, sostuvo.
Ironizó que
un intelectual orgánico, Lucas Krauze Alamán, tomó partido o, mejor dicho, reafirmó su conservadurismo, y así otros. Qué bueno que se definan, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas.
Desde la refinería General Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz,
ayer manifestó que ahora aplica lo que decía “ese gran liberal Melchor
Ocampo: ‘los liberales moderados no son más que conservadores más
despiertos’; es decir, no hay para donde hacerse, o se está por la
transformación o se está en contra de la transformación del país; se
está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta
a que se mantengan los privilegios de unos cuantos a costa del
sometimiento y del empobrecimiento de la mayoría de los mexicanos”.
Manifestó que si de algo se siente orgulloso
es de encabezar un gobierno humanista.
En defensa de funcionarios
En este contexto, pidió al director de Petróleos
Mexicanos, Octavio Romero Oropeza; a la secretaria de Energía, Rocío
Nahle, y al titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel
Bartlett, que consideren un
timbre de orgulloque la prensa conservadora,
al servicio de los grupos de intereses creados, de los que se sentían dueños de México y se dedicaron a saquear a nuestro país, los cuestionen tanto.
No importan cuestionamientos, tenemos que seguir adelante, resaltó.
Los tres me ayudan mucho para el rescate del sector energé-tico con su desempeño y honestidad, consideró.
De La Redacción
Periódico La Jornada
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