Pedro Echeverría V.
1. El pueblo de Francia otra vez paraliza las calles, las fábricas, los campos, las escuelas, la economía y mucho más; pero me surge una pregunta: ¿por qué el pueblo no expulsa del gobierno al derechista Sarkozy, a todo su gabinete, asume una comisión de trabajadores el gobierno y luego convoca a elecciones? Si eso no sucede es quizá porque no es fácil, porque el dominio empresarial transnacional es complicado; pero también porque muchos dirigentes –como en España, pero ha sucedido en casi todos los países a través de la historia- pueden estar vendidos al capital. En España, igual que en Francia, la gente está batallando en las calles, pero las principales centrales obreras –por boca de sus directivos- se oponen a engrosar la lucha porque ellos son privilegiados del poder. Pero Francia, ese gran país de la revolución burguesa clásica con ese pueblo lleno de historia de luchas sociales, vuelve a ser un ejemplo para los pueblos del mundo.
2. Dense cuenta de lo que sucede: Más de 3 mil estaciones de servicio en Francia, de un total de casi 12 mil 500, se quedaron sin combustible este miércoles, afectadas por las huelgas contra la reforma de pensiones, dijo el Ministerio de Energía. El gobierno dijo en la víspera que poco menos de 4 mil estaciones de servicio aguardaban por suministros de combustibles. Los trabajadores del principal puerto petrolero de Francia, Fos-Lavera, cerca de Marsella, bloquearon este miércoles 51 tanqueros de crudo en su 24 día de protesta contra una reforma de las pensiones, dijo la autoridad de la instalación. La cantidad de barcos paralizados aumentó desde los 47 que había el martes. Las embarcaciones incluyen 32 navíos cargados con petróleo y 19 con productos derivados. Esto demuestra que no solo las avenidas, los paseos, las plazas, están llenas de gente que lucha contra el aumento de los años de jubilación.
3. La última encuesta en Francia indica que más del 66% de toda la población está a favor de esta huelga general, escribe el analista James Petras. Y lo que está sobre la mesa no son simplemente las pensiones, que es importante porque quieren subir la edad de la primera pensión a 62 años y para la pensión completa subirla a 67 años. Pero los franceses y los trabajadores conscientes no creen que deban trabajar hasta morir sino que creen que después de 40 años de trabajo tienen el derecho a un período de descanso, de ocio, de diversión, de lo que sea. No simplemente vivir para trabajar y trabajar para vivir. Quieren una vida más variada. Pero lo que está sobre la mesa es el plan del gran capital de cambiar no sólo las condiciones de trabajo sino las relaciones de poder donde el capital por decreto puede imponer grandes transformaciones sobre pensiones, salarios, vacaciones, contratos, degradando la civilización.
4. Dicen los partidos y el gobierno burgués que está bien que se manifiesten pero que no bloqueen. Es lo mismo que los empresarios, gobierno y partidos burgueses dicen en México y en todo el mundo. Pero en Francia la gran mayoría de los trabajadores que el problema “no se resuelve entre estos parlamentarios burgueses y reaccionarios sino que se resuelve en medir las fuerzas. Si ganan los trabajadores en Francia, va a ser un ejemplo para la clase obrera en otros países que hacen simplemente unas huelgas simbólicas con una marcha y un discurso y vuelven a someterse”. Ese camino de mítines y manifestaciones -como he escrito muchas veces- para luego ir a la casita para ver televisión, ya no sirve. El camino es el de Francia, señala Petras, hay que paralizar la economía; paralizar las ganancias; paralizar al gobierno para que deje de actuar como si nada estuviera pasando. Obviamente Petras tiene toda la razón.
5. Las grandes batallas obrero-estudiantiles del mayo de 1968 francés no llevó directamente a la caída del Gobierno de De Gaulle, pero si tiró al gabinete de su primer ministro Pompidou y a perder De Gaulle el referendo en 1969. Eso me hace pensar que Sarkozy puede ser derrotado. ¿Pero por qué parece más complicado que Francia con 66 millones de habitantes hoy, sea más difícil que los trabajadores se adueñen directamente del poder mediante la revolución de masas y que en México –por lo que pienso- con mucho menos bloqueos y movilizaciones los trabajadores podrían tirar un gobierno? Quizá en Francia los juegos de poder sean mucho más amplios, con más márgenes de movilidad entre los sectores de la burguesía y de los trabajadores. En México, por el contrario, con una gran paralización y bloqueo de 10 días de la ciudad de México el gobierno se vendría abajo, la clase política viendo “el peligro” lo dejaría derrumbarse.
6. Pero en México, desde que en 1932 renunció a la Presidencia Ortiz Rubio, todos los presidentes han concluido campantemente sus respectivos períodos de gobierno y nunca han estado al borde de la renuncia. La gran burguesía mexicana, que ha sido muy fuerte y poderosa, ha sabido comprar y mediatizar a las llamadas “oposiciones”. Además la izquierdas y las organizaciones sociales, totalmente divididas, sólo hemos tenido la capacidad para defendernos un poco, realizar protestas, hacer pequeños mítines, limitados plantones, manifestaciones y cortos bloqueos; esto porque nuestras fuerzas es aún mínima mientras los políticos socialdemócratas electoreros hacen frente común con la clase dominante. Mientras en México tenemos una burguesía fuerte y una muy débil lucha social, en Francia la permanente movilidad política-social de los trabajadores y estudiantes eleva la batalla a grandes confrontaciones, por eso es un ejemplo.
7. Me da gusto mi coincidencia con James Petras y no se con cuantos más en el sentido de que si no se realizan bloqueos contundentes con fuerzas unidas, la gran burguesía gobernante sólo se burla de nosotros. Que cuando somos débiles lo único que podemos hacer sólo son pequeñas protestas defensivas que la burguesía reprime con gran facilidad. Las luchas de clases en Francia, como la Comuna de París de 1971 de la que nos narra y examina Marx, parecen extenderse en estos días y nos servirá de una gran enseñanza. Pero lo importante también podría ser que el mundo se está contaminando cada vez más, puede descomponerse y estallar. Hay que continuar trabajando en la contra información, la contra cultura, en el permanente volanteo y con todas las formas que permitan penetrar las ideas libertarias en los movimientos de masas. ¡Ninguna confianza al poder capitalista! ¡Que viva la Francia revolucionaria!
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