11/02/2011

El campamento de los indignados




Manuel Fuentes

mfuentesmz@yahoo.com.mx

Hay decenas de jóvenes que acompañan al maestro Edur en su reclamo. Son jóvenes indignados que organizan en plena calle mesas redondas, mítines y mensajes informativos a la población anunciando el motivo de su protesta.
Reclaman esa indiferencia intencional de los legisladores, de la clase gobernante y de los sectores financieros de mantener reducidos intencionalmente los presupuestos de las universidades públicas y a la vez incrementar el de las fuerzas armadas. Ya hay más personal de seguridad en las calles que maestros en las escuelas mientras que la pobreza se agudiza y la violencia no cesa.
Encuentro al maestro Edur al interior de su tienda de campaña con un tapa bocas; se le nota demacrado por el número de días en ayuno que mantienen, en cambio noto mucha fortaleza en sus convicciones.
Al conversar le comentó si vale la pena exponer su integridad y su vida por la demanda de incremento al presupuesto en las universidades. Me dice que su lucha es por la vida, por una vida digna para los jóvenes y llamar a la organización de la sociedad. Que su lucha busca mover conciencias.
El maestro Edur Velasco desde su tienda de campaña justifica su ayuno para alertar a las instancias que deciden los presupuestos de las universidades a que se incrementen hasta un 2% del Producto Interno Bruto. No existe razón, dice él, para que se cierren alternativas a los jóvenes en materia educativa y por el contrario se les empuje al desempleo o a bajos salarios, o lo que es peor a la delincuencia.
Edur Velasco llama la atención de los bajos salarios que perciben los trabajadores. El salario mínimo general ha perdido su valor adquisitivo y ya no satisface las necesidades normales de un padre de familia en el ámbito material, social y cultural y para proveer de educación obligatoria de los hijos.
La mayoría de los trabajadores carece de sindicatos y no tienen manera de lograr un mejor ingreso, en cambio el gobierno en lugar de emplear políticas para incrementar salarios usa como eslogan los míseros salarios para atraer inversión extranjera. Se considera a los obreros mexicanos como una mano de obra “competitiva” por su bajo costo.
Edur Velasco rememora la lucha que llevaron a cabo trabajadores electricistas en el año de 1916 para que se les pagara en moneda su salario y no en papel. Él considera que debe cubrirse un ingreso de por lo menos 400 pesos diarios para satisfacer mínimamente sus necesidades.
Manifiesta que su ayuno también es en solidaridad con los más de 16 mil trabajadores electricistas agremiados en el SME, quienes se encuentran despedidos desde el 11 de octubre de 2009 y que reclaman su reinstalación ante la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Critica la cerrazón del gobierno para resolver este grave problema social.
Lamenta Edur Velasco, quién es profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, que los medios de comunicación estén silenciando sus demandas. Únicamente son los medios alternos quienes dan cuenta de sus demandas.
La inventiva de los jóvenes para llamar la atención y romper el cerco informativo se da en carteles, en mantas y usan las redes sociales para comunicar las acciones y el contenido de sus demandas.
El doctor Edur Velasco es también miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y forma parte de una red de defensores de trabaja apoyando las demandas de los trabajadores universitarios.
El campamento de los indignados en paseo de la reforma busca una respuesta social ante un gobierno que prefiere mantener sin opciones a los jóvenes.

Estar unas horas en el campamento de los indignados da esperanza de cambio. Hay alegría que contagia, los escuchó cantar y soñar con mundo mejor, con más justicia, menos desigualdad y menos pobreza, pero también reclamar la presencia de una sociedad organizada y consciente.

Correo: mfuentesmz@yahoo.com.mx Twitter: @Manuel_FuentesM

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