Jueves 12 de abril de 2012, p. 17
Los trabajadores migrantes en Canadá enfrentan un alto grado de vulnerabilidad
, pues no sólo cumplen jornadas laborales de 14 a 16 horas diarias, temor a ser deportados si son indocumentados y una estricta disciplina si aceptan irse a esa nación como parte del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá (PTAT), tampoco cuentan con sindicatos u organizaciones que los apoyen en la defensa de sus derechos laborales y humanos, afirmó Tanya Basok, investigadora de la Universidad Winsor de Ontario, Canadá.
En entrevista, tras participar en el seminario permanente Migración México-Canadá, convocado por la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que existe un miedo permanente que a muchos jornaleros los obliga a autoexcluirse y aislarse
, si no cuentan con una estancia legal en el país, pero para quienes sí forman parte de los acuerdos binacionales de jornaleros agrícolas prevalece mucho el temor de participar en la organización de un sindicato
, ante el riesgo de ser deportados por sus empleadores.
Frente a condiciones de explotación laboral y precariedad, aseguró, es necesario modificar al PTAT y mejorarlo para darle más protección a los trabajadores, pues aunque sólo se permite formar sindicatos en algunas provincias como Quebec, Manitoba o la Columbia Británica, se pueden crear otras organizaciones que representen a los trabajadores
.
Actualmente, indicó, pese a que poco más de 15 mil mexicanos forman parte del PTAT, si un jornalero tiene un conflicto con su empleador no existe alguien que pueda representarlo o asesorarlo. Agregó que también es necesario modificar la enorme influencia
que tienen los empleadores para determinar qué trabajadores temporales pueden o no regresar al año siguiente.
Precariedad
Ibis Sepúlveda González, profesora del Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma de Chapingo, afirmó que las condiciones de los jornaleros agrícolas mexicanos en Canadá son muy precarias, pero con opciones aún peores en su propio país, pues el trabajo en el campo es el más golpeado por la crisis y los bajos salarios
.
Aunque en Canadá están menos mal que en México, no podemos soslayar que su realidad en aquella nación no es buena. Trabajan jornadas sumamente largas, de hasta 16 horas, en las que no se les pagan horas extras, pero debido a sus condiciones de precariedad, son los mismos trabajadores migrantes quienes han dejado de exigir el pago ante el temor de perder el empleo
.
Es común, señaló, que afirmen mejor no moverle, porque los patrones no quieren pagar horas extras, y si las pedimos van a contratar a otros, meten más gente y si sólo trabajamos ocho horas al día, la paga es muy poca para el tiempo que podemos laborar, por eso debemos trabajar más
.
Además, indicó, las nuevas reglas laborales obligan a los jornaleros, a partir de este año, a erogar 2.16 dólares diarios por el derecho de vivienda, y esto lesiona sus ingresos.
Pagan mucho por impuestos, la comida les sale muy cara y además, como deben pagar la mitad del boleto de avión, se los van descontando, al igual que un seguro médico y de desempleo, aunque de este último no pueden beneficiarse, mientras que acceder a una pensión, pese a haber laborado más de 20 años como jornaleros temporales, sólo es posible hasta cumplir 65 años de edad, cuando reciben entre 112 y 123 dólares mensuales. Sin duda, enfrentan condiciones de mucha precariedad laboral
.
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