Pedro Echeverría V.
1. El legislador más destacado de este trienio -porque ha demostrado con datos lo pésimo del gobierno del PAN y todas las traiciones del PRI, además porque nadie ha podido rebatir sus argumentos en más de 50 intervenciones- Gerardo Fernández Noroña, acaba de hacer dos cuestionamientos esenciales, sobre principios políticos e ideológicos, a su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por: a) el haber perdonado al presidente Felipe Calderón por el enorme fraude cometido en 2006 y b) el haber asistido en Guanajuato a la misa en la visita papal. En conferencia de prensa Fernández Noroña fue claro: “López Obrador sigue siendo –con mucho- el mejor candidato, seguiré trabajando por su candidatura y votaré por él, pero debe aclarar si su perdón a Calderón significa reconocer a su gobierno que hemos repudiado durante seis años y si su asistencia a misa con el Papa en Guanajuato no contraviene los principios liberales juaristas del siglo XIX
2. La izquierda –muy diferente a la derecha que no piensa- muchas veces se enreda en debates, críticas, incluso en confrontaciones con ideas difíciles y complicadas, porque meditan mucho en experiencias del pasado, en el qué hacer presente y el futuro social que se busca construir. La izquierda no se mueve mecánicamente –como lo harían los políticos priístas y panistas- buscando lo que salga, siguiendo el pensamiento social dominante aunque éste apunte –como ha sucedido por intereses inconfesables- hacia el abismo; lucha, por el contrario, por ideales de colectividad con rasgos de comparación con otras realidades. Las organizaciones de derecha, con ideales fijos de conservar el Estado y el poder vigente, no analiza, no discute, solamente obedece a sus jefes. Por eso Fernández Noroña –con toda honestidad y libertad- puede criticar de manera abierta a López Obrador sin que éste se alarme.
3. Fernández Noroña no es un “diputadito” que acude a la Cámara a levantar el dedo siguiendo consignas de su partido o su pastor; pero tampoco López Obrador es un “candidatito” de esos que sacan la cabeza en tiempos de campaña hablando y prometiendo miles de cosas. Ambos, hasta ahora, son políticos honestos dispuestos a luchar por transformaciones profundas en el país desde sus diferentes posiciones y distintas estrategias. López Obrador aparece en política más o menos de izquierda en Tabasco al nacer el PRD en 1989 y Noroña en las luchas contra el Fobaproa en 1994. Muchos llevamos más de 50 años en este camino, pero no es un problema de antigüedad sino cómo y por dónde caminas. López Obrador, desde los tiempos del PRI fue un dirigente destacado; encabezó tomas de pozos petroleros y marchas; Noroña un líder en mil movimientos de protesta organizados o espontáneos.
4. La política de “la república amorosa” encabezada tácticamente por López Obrador en su campaña le puede traer muchos votos en los sectores medios pero al mismo tiempo la pérdida de votos en la izquierda por desdibujar la concepción general de este sector. Alguien diría: se puede y se debe ser amoroso con los explotados y miserables, con los que sólo trabajan y no tiene culpa alguna de los que sucede en este país; pero de ninguna manera con los explotadores y acumuladores de capital que son los que han dominado la economía, la política y mantienen al país en esta injusta situación. ¿Es que después del perdón a Calderón se debe extender el perdón a Azcárraga, Salinas Pliego, Roberto Hernández o Servidje, a los Salinas y Cevallos, a los jefes del ejército y la marina, etcétera? ¿Es que con la asistencia a misa papal se puede engañar al alto clero que desde siempre da su voto al PAN por ser el partido católico?
5. Ello me hace pensar que en política –al parecer- los únicos que pueden ser puros y limpios, son los analistas, los investigadores o los ideólogos de LO político; ellos –cuando son honestos- sí pueden hablar de las cosas tal como las ven o las juzgan, sobre todo porque su único compromiso es decir su verdad, aunque los repriman o asesinen. Los que están –sobre todo los que viven- en LA política por conquistar votos y apoyos –al parecer- deben responder al nivel del pensamiento de las masas, sobre todo, al nivel de la ideología que han recibido de los medios de comunicación, llámese familia, medios informativos, escuela e iglesia. En tanto los analistas buscan acercarse lo más posible a “la verdad” porque ese es su tarea histórica; los políticos buscan adaptarse más al nivel ideológico de las masas porque con ello logran votos y apoyos. López Obrador busca el reconocimiento de las masas por medio del voto; Noroña sólo acostumbra cuestionar.
6. La realidad es que los políticos, para ser electos y para permanecer en el cargo, tienen que responder a la ideología y a los intereses (casi siempre falsificados y manipulados) de las masas. Incluso la no participación y la no organización de éstas son parte de manipuleo ideológico. Por ello siempre los medios de información y la iglesia tienen la convicción de que al dominar el pensamiento de las masas –al meterles todo lo que quieran en la cabeza- dominan la política; por eso también todos los políticos deben adaptarse a esas instituciones ideológicas porque ellas controlan el pensamiento de la gente. ¿Cómo López Obrador va a ganar voluntades y votos sin ir a la misa papal y sin adoptar la ideología del perdón para ganarse a los medios de información? Que Noroña tiene toda la razón en las críticas que hace a AMLO es indiscutible, pero el problema es cómo ganar votos entre un pueblo profundamente manipulado.
7. El diputado Noroña, que dejará el cargo en siete meses, está dispuesto a luchar en solitario –aunque fuera como lo ha hecho: protestando en las calles- pero sin claudicaciones de ningún tipo, “sin dejar trozos de dignidad”; en ello todos los “solitarios” estamos de acuerdo a pesar del peligro que representa. López Obrador –por concepción y práctica política- está diez veces más comprometido porque, según ha dicho: el único camino para la liberación del pueblo es el electoral y por ello lo siguen muchos miles. ¿Podrá avanzar el trabajo de AMLO sin hacer mil una concesiones con los de abajo, pero también con los de arriba? No es sencilla la discusión que se ha iniciado sobre la estrategia para enfrentar a la clase dominante. Para Noroña parece más fácil; por el contrario, para López Obrador es caminar por el filo de la navaja donde cualquier desvío puede causarle la muerte política.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
1. El legislador más destacado de este trienio -porque ha demostrado con datos lo pésimo del gobierno del PAN y todas las traiciones del PRI, además porque nadie ha podido rebatir sus argumentos en más de 50 intervenciones- Gerardo Fernández Noroña, acaba de hacer dos cuestionamientos esenciales, sobre principios políticos e ideológicos, a su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por: a) el haber perdonado al presidente Felipe Calderón por el enorme fraude cometido en 2006 y b) el haber asistido en Guanajuato a la misa en la visita papal. En conferencia de prensa Fernández Noroña fue claro: “López Obrador sigue siendo –con mucho- el mejor candidato, seguiré trabajando por su candidatura y votaré por él, pero debe aclarar si su perdón a Calderón significa reconocer a su gobierno que hemos repudiado durante seis años y si su asistencia a misa con el Papa en Guanajuato no contraviene los principios liberales juaristas del siglo XIX
2. La izquierda –muy diferente a la derecha que no piensa- muchas veces se enreda en debates, críticas, incluso en confrontaciones con ideas difíciles y complicadas, porque meditan mucho en experiencias del pasado, en el qué hacer presente y el futuro social que se busca construir. La izquierda no se mueve mecánicamente –como lo harían los políticos priístas y panistas- buscando lo que salga, siguiendo el pensamiento social dominante aunque éste apunte –como ha sucedido por intereses inconfesables- hacia el abismo; lucha, por el contrario, por ideales de colectividad con rasgos de comparación con otras realidades. Las organizaciones de derecha, con ideales fijos de conservar el Estado y el poder vigente, no analiza, no discute, solamente obedece a sus jefes. Por eso Fernández Noroña –con toda honestidad y libertad- puede criticar de manera abierta a López Obrador sin que éste se alarme.
3. Fernández Noroña no es un “diputadito” que acude a la Cámara a levantar el dedo siguiendo consignas de su partido o su pastor; pero tampoco López Obrador es un “candidatito” de esos que sacan la cabeza en tiempos de campaña hablando y prometiendo miles de cosas. Ambos, hasta ahora, son políticos honestos dispuestos a luchar por transformaciones profundas en el país desde sus diferentes posiciones y distintas estrategias. López Obrador aparece en política más o menos de izquierda en Tabasco al nacer el PRD en 1989 y Noroña en las luchas contra el Fobaproa en 1994. Muchos llevamos más de 50 años en este camino, pero no es un problema de antigüedad sino cómo y por dónde caminas. López Obrador, desde los tiempos del PRI fue un dirigente destacado; encabezó tomas de pozos petroleros y marchas; Noroña un líder en mil movimientos de protesta organizados o espontáneos.
4. La política de “la república amorosa” encabezada tácticamente por López Obrador en su campaña le puede traer muchos votos en los sectores medios pero al mismo tiempo la pérdida de votos en la izquierda por desdibujar la concepción general de este sector. Alguien diría: se puede y se debe ser amoroso con los explotados y miserables, con los que sólo trabajan y no tiene culpa alguna de los que sucede en este país; pero de ninguna manera con los explotadores y acumuladores de capital que son los que han dominado la economía, la política y mantienen al país en esta injusta situación. ¿Es que después del perdón a Calderón se debe extender el perdón a Azcárraga, Salinas Pliego, Roberto Hernández o Servidje, a los Salinas y Cevallos, a los jefes del ejército y la marina, etcétera? ¿Es que con la asistencia a misa papal se puede engañar al alto clero que desde siempre da su voto al PAN por ser el partido católico?
5. Ello me hace pensar que en política –al parecer- los únicos que pueden ser puros y limpios, son los analistas, los investigadores o los ideólogos de LO político; ellos –cuando son honestos- sí pueden hablar de las cosas tal como las ven o las juzgan, sobre todo porque su único compromiso es decir su verdad, aunque los repriman o asesinen. Los que están –sobre todo los que viven- en LA política por conquistar votos y apoyos –al parecer- deben responder al nivel del pensamiento de las masas, sobre todo, al nivel de la ideología que han recibido de los medios de comunicación, llámese familia, medios informativos, escuela e iglesia. En tanto los analistas buscan acercarse lo más posible a “la verdad” porque ese es su tarea histórica; los políticos buscan adaptarse más al nivel ideológico de las masas porque con ello logran votos y apoyos. López Obrador busca el reconocimiento de las masas por medio del voto; Noroña sólo acostumbra cuestionar.
6. La realidad es que los políticos, para ser electos y para permanecer en el cargo, tienen que responder a la ideología y a los intereses (casi siempre falsificados y manipulados) de las masas. Incluso la no participación y la no organización de éstas son parte de manipuleo ideológico. Por ello siempre los medios de información y la iglesia tienen la convicción de que al dominar el pensamiento de las masas –al meterles todo lo que quieran en la cabeza- dominan la política; por eso también todos los políticos deben adaptarse a esas instituciones ideológicas porque ellas controlan el pensamiento de la gente. ¿Cómo López Obrador va a ganar voluntades y votos sin ir a la misa papal y sin adoptar la ideología del perdón para ganarse a los medios de información? Que Noroña tiene toda la razón en las críticas que hace a AMLO es indiscutible, pero el problema es cómo ganar votos entre un pueblo profundamente manipulado.
7. El diputado Noroña, que dejará el cargo en siete meses, está dispuesto a luchar en solitario –aunque fuera como lo ha hecho: protestando en las calles- pero sin claudicaciones de ningún tipo, “sin dejar trozos de dignidad”; en ello todos los “solitarios” estamos de acuerdo a pesar del peligro que representa. López Obrador –por concepción y práctica política- está diez veces más comprometido porque, según ha dicho: el único camino para la liberación del pueblo es el electoral y por ello lo siguen muchos miles. ¿Podrá avanzar el trabajo de AMLO sin hacer mil una concesiones con los de abajo, pero también con los de arriba? No es sencilla la discusión que se ha iniciado sobre la estrategia para enfrentar a la clase dominante. Para Noroña parece más fácil; por el contrario, para López Obrador es caminar por el filo de la navaja donde cualquier desvío puede causarle la muerte política.
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