El
asesinato de un taxista en algún pueblo olvidado de Guerrero motivó a
la cineasta Laura Plancarte para recrear con un elenco internacional la
tragedia cotidiana que vive ese estado, entrevistando a los familiares
verdaderos de la víctima en Tierra Caliente, cinta que compitió por el
Premio Mezcal en la 30 edición del Festival Internacional de Cine de
Guadalajara (FICG), efectuada del 6 al 15 de marzo. El filme “da voz a
esa familia”, según la directora, si bien es asimismo un llamado de
solidaridad para el actual México en llamas.
GUADALAJARA, JAL. (Proceso).- La cineasta, artista plástica y
arquitecta Laura Plancarte decide darle voz en la pantalla grande a una
familia de Tierra Caliente en el estado de Guerrero y denunciar el
asesinato de uno de sus familiares, que era taxista, porque nadie, ni
siquiera el gobierno, la ha querido escuchar para esclarecer el suceso.
Actores de varios países recrean a cada miembro de esa familia, que
prefiere quedar en el anonimato debido a eventuales represalias.
En medio de las escenas se incluyen grabadas las voces verdaderas de
la familia. La historia refleja dos años y medio de su vida. El peligro
inminente se presenta en el momento en que su existencia se encuentra
entre el fuego cruzado de los narcotraficantes y los militares, según
la directora de esta película de ficción, basada en ese hecho real,
intitulada Tierra Caliente, la cual compitió por el Premio Mezcal en la
30 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG),
efectuada del 6 al 15 de marzo.
Plancarte, nacida en la Ciudad de México, deseaba trabajar un tema
social, “porque como artista y realizadora se cuenta con el privilegio
de tener voz y muchísima gente no goza de ello”. Así que decidió darles
voz a otras personas que la necesitan mucho más:
“Pero no encontraba cómo llegar a un tema social. No deseaba
realizar algo amarillista o sensacionalista. Venía hacia Guadalajara a
inaugurar una exposición en el Instituto Cultural Cabañas, y en el
camión conocí a una chica de Tierra Caliente. Me narró su historia y me
di cuenta que buscaba le diera voz. Hicimos muy buena química, conocí a
su familia y me di cuenta que era imposible filmar en Tierra Caliente,
por peligroso.”
Empezó a trabajar entrevistas con sus familiares, grabadora en mano.
“El material era rígido, servía para poner las cosas en un contexto,
y a final de cuentas la gente te está contestando una pregunta, no
puedes a partir de eso saber cómo es la vida cotidiana de un lugar, más
cuando no eres de allí. También si alguien llega de tu familia a vivir
contigo, como el visitante es ajeno ante la familia, no se comporta
como lo hace cotidianamente, y yo quería tener la parte natural.
Acordamos que la familia iba a quedarse con las grabadoras para
autograbarse. Y lo que quisieran que yo escuchara, me lo iban a mandar.”
Así laboraron durante tres años.
“En ese tiempo pude entender cómo era la vida cotidiana del lugar,
cómo era realmente el sentir de la familia y cómo vivía. Ahí decidí que
el largometraje lo iba a efectuar con actores que iban a imitar a esta
familia. Pero se debía ir hacia el fondo.”
Rememora que le interesaba que los actores hablaran en inglés, para llevar la historia también al público anglosajón:
“En lo que padece México, Estados Unidos está metido del pelo hasta
los pies, y por desgracia a quien le toca la peor parte es a México.
Esa nación del norte está bien, pero vende todo el armamento y consume
gran parte de las drogas y nosotros sufrimos las consecuencias; por eso
quiero que la película la vea también un público anglosajón, y este
público pocas veces quiere ver una película subtitulada. Está
acostumbrado a que se les hable en su idioma.”
–¿No dudó que los actores hablaran en inglés?
–El relato es tan fuerte que a pesar de que sea en inglés, interesa,
además hay mucho fondo… Pero las grabaciones de las voces reales de la
familia están en español. Es como un concepto de flashback (escena
retrospectiva) donde la familia real reconstruye el pasado. El México
presente se ve en las conversaciones de los actores, en inglés y
filmados en Londres, y la manera de recordarle al público que esto no
es una ficción, es cuando se ponen las grabaciones las cuales entran y
salen de la película. Se tratada de decirle al que ve el filme que no
se le está tomando el pelo.
El elenco lo conforman Anais Alvarado, Dimitri Andreas, Claudia
Coulter, Ignacio Guadalupe, Kaylan Levy y Christianne Oliveira. El
guión también lo escribe Plancarte. Eben Bolter y Richard Gillespie son
los encargados de la fotografía. Producen Mike Lerner, Roast Beef
Productions, Clownfish e Integradora Cinematográfica.
El sentido de la cinta
Plancarte ha estudiado realización de cine, arte, arquitectura
efímera y arte conceptual, gramática y lenguaje cinematográfico y
filosofía. Es directora y cofundadora de L2PMFilms y cofundadora de El
Divino Producción.
Ha expuesto en el Kilburn Festival en Londres, en el Museo Raúl
Anguiano, en el Festival de Performance Ebent de Barcelona, entre
otros, y obtenido diferentes reconocimientos como Patrocinios de la
Colección Jumex y Fundación del Centro Histórico.
–¿Qué desea transmitir con Tierra Caliente?
–Varias cosas. Primero, darle voz a esta familia. Se lo merece,
necesita denunciar lo que sucedió y sucede, ¡y no puede pasar
desapercibido!… Lo que me conmovió mucho es que cuando el taxista
desapareció una noche, a las cinco de la mañana del día siguiente ya lo
buscaban unos cien taxistas, en un pueblo que cuenta con 800 personas.
Segundo, eso nos habla que en México, a pesar de las circunstancias
difíciles por las que pasamos, existe la solidaridad, el humanismo y el
sentido de comunidad y de defender un lugar.
“Los mexicanos no podemos quedarnos sólo diciendo: ‘¡Qué fatal!’. Si
te quedas en la tragedia, ¿dónde está la propuesta? Para mí, la
propuesta es decir: estas personas, a pesar de que ya vivieron la
tragedia en carne propia, siguen adelante y quieren que las cosas se
solucionen. Desean un mejor México y esto me motivó mucho a filmar. En
México hay más gente buena que malosos. Sería una pena que digamos:
‘¡Está todo perdido!’. ¡De ninguna manera, hay que ver cómo está
luchando la gente por los 43 desparecidos en Iguala, debemos salir
adelante!”
La película se ocupa de los normalistas desaparecidos en Guerrero y muestra escenas de marchas al respecto.
–Hace tres años y medio, tiempo que tardó en realizar el
largometraje, ¿se imaginó que Guerrero iba a padecer toda esta
situación?
–Cuando empecé el proyecto estaba muy difícil la situación, pero
nunca me imaginé que se iba a llegar a lo de ahora. Cuando se ve lo de
los 43 estudiantes, las voces de la familia me contestan: “Esto ha
sucedido desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que ahora fueron 43
juntos y al mismo tiempo”, por eso se volvió un escándalo
internacional. Lo triste es que hay personas que sienten que no
existen, no tiene un espacio para denunciar, pasan una situación así y
a nadie le importa.
Preocupada, la directora agrega:
“No estamos en un país de estado de derecho. Que no se le tome en cuenta a esta gente me parece la peor de las tragedias.”
–¿Se involucró mucho con la familia?
–Fue difícil tomar distancia…
“Imagínate la cantidad de horas que me llamaban, ¡cientas! Tuve que
crear un proceso para poder digerir la información. Incluyo una fiesta
de la familia que festeja un cumpleaños y una velada donde cantan, a
pesar de su situación. La cultura mexicana tiene tanto color, que hay
mucha belleza… Obviamente padecían mucha tristeza y muchos momentos muy
difíciles.
“Me puse un ejercicio: mientras escuchaba las grabaciones, como
también vengo de las artes plásticas, yo dibujaba. Tengo más de 250
dibujos que realicé cuando estaba escuchando las grabaciones para poder
digerir el material y ponerle una distancia, por el bien de la misma
pieza porque se debe seleccionar de las grabaciones. Es muy difícil
eso. Eran demasiadas horas, para los 80 minutos que dura el
largometraje.”
–¿Habló con la familia de por qué no les hacen caso y por qué es tan violenta la zona?
–Sí, conversamos mucho al respecto. ¿Por qué es violenta la zona?,
porque es Tierra Caliente, pasional, y a diferencia de otros estados en
México, la gente de Tierra Caliente acostumbra a tener armas en su
casa. Esa gente tiene otro temperamento; pero también tienen una
riqueza cultural tremenda de música, en artesanías, en fin. La cultura
de Tierra Caliente es muy bonita, desgraciadamente se opaca por esta
situación. No hay una respuesta fácil…
“Por ejemplo, es un lugar que está lejos de la frontera de Estados
Unidos y, sin embargo, tiene una influencia cultural estadunidense
enorme, muchos de los pueblos de Tierra Caliente están vestidos como
cholos. ¿Cómo es que hay tanta relación con la cultura estadunidense?
Esas interrogantes son muy difíciles de contestar, tenemos que hacer un
análisis realmente profundo de la cultura y Guerrero se ha puesto muy
violento por el opio (sic), y lo que sucede es un pleito de territorios
brutal, y al gobierno se le salieron de control las cosas. La región es
tierra de nadie.”
–En la película, la familia, interpretada por los actores, se
encuentra en una fiesta, y como si nada hablan de secuestros y de
personas asesinadas, ¿cómo ve que sea común que se hablen de esos temas
y ante los niños?
–¡Es escalofriante!, por eso esa es la escena con la que empieza la
película. Comen pastel y celebran un cumpleaños y hablan de la
violencia como si estuvieran diciendo: “Pásame la sal” o “¿De qué sabor
es el pastel?” Nos estamos acostumbrando a vivir así.
No obstante, cree que “no debemos aceptar la violencia” y de que “es
momento de que nos unamos los mexicanos, como aquellos cien taxistas”,
añade:
“Necesitamos resolver problemas muy de fondo de México, como la
educación, para producir más en nuestro país y consumamos más lo
mexicano y menos lo extranjero, o será muy difícil que salgamos
adelante. Vivimos un momento muy oscuro con la guerra del narco; pero
creo que los problemas son mucho más profundos. En lugar de decir:
‘Construyamos más muros y que haya más policías’, necesitamos ver qué
vamos a hacer con las futuras generaciones.”
–¿Por qué no se revela el nombre del taxista asesinado, ni los nombres de los integrantes de la familia?
–Porque no hacemos la película para buscar más tragedia. Lo que
queremos decir es: “Podemos hacer mejor las cosas”. Ya no se trata de
apuntar todo con el dedo; y sí hay una denuncia clara en la cinta,
porque la hace la familia; no los atienden, el gobierno no les hace
caso.
“Pero yo me quedo con la acción de los cien taxistas. Y mi
perspectiva es todos podemos hacer algo. Está en nosotros buscar estar
en mejores circunstancias.”
Concreta así la finalidad de Tierra Caliente:
“Espero que mucha gente de Guerrero se sienta identificada con esta
película, y sepa que se está contando la situación, que no pasan
desapercibidos. Y espero que incite a la reflexión para no sólo culpar,
sino ver cómo podemos poner nuestro granito de arena en resolver el
problema.”
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