-
El 59 período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y
Social de la Mujer (CSW) de la ONU concluyó con la meta de alcanzar la
igualdad de género en 15 años más, resumida en el lema: “50.50 en 2030”.
Del 9 al 20 de marzo, miles de delegadas y delegados, gobernantes,
embajadores, especialistas y activistas inundaron la ciudad, con más de
650 eventos, charlas, sesiones informativas, reuniones, presentaciones y
talleres para consolidar ese objetivo, como señaló Ban Ki-moon,
secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas),
durante las sesiones, también conocidas como CSW 59.
“Para mí la CSW siempre ha sido una de las reuniones más dinámicas… del calendario de la ONU": Liesl Gerntholtz.
Soon Young Yoon, representante ante la ONU de la Alianza
Internacional de la Mujer y presidenta del Comité de Organizaciones No
Gubernamentales sobre la Condición de la Mujer, calcula que más de
11.000 personas participaron en la CSW de este año.
“Fue el mayor movimiento feminista en la historia de la ONU en Nueva York”, aseguró a IPS.
Yoon atribuyó la enorme asistencia a los intentos que en 2014
pretendieron recortar los derechos de las mujeres, como las actividades
fundamentalistas en Medio Oriente y África, el secuestro de 270
escolares de Nigeria por el grupo extremista Boko Haram, y la creciente
cultura de hostilidad y acoso en Internet.
“El movimiento de mujeres redobló la apuesta contra todo esto. La CSW
es una peregrinación para el movimiento internacional de la mujer”,
sostuvo.
La CSW de este año procuró conmemorar y reafirmar los compromisos internacionales asumidos en la Plataforma de Acción de Beijing y la resolución 1325 del Consejo de Seguridad, respectivamente en 1995 y 2000.
En lugar de diseñar una agenda audaz o luchar por reformas políticas,
era importante hacer un balance de los avances y evaluar qué acciones
será necesario adoptar en el futuro, indicó Christine Brautigam,
directora de la División de Apoyo Intergubernamental de ONU Mujeres.
“Nuestra tarea era la revisión integral de la plataforma de Beijing,
de cómo se encuentra su implementación. Obtuvimos buenas indicaciones de
cómo seguir adelante”, señaló Brautigam a IPS en el último día de la
reunión.
La CSW se “benefició enormemente” de una cantidad “sin precedentes”
de informes de los Estados miembros, ya que 167 países presentaron
informes sobre las reformas en materia de igualdad de género que
adoptaron, explicó.
Los Estados miembros habían acordado que la CSW produciría una “breve
y sucinta declaración política” que reafirmaría el compromiso de
cumplir con la visión de la plataforma de Beijing y lograr la igualdad
de género en 2030, añadió.
“La conclusión clave es ese resultado político adoptado en el primer día”, destacó.
La declaración tiene seis puntos de acción, pidiendo un enfoque
renovado y un progreso más rápido hacia los ideales establecidos en la
plataforma de Beijing.
Los Estados miembros reclamaron el fortalecimiento de leyes y
políticas, un mayor apoyo a los mecanismos institucionales que abogan
por la igualdad de género, la transformación de las normas
discriminatorias y estereotipos de género, una mayor inversión para
cerrar las brechas de recursos, rendición de cuentas en el cumplimiento
de los compromisos y mejor capacidad de recolección de datos, monitoreo y
evaluación.
“Esta es una base formidable para que todos, desde los gobiernos
hasta el sistema de la ONU y la sociedad civil, tomen acción”, expresó
Brautigam.
Aunque reafirmar los compromisos anteriores y analizar el progreso era el objetivo oficial de la CSW, no fue su única función.
Liesl Gerntholtz, directora de la División de Derechos de la Mujer de la organización Human Rights Watch,
dijo que la CSW anual se convirtió en un importante punto de encuentro
para el intercambio de ideas, energía e inspiración de mujeres de todo
el mundo.
“El valor de la CSW se desplazó de las negociaciones y los documentos
finales, a ser un espacio para que la sociedad civil se relacione con
los Estados miembros y entre sí”, dijo a IPS.
“El trabajo en red es fundamental, y se ha convertido en la parte más
valiosa de la conferencia. Es la oportunidad para que el movimiento se
reúna y diseñe estrategias, para hacer alianzas más fuertes y tener
discusiones muy ricas e interesantes acerca de cuáles son los
problemas”, comentó.
El carácter inclusivo de la CSW, donde las activistas pueden
mezclarse con los embajadores y los políticos comparten paneles con
académicos y celebridades, fomentan el intercambio de ideas e
inquietudes entre los estratos sociales, observó.
“Fue fascinante escuchar a la gente hablar de formas de acoso de las
que antes no se hablaba, como el acoso cibernético, las mujeres
amenazadas por la violencia sexual en las redes sociales”, explicó.
Brautigam compartió esa opinión.
“Para mí la CSW siempre ha sido una de las reuniones más dinámicas…
del calendario de la ONU. Es un mercado primordial de ideas y lecciones
aprendidas, para la solidaridad y para recabar fuerzas para el trabajo
del año venidero”, opinó.
Sin embargo, también hay críticas. En los últimos años algunos
Estados miembros pretendieron revertir avances logrados e incumplir las
promesas de reformas futuras, según Gerntholtz.
“Hubo inquietud… sobre el valor de la CSW. Hubo algunos intentos en
los últimos años de hacer retroceder el lenguaje en la plataforma de
Beijing, en especial sobre la violencia contra la mujer y los derechos
reproductivos”, afirmó.
“Esa sigue siendo una gran preocupación para este foro”, añadió.
Gerntholtz dijo que en 2014 hubo una ofensiva en ese sentido de los
representantes de Irán, Egipto, el Vaticano y varias naciones africanas,
un grupo al que se refirió como la “alianza poco santa”.
“En cualquier otra circunstancia, no se hablarían entre sí, pero se
agrupan para diluir importantes derechos de las mujeres”, destacó.
El viernes 20, durante la clausura de la CSW, la directora ejecutiva
de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, dijo que la sesión de este año
fue “enérgica, dinámica y orientada hacia el futuro”.
“Todos somos conscientes de que no hay atajos para lograr la igualdad
de género, el empoderamiento de la mujer y los derechos humanos de las
mujeres y las niñas. Basadas en el camino que hemos recorrido, sabemos
que hay más retos por delante”, dijo en ese acto, durante el que se
eligió a Brasil para la presidencia del 60 período de sesiones.
Editado por Roger Hamilton-Martin / Traducido por Álvaro Queiruga
No hay comentarios.:
Publicar un comentario