El viernes 10 de octubre, Aristegui dio a conocer detalles del
Boeing 787 Dreamliner –que por cierto Peña estrenará tras las
elecciones de junio– y, citando al secretario de Comunicaciones y
Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dijo que el costo sería de mil 733
millones de pesos, cuando en realidad nos costará más de 7 mil millones.
Apenas terminó el noticiero, a las 10 horas, la orden del director
de noticias de MVS, José Antonio Vega “El Chino”, fue bajar de la
página de MVS Noticias toda la información sobre el avión, salvo la
nota de Ruiz Esparza –que puede seguirse consultando–, y se eliminó,
además, el video íntegro de la intervención de Aristegui sobre el tema.
Como parte del convenio con MVS, la página aristeguinoticias.com
había subido este video, pero también repentinamente desapareció y, en
su lugar, fue colocada en pantalla un letrero: “Este video cuenta con
contenido de Stereorey México, S.A.-MVS, quien lo bloqueó por razones
relacionadas con los derechos de autor”.
Cuando el equipo de Aristegui preguntó por qué habían bajado el
documento, directivos de MVS alegaron que la página había sido víctima
de un hacker, pero luego un técnico de YouTube acreditó que la
responsable era la empresa. “Esto es censura editorial”, definió la
periodista.
Aristegui sabrá por qué no ha hablado de esto ni sobre el extraño
robo que sufrió en las instalaciones de aristeguinoticias.com hace
exactamente un año, el 22 de marzo de 2014 –días antes de revelar la
presunta red de trata de mujeres del priista Cuauhtémoc Gutiérrez de la
Torre–, ni tampoco sobre las intimidaciones que ha padecido sobre su
familia.
Sobre lo que ya habló, una vez que fue despedida de MVS, es sobre la
orden que recibió de no transmitir en su noticiero el reportaje de la
Casa Blanca, el lunes 10 de noviembre –tal como aquí se acreditó la
semana pasada en “Caso Aristegui: Fue Peña”–, y sobre las presiones del
gobierno para que así sucediera.
En la entrevista con Jenaro Villamil, en Proceso, confirma lo que
aquí se escribió, en el sentido de que si difundía el reportaje sería
despedida junto con su equipo. “Se colocó, efectivamente, el dilema de
que si se transmitía esa información en Noticias MVS se daba por
sentado que el programa desaparecería”.
La semana pasada escribí que fue Alejandro Vargas, director de MVS
Radio, quien transmitió a Aristegui la orden de no difundir el
memorable reportaje en su espacio, pero en la entrevista con Yuli
García, de El Universal, identificó al autor de la censura: Joaquín
Vargas, presidente del consejo de administración del Grupo MVS.
Está pendiente aún quiénes fueron los operadores del gobierno de
Peña, que Aristegui afirma que intervinieron, para censurar la
investigación desde al menos septiembre, cuando se pidió a la
Presidencia de la República su opinión sobre el particular y de
inmediato los Vargas activaron “la búsqueda de comprensión” para
ocultar ese trabajo. Pero eso sin duda se sabrá.
Lo que resulta ya risible es que MVS niegue la censura, que fue no
difundir el reportaje en el noticiero de Aristegui, y alegue que se le
despidió por haber firmado un acuerdo con MexicoLeaks, un mero pretexto.
Felipe Chao, vicepresidente de MVS, afirma que no hubo censura,
porque Aristegui “decidió darle la exclusiva del reportaje” a su portal
–omitió a Proceso–, el domingo 9 de noviembre de 2014 y al día
siguiente, el lunes 10, más del 50% del tiempo del programa fue
dedicado al reportaje de la Casa Blanca.
Si así fue, ¿cómo permitió MVS que Aristegui se apropiara de una
investigación financiada por la empresa? ¿No es eso más “abuso de
confianza” y causal de rescisión del contrato que firmar un acuerdo con
MexicoLeaks? Pero no sólo no lo hacen, sino que renuevan el contrato y
le compran un coche de lujo.
Si no hubo censura al reportaje, y ella lo compartió con Proceso,
¿por qué MVS no publicó desplegados, como sí lo hizo tras el acuerdo
con esa plataforma? ¿Por qué, si no hubo censura, el equipo de
Aristegui era ignorado y visto con recelo por los directivos?
Si no hubo censura, ¿por qué borraron de las cuentas de MVS todo lo
relacionado con Aristegui y el avión de Peña de más de 7 mil millones
de pesos? ¿O ya nadie se acuerda, ni Aristegui?
Apuntes
El 10 de noviembre de 2014,
escribí en este espacio: “Llama la atención que en la página de los
espacios noticiosos de MVS, su página de Internet y su cuenta de
Twitter no haya una sola referencia al trabajo del equipo de Aristegui.
Ojalá que el gobierno de Peña no tenga la misma tentación de Felipe
Calderón, que ordenó a los Vargas, dueños de MVS, el despido de
Aristegui y que debió reinstalar tras una vigorosa movilización
ciudadana. La empresa es de los Vargas, pero el espectro radioeléctrico
es de los mexicanos y Peña sólo está de paso…” Me hubiera gustado
equivocarme. Hoy, quién inteligente puede dudarlo, la venganza de Peña
contra Aristegui tiene un efecto multiplicador en los derechos
constitucionales de expresión y de información de la sociedad. No puede
haber equívocos: El mensaje no es sólo para los periodistas críticos,
también alcanza a los cortesanos y oficiosos. El mensaje es peor en los
estados: Los gobernadores, alcaldes y caciques pueden descabezar a
quien consideren incómodo. Ya la muestra la puso Peña…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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