Por Tania Molina Ramírez
El gobierno de México continúa
negociando un acuerdo con otros 11 países, entre ellos Estados Unidos,
que condicionaría las medidas de salud pública y nutrición al
acatamiento de estrictas reglas internacionales de protección a la
propiedad intelectual, limitaría la libertad de expresión en Internet y
violaría la privacidad de los usuarios. Así lo confirma un borrador del
capítulo relacionado con derechos de propiedad intelectual, del Acuerdo
de Asociación Transpacífico (ATP o TPP, por sus siglas en inglés),
filtrado por Wikileaks a varias organizaciones y medios en el mundo,
entre ellos a La Jornada, en exclusiva para México.
El documento abarca los derechos de propiedad intelectual en los
rubros de Internet, medicamentos y recursos genéticos, entre otros.
Está fechado el 16 de mayo de 2014 y fue resultado de una ronda de
negociaciones del ATP, en la ciudad de Ho Chi Minh, Vietnam, que se
llevó a cabo del 12 al 15 de ese mes.
El acuerdo se negocia en secreto o, al menos, en secreto para la
población de los países que lo firmarán, porque cientos de cabilderos
de empresas estadunidenses como Monsanto, Halliburton y Chevron, tienen
acceso al borrador, afirma Wikileaks.
El texto se da a conocer un día después de que el presidente
estadunidense, Barack Obama, conversó por teléfono con el primer
ministro japonés Shinzo Abe acerca del ATP. Las negociaciones entre
ambos países se habían estancado, el mes pasado, en Washington, por
desacuerdos respecto a aranceles agrícolas, informa Reuters.
Los países que negocian el ATP son: México, Estados Unidos,
Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú,
Singapur y Vietnam, cuyas economías generan 35 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB) global.
En noviembre del año pasado, Wikileaks filtró un borrador de este
mismo capítulo, pero producido y distribuido en agosto de 2013, tras la
19 ronda de negociaciones del ATP, en Brunei. En esa ocasión dio el
documento a ocho organizaciones y medios en el mundo, y, en exclusiva para México, a La Jornada.
“Comparando el documento con la filtración pasada, al menos en
aspectos de derechos de autor, el texto ha tenido muy pocos cambios.
Llama la atención la falta de avances a nivel de textos, considerando
los importantes esfuerzos diplomáticos existentes, y la presión expresa
de Estados Unidos, para obtener la firma del tratado antes de fin de
año”, dice Claudio Ruiz, director ejecutivo de la organización chilena Derechos Digitales, a La Jornada.
Por otro lado, “los pocos cambios que existen no hacen sino
fortalecer la inflexible posición de Estados Unidos respecto de asuntos
tan sensibles como limitación de responsabilidad para prestadores de
servicios de Internet”, explica Ruiz.
Uno de los puntos del borrador que generó mayor oposición fue el que
establecía que los proveedores de servicio de Internet sean obligados a
quitar contenido que el autor considere que viola sus derechos de
autor. La Electronic Frontier Foundation (EFF) lo planteaba así: “Se
obliga a los proveedores de servicios de Internet (ISP, por sus siglas
en inglés) a convertirse en los que hacen que se respeten los derechos
de propiedad intelectual. Se fomentará que los ISP bajen, filtren y
bloqueen contenido legítimo, sólo requiriendo para ello de una
notificación privada de un supuesto dueño del derecho de propiedad
intelectual”.
La EFF opina: “Severas políticas de derechos de propiedad
intelectual restringen nuestro derecho a compartir, modificar y
experimentar con el contenido y la tecnología”.
El ATP abarca, además del tema de los derechos de propiedad
intelectual, medio ambiente, agricultura, servicios, compras de
gobierno y regulación. Las estrictas medidas establecidas en este
capítulo, de 77 páginas, contrastan con lo laxo del capítulo ambiental
del ATP, cuyo borrador fue filtrado por Wikileaks a tres medios, entre ellos La Jornada, en enero pasado.
En lo que respecta a patentes, los negociadores dividieron a los
países en tres categorías, y así escalonaron la puesta en práctica de
los artículos correspondientes en los distintos países participantes.
En este tema, sin embargo, “todo se jugó en el TRIPS de la
Organización Mundial de Comercio”, dice el economista Alejandro Nadal,
profesor e investigador de El Colegio de México. En este rubro, el
acuerdo simplemente consolidaría lo planteado por TRIPS.
Sobre el ATP, Noam Chomsky señaló
que “está diseñado para llevar adelante el proyecto neoliberal, para
maximizar las ganancias y la dominación”. “Le llaman libre comercio,
pero eso es sólo una broma… Estas son medidas altamente
proteccionistas, extremas, diseñadas para socavar la libertad de
comercio. De hecho, mucho de lo filtrado sobre el ATP muestra que no se
trata de comercio, sino de derechos de inversión”.
Es probable que este no sea el borrador más actual, porque recién
hubo una ronda de negociaciones en septiembre pasado, en Hanoi,
Vietnam. El ATP comenzó a negociarse en 2008.
El documento puede consultarse aquí.
Más información en el micrositio de Wikileaks en La Jornada.
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