Nueva York, 18 mar. 15. AmecoPress/SEMlac. La
masculinidad es una norma social posible de modificar siempre y cuando
los gobiernos no disminuyan el presupuesto designado para alcanzar la
igualdad, lo que representaría un grave retroceso. Esta la conclusión a
la que llegaron los y las representantes de los países miembros de
Naciones Unidas durante la asamblea de la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer, CSW59.
Durante el
panel "La responsabilidad de los hombres y los niños para alcanzar la
igualdad de género" expertos señalaron que la igualdad beneficia a
hombres y mujeres, mejora la salud, la educación y genera prosperidad
en los países. Por ello, es de vital importancia trabajar conjuntamente
y mirar a los hombres y a los niños como agentes de cambio.
En el marco de
la campaña impulsada por el Secretario General de ONU Ban Ki-Moon, He
for She, representantes de diversos países analizaron el tema de la
participación e inclusión de los hombres para alcanzar la igualdad y
compartieron sus principales retos y experiencias.
Nuevas masculinidades
Gary Barker,
representante de la organización ProMundo, señaló que la vida de los
hombres mejora si participan y trabajan con las mujeres para alcanzar
la igualdad.
Para ello es
necesario implementar estrategias en materia de educación y
capacitación para que no haya varones violentos o pasivos ante la
violencia y que se conviertan en "hombres de calidad" que puedan
establecer alianzas con las mujeres, afirmó el activista.
Asimismo,
explicó que es necesario que los hombres puedan acceder a las licencias
de paternidad y que tengan mayor participación en la familia.
En este
sentido, Natko Gereš, director de Status M, de Croacia, explicó que
recientes estudios en su país, donde están difundiendo la
masculinización positiva, señalan que los jóvenes perciben dos tipos de
hombres: los machos (violentos, intolerantes y que reprimen sus
emociones) y los que quieren ser (positivos, que respetan a las
mujeres, que son tolerantes, que buscan ayuda y que no son violentos).
Esto, dijo
Gereš, ofrece una esperanza porque significa que los jóvenes están
empezando a vislumbrar una nueva masculinidad y a dejar de lado los
estereotipos.
Por otro lado,
Søren Feldbæk Winther, representante del Ministerio de la Mujer en
Dinamarca, puso como ejemplo el trabajo que han realizado a través de
campañas contra la violencia encabezadas por hombres.
También han
impulsado el trabajo de cuidados profesionales para varones, quienes
por temor o vergüenza no habían podido desarrollar ese tipo de
actividades en las que han destacado.
La igualdad mejora los países, tres ejemplos
Islandia es el
país con mayor igualdad entre hombres y mujeres en el mundo. Hoy en día
la mitad del parlamento está formado por mujeres, han logrado salarios
iguales para hombres y mujeres y la licencia de maternidad.
Además, fue el
primer país en tener una mujer presidenta. Allí los hombres y las
mujeres pueden desarrollar su potencial, según expertos de Naciones
Unidas.
El segundo
caso al que se hizo referencia en el panel fue el de Ruanda, un país
que ha sufrido genocidios y que hoy ocupa el lugar siete en brecha de
igualdad entre hombres y mujeres. La igualdad ha desencadenado avances
en esa nación, como la reducción de la mortalidad infantil a casi la
mitad, la existencia de más mujeres participando en negocios y en el
parlamento, y la reducción de la violencia.
Ruanda es hoy la economía que más rápido crece en el continente africano (8%).
También en
Nicaragua existen pasos de avance. Los expertos señalaron que este
país, que se vio afectado por la violencia, ha logrado reducir el
número de homicidios.
Hoy Nicaragua
tiene el mayor número de mujeres en el cuerpo policiaco en el mundo y
el 60 por ciento del personal de su gabinete son mujeres.
Al respecto,
Henry MacDonald, representante permanente de Surinam en Naciones
Unidas, dijo que estos casos ponen de manifiesto que los cambios en las
leyes no bastan para lograr la igualdad, porque es necesario que se
lleve a cabo un cambio cultural. "Avanzar hacia la igualdad es lo más
inteligente, porque no sólo se trata de mujeres y hombres, se trata
también de la economía mundial", consideró.
El caso de México
En el panel en
representación de México intervino Claudia Alonso, directora general
adjunta de Igualdad de Género de la Secretaría de Educación Pública
(SEP). Alonso habló de la necesidad de incidir en todos los niveles de
la sociedad para fortalecer la igualdad.
Afirmó que
actualmente se lleva a cabo un gran esfuerzo para lograr la
transformación de identidades y la reconstrucción de las masculinidades
y feminidades, sobre todo al interior de las instituciones
gubernamentales.
Explicó
también que desde el sector educativo han trabajado para lograr el
desarrollo integral de los niños y las niñas para transformar la idea
indebida de lo masculino.
Los medios de comunicación
Especial
atención en el debate se puso al papel de los medios de comunicación
por considerar que juegan un papel fundamental en la difusión de
estereotipos. Al respecto, los y las representantes de los países
señalaron que es necesario trabajar para generar contenidos libres de
estereotipos, discriminación, lenguaje sexista y dar voz a las mujeres,
visibilizarlas.
Finalmente,
señalaron que las redes sociales son espacios que deben aprovecharse
para llegar a los jóvenes, que son la generación más grande que ha
existido y representa una oportunidad para lograr el cambio.
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