3/26/2015

Se busca embajador

Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto








(Foto: ESPECIAL)
La embajada en Washington, que dejó vacante el ministro que ahora “sirve el café” a sus compañeros de la Corte, Eduardo Medina Mora, sigue en espera de la decisión que tomará el presidente Enrique Peña Nieto, para la más estratégica de las sedes diplomáticas de México en el extranjero. Entre Los Pinos y la Cancillería se barajan cuatro nombres, en ese orden de posibilidades: Gerónimo Gutiérrez, ex subsecretario para América del Norte en el gobierno foxista; Ildefonso Guajardo, secretario de Economía; el actual cónsul de México en Los Angeles, Carlos M. Sada; y el gobernador de Querétaro, José Calzada Rovirosa. 
De las cuatro opciones, la última incorporada a la lista es la del panista Gerónimo Gutiérrez, propuesto por el canciller José Antonio Meade. Su nombre fue filtrado esta semana desde Washington al corresponsal de la revista Proceso, Jesús Esquivel, quien citando “una fuente diplomática mexicana”, lo llamó “el favorito” en la sucesión por la embajada. Sin embargo, en México fuentes del gabinete confirman que fue propuesto y “tiene muchas posibilidades” pero no dan por hecho su nominación.
De hecho, un ala del gabinete cuestiona, sin dejar de reconocer su amplia experiencia en la relación con Estados Unidos, el origen panista de Gerónimo y creen que el Presidente tendría que analizar su militancia. El 17 de febrero pasado, durante un foro en el Senado, el ex canciller Luis Ernesto Derbez, quien fuera jefe de Gutiérrez en el sexenio foxista, criticó duramente la política exterior del gobierno de Peña Nieto y la calificó de “timorata” y que prefiere “nadar de muertito” para no tener problemas con otras naciones”. “¿Después de esas críticas tan duras, le va a dar la embajada en Washing-ton a una gente de Derbez?, se preguntan miembros del gabinete. 
La segunda opción en la lista es el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien cuenta con el apoyo del área económica del gabinete —léase Luis Videgaray— pero no necesariamente es la mejor vista por la Cancillería. Ildefonso es un político más cercano y leal al Presidente y a su experiencia política y de promoción internacional se suma que ocupó algunos cargos en la SRE. Pero además, sus promotores mencionan que “se la deben”, luego de que no fuera nombrado candidato al gobierno de Nuevo León. 
El tercer nombre, Carlos M. Sada, es el actual cónsul de México en Los Angeles y representa al Servicio Diplomático. Tiene experiencia en cargos diplomáticos en Estados Unidos durante los últimos 15 años, pues antes de estar en California fue cónsul en Nueva York, Chicago y San Antonio, y también fue ministro para Asuntos con el Congreso Estadounidense en la embajada de México en Washington, de 2007 a 2011 en el gobierno calderonista. En sus inicios en el servicio diplomático fue cónsul en Toronto, Canadá, durante las negociaciones del TLC en el sexenio salinista. 
Como cuarta opción, y la de menos posibilidades, aparece el gobernador de Querétaro, José Calzada, quien tiene en su currículum un cargo como consejero para Asuntos de Pesca y Medio Ambiente en la embajada de México en Estados Unidos. Sin embargo, ni en Los Pinos ni en la Cancillería se le ve como un prospecto fuerte para el cargo. 
Es cuestión de días, dicen las fuentes consultadas, para que el Presidente tome la decisión y envíe al nuevo embajador que atenderá una relación que, si bien es la más importante para México en su política exterior, no ha sido precisamente el fuerte de la administración Peña Nieto. Tras un inicio complicado por la política de “ventanilla única” que se les impuso a las agencias estadounidenses en la cooperación contra el narcotráfico, tropiezos como la liberación de Rafael Caro Quintero y más recientemente el acercamiento mexicano a China, que no fue nada bien visto por la administración Obama. ¿Quién será el nuevo hombre de México en Washington?
NOTAS INDISCRETAS… Hasta el cierre de esta columna las negociaciones en San Quintín se mantenían “atoradas”. Los jornaleros paristas de la Alianza discutían si aceptaban o no la propuesta de incremento de 15% al sueldo mínimo diario que puede cobrar un trabajador de los campos, que con ese incremento quedaría en 145 pesos, mientras los agricultores del Consejo Agrario de BC decían que era su “última propuesta”, luego de que por la mañana comenzaran la negociación con un 6% de aumento. Mientras tanto policías estatales, federales y el Ejército realizaban rondines por las comunidades del Valle en previsión de nuevas protestas si no había acuerdo en las negociaciones… Los dados mandan Serpiente. Caída libre.
sgarciasoto@hotmail.com

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