Por: Cecilia Balderas /
12 agosto, 2015
(12 de agosto, 2015. Revolución
TRESPUNTOCERO).- De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), en el 2000 –año de elecciones
presidenciales donde, por primera vez el candidato ganador emanó de un
instituto político diferente al Partido Revolucionario Institucional
(PRI)- se registraron 10 mil 733 homicidios y en 2008 el número aumentó
considerablemente, al alcanzar los 14 mil; sin embargo, lo peor estaba
por venir, pues fue 2011 el año en que se registró el mayor número de
asesinatos, alcanzó la mayor cifra, al dispararse hasta en 27 mil 213.
Al participar en el seminario Violencia
y Paz, con el tema Índices, Encuestas y Cifras, Eduardo Sojo Garza,
titular del organismo, expuso que en 2011 se alcanzó la mayor tasa de
homicidios por cada cien mil habitantes: 24.
En los 12 años de administraciones
panistas –del 2000 al 2012- encabezados por Vicente Fox Quesada y
Felipe Calderón Hinojosa, el total de homicidios asciende a 181 mil 404.
En los dos años que lleva la
administración de Peña Nieto, el saldo es de 41 mil 898; de persistir
esta tendencia, el gobierno del “nuevo PRI”, terminaría el sexenio con
125 mil 694 asesinatos.
Patricia de Obeso, del Instituto para
la Economía y la Paz señaló que “en Latinoamérica, nuestro mayor reto
son las altísimas tasas de homicidio, pues en México la tasa es de 16
por cada cien mil habitantes y comparada con la del resto del mundo, es
seis; es decir, estamos con más del doble del promedio de la tasa
mundial”.
De Obeso apuntó que existen ciertos
factores que influyen en que nuestro país no sea más pacífico; por
ejemplo, el funcionamiento del gobierno, la nula confianza en la
policía y el sistema judicial, los niveles de corrupción y su combate,
así como la participación ciudadana.
“En México, en los últimos años, la violencia nos ha costado directa e indirectamente, 17 % del Producto Interno Bruto”, agregó.
Sin embargo, el homicidio no es el
único delito que debería preocupar a la actual administración, pues
cifras del mismo INEGI, recabadas en la Encuesta Nacional de
Victimización y Percepción (ENVIPE) 2014, que mide los delitos más
representativos del fuero común, señala que se cometieron 33.1 millones
de delitos; 29.6 % fueron robos o asaltos en la calle y en el
transporte público; es decir, 12 mil 294 casos.
El segundo delito más cometido fue la
extorsión, con 9 mil 790 casos de los que 92 % se realizaron vía
telefónica y el 6.4 % de las víctimas entregaron lo que se les
solicitaba. Este delito tuvo un incremento de más de 2 mil casos, pues
en 2013 la cifra se situó en 7 mil 585 casos.
En 2014 hubo 4 mil 973 casos de robo,
total o parcial, de vehículo; fraudes se registraron 3 mil 981 hechos;
en tanto que robo a casa habitación se contabilizaron 2 mil 689.
Cifra negra
Los mismos datos del INEGI revelan que
tan solo el 9.9 % de delitos cometidos, fueron denunciados ante las
autoridades; sin embargo, de este porcentaje, únicamente se inició
averiguación previa ante el Ministerio Público en 62.7 %, lo que
significa que del total de delitos cometidos, nada más hay proceso
abierto en 6.2 %.
Estos datos arrojan que existe una
cifra negra de 93.8 %; es decir, delitos donde no hubo denuncia y en
los que tampoco se inició averiguación previa.
Pero los mexicanos de a pie no fueron
los únicos objetivos de los criminales, 33.6 % de empresas en el país
–que representa a 1 millón 276 mil 19 compañías- fueron víctimas, en
2013, de algún delito, siendo las empresas grandes las más afectadas,
con 57.8 % de los incidentes.
En total, se registraron 2.5 millones
de delitos en contra de las empresas en 2013, lo que implica que hubo
dos delitos por empresa afectada.
Por cada 10 mil empresas, hubo 1 mil
199 robos hormigas; 1 mil 73 de robo de bienes o dinero; por 802 de
extorción; 486 por fraude; 365 actos de corrupción, entre otros.
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