8/11/2015

Recursos de procedencia dudosa en la campaña de Peña: diputados


Documento final de la comisión especial que investigó el caso Monex

Enrique Méndez
Periódico La Jornada

La comisión especial de la Cámara de Diputados que investigó la triangulación de recursos a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto entregó ayer a la mesa directiva su informe final, en el cual alerta que si no se aplican las disposiciones para limitar los gastos de los candidatos, ‘‘en las siguientes elecciones continuará la compra de presidencias municipales, diputaciones, senadurías y, por supuesto, de la Presidencia de la República’’.
En el documento de 95 cuartillas, que será presentado públicamente hoy, la comisión confirma que ‘‘sí hubo ejercicio de recursos de procedencia dudosa’’ y cuestiona que ni el desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE) ni la Procuraduría General de la República (PGR) investigaron el caso hasta sus últimas consecuencias.
La comisión, que se integró el 27 de noviembre de 2012 para investigar el expediente conocido como Monex, recordó que su objetivo fue indagar la forma en que, a través de distintas empresas, algunas de ellas fantasmas, se dispersaron recursos para la estructura electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2012, y que sus principales planteamientos fueron:
Las tarjetas
‘‘¿Quiénes y por qué aportaron dinero a la campaña de la coalición Compromiso por México? ¿De dónde salió el dinero para capitalizar las tarjetas? ¿Cuánto dinero fue utilizado realmente en la campaña de Enrique Peña Nieto? ¿Cómo se realizó la triangulación de recursos?’’
En su informe, la comisión que presidió el diputado Roberto López Suárez (PRD) recordó que esa instancia legislativa estuvo sujeta a las presiones del PRI y sus aliados del PAN, PVEM y Panal, que ‘‘se opusieron a cualquier intención de preguntar directamente a los involucrados; en otras palabras, no existió voluntad de investigar’’.
También refirió que el 16 de abril de 2013, el PRI pretendió sustituir a López Suárez por José Rangel Espinosa, del mismo partido tricolor, acción que buscaba disolver al grupo de trabajo, y una de las razones para ello fue ‘‘que el Presidente de la República, cuya campaña se presume obtuvo gran parte de su financiamiento a través de los recursos transferidos en Monex, pertenece al Revolucionario Institucional’’.
El documento confirma que durante la campaña presidencial el PRI llevó a cabo distintos contratos con Monex, pero también con Bancomer y Santander, para distribuir a través de 9 mil 924 plásticos un total de 70.8 millones de pesos.
La comisión explicó que ‘‘con beneplácito de la autoridad electoral, que le permitió reducir en más de 20 millones el financiamiento descubierto’’, el tricolor trató de ocultar algunas evidencias para realizar ‘‘un control de daños al quedar al descubierto el financiamiento oculto e ilícito’’.
Las cifras del gasto para la estructura electoral del PRI no son consistentes con lo que reportó ese partido y el análisis que realizó la Unidad de Fiscalización del entonces Instituto Federal Electoral.
De los montos depositados a enlaces estatales, coordinadores territoriales, enlaces distritales, representantes generales y representantes de casilla, la suma es de 66 millones de pesos. ‘‘Ello se debe a que la autoridad fiscalizadora tomó la información tal cual se la presentó el PRI con la finalidad de probar el destino lícito de los recursos’’.
El reporte indica que durante la campaña presidencial, el Partido de la Revolución Democrática interpuso una serie de quejas por el presunto rebase de tope de gastos de campaña, y sostuvo que de la investigación que realizaron los diputados ‘‘se desprende que no sólo se utilizaron recursos financieros de procedencia dudosa para las tarjetas Monex, sino que este tipo de operaciones también se usaron para cubrir otros gastos de la campaña’’, entre ellos espectaculares, anuncios en Internet, periódicos y cines, así como páginas web, transporte aéreo y publicidad en diversas editoriales.
Según la comisión, los gastos no reportados de la campaña presidencial de Peña Nieto, incluyendo las tarjetas Monex, ‘‘ascienden a 4 mil 599 millones de pesos, cuando el tope era de 336 millones’’.
La comisión legislativa consideró que aun cuando el caso ya no será investigado por el Poder Legislativo, el tema seguirá vigente porque entre el 9 y 11 de enero de 2014 la PGR reabrió el expediente por delincuencia organizada y lavado de dinero contra empresas presuntamente responsables de financiar los monederos electrónicos Monex.

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