Protesta de periodistas
1.
Pensé que sólo saldrían seis o siete, teniendo la experiencia poco
participativa en el estado; pero salimos 150 reporteros, fotógrafos,
locutores, articulistas, además de otros 150 apoyadores en la
manifestación de repudio al asesinato de periodistas en el país. La
marcha fue de kilómetro y medio: del “remate” o subasta del Paseo
Montejo hasta llegar al Monumento a la Bandera donde se depositó una
urna con la fotografía de Rubén Espinosa –uno de los asesinados en la
ciudad de México- rodeado de unas cuantas veladoras. Fue una
manifestación en silencio y no hubo discursos, sólo algunas pancartas.
2. Al parecer estuvieron periodistas de todos los diarios, así como
articulistas y fotógrafos de la red de internet. Ante mis preguntas del
por qué no había en Yucatán un sindicato de periodistas algunos me
respondieron que se registraba mucho miedo a la pérdida de empleo; pero
quizá con esta primera manifestación podría surgir la idea de que
algunos sindicalistas-periodistas de la ciudad de México ayuden a la
organización y al registro. ¿Puede olvidarse acaso que un sindicato
podría unir fuerzas y con ella lograr estabilidad en el empleo,
aumentos salariales y prestaciones, así como mayor libertad en el
trabajo?
3. ¿Han asesinado a periodistas en Yucatán?,
pregunté a varios y la respuesta fue no, pero dada la situación del
país, “tenemos miedo de ser víctimas de un enloquecido”. No puede
olvidarse que Yucatán es quizá el estado más pacífico del país desde
hace siglos porque aquí generalmente en pláticas y discusiones “te
siguen la corriente” para no contradecirte o enojarte. Es bueno, pero
muchas veces puede ser malo porque desaparece la crítica y la
autocrítica que ayuda a reconocer errores, superarlos y avanzar. En
periodismo y política las discusiones o críticas no llegan a las
confrontaciones porque siempre son leves.
4. En el 99 por
ciento de las manifestaciones se grita poco o, como la ayer, van en
silencio; no se pintan paredes, no hay confrontaciones con la policía,
no se rompen ventanas ni vidrios, no se le mienta la madre al
gobernador, al presidente o a los yanquis. Por ese “buen
comportamiento” el gobierno no reprime, hace como que escucha, compra
líderes y todo queda en “santa paz”. Decía en otra ocasión que en la
cultura yucateca se registra una especie de “valores entendidos”, de
entendimiento entre gobernantes y protestantes para no brincar la
línea: “no reprimo y tú no llevas la protesta al fondo”. Todo en el más
estricto “respeto”.
5. Parece que Yucatán es el estado donde
“no pasa nada”, por su aislamiento. Dice el presidente municipal en su
último informe: “Mérida está mejor que hace tres años” y habla de
arreglo de unas cuantas calles, parques y mercados; nada se dice de las
colonias populares, pero ningún gobierno se atreve a hablar del combate
al desempleo, si mejoraron los ingresos, si se atendió el ambulantaje,
si la atención a la salud, educación y vivienda fue efectiva, si se
abrieron guarderías y se adecuaron escuelas en mal estado. ¿Cuántas
fuentes de trabajo fueron abiertas en la ciudad de Mérida que tiene ya
más de un millón de habitantes?
6. ¿Por qué también en
Yucatán los periodistas temen se víctimas del narcotráfico y del mal
gobierno? México sigue siendo uno de los países más peligrosos del
mundo para los periodistas. En la última década han sido asesinados más
de 80 periodistas y 17 han desaparecido. Asimismo, ciertos medios de
comunicación frecuentemente son blanco de ataques armados y de
amenazas, en especial en el norte del país. ¿Quiénes están detrás de
estas intimidaciones? Los cárteles de la droga, que se preocupan por
hacer callar a los periodistas y blogueros que informan sobre las
actividades del crimen organizado y la violencia ligada a ellas.
(Reporteros sin Frontera)
7. En todo el país se ha
desarrollado manifestaciones de protesta contra los asesinatos de
periodistas, pero también contra la desaparición de los 43 estudiantes
de Ayotzinapa y asesinatos de campesinos. México es el sexto país del
mundo con más homicidios de periodistas. El país está empatado con
Afganistán y Filipinas en el ranking de 23 naciones que encabezan
Siria, con 15 homicidios; los territorios palestinos, con siete;
Ucrania, con seis, e Iraq y Libia, que reportan cuatro cada uno.
Yucatán no podría seguir “durmiendo en sus laureles” mientras sus
colegas sufren persecución.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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