Mujeres y sus familias presentan severos daños en su salud
En
un caso añejo por supuesta contaminación radioactiva debido a que casas
de la colonia Altares, al sur de esta capital del estado de Sonora,
habrían sido construidas con varillas con cobalto, varias personas
reclamaron ante autoridades federales de Salud atención por la
afectación en sus organismos.
Jesús Ríos León, damnificado por la contaminación radioactiva junto con
su familia, informó que al fin pudieron tener contacto con personal de
la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(Cofepris), dependiente de la Secretaría de Salud federal.
Y es que el pasado jueves, las y los integrantes de la familia Ríos
Fimbres hicieron acto de presencia en la reunión de la comisión
gubernamental para atender la crisis del río Sonora, por el
envenenamiento provocado por la Mina Buena Vista en 2014.
Ríos León explicó que el pasado 6 de agosto tres personas de la Unidad
de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (UVEAS) acudieron a
su domicilio para informarse sobre el caso de contaminación por
radiación, el cual han denunciado desde hace cinco años.
Y es que el pasado 4 de agosto, Dulce Fimbres Barceló y Jesús Ríos se
presentaron en la rueda de prensa en la que la comisión gubernamental,
encabezada por Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Política y
Planeación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat), daría su reporte a un año del macro derrame de 40
mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y
Bacanuchi.
En el acto, donde se presentaron también personas afectadas en su salud
y economía, los Ríos Fimbres hicieron escuchar su voz, por lo que Mikel
Arriola, titular de la Cofepris, se vio obligado a platicar con ellos.
Ahí, la doctora Matiana Ramírez Aguilar, directora de Evidencias de
Riesgos de la Cofepris, se comprometió a atender su caso. El pasado
jueves, el doctor David Peña y su equipo de trabajo acudieron al
domicilio de los Ríos Fimbres para informarse y solicitar los
documentos que avalan el largo peregrinar de la familia en pos de la
salud de ellos y de sus hijas e hijo, quienes ya padecen cáncer,
tumores y otras afectaciones al sistema óseo.
Según diversos estudios que le han practicado a la familia Ríos Fimbres
en varios laboratorios de Estados Unidos, son 19 los metales presentes
en sus organismos, algunos de ellos muy por encima del límite, como el
manganeso o el arsénico, que en su persona se encuentra 500 veces más
alto, explicó Jesús Ríos León.
De profesión geólogo, personalmente ha dado seguimiento al desarrollo
de las afectaciones que empezaron a presentar desde que habitaban la
casa de la colonia Altares, debido a que –según comprobaría– fueron
construidas con varilla contaminada procedente de EU, llegando a Sonora
por el estado de Chihuahua.
Fue en los años 80 que durante el proceso de fundición se mezcló
accidentalmente una cápsula supuestamente de cobalto, que contaminó
toneladas de varilla que se distribuyeron en entidades como Sonora,
Chihuahua, Baja California y parte del sur de México.
El problema se detectó casualmente cuando una parte de esa varilla que
se exportaría a EU encendió los detectores de alarma que indican la
presencia de radioactividad. A raíz de la detección se supo que había
sido fundida con uranio, por lo que el riesgo para la salud es inmenso,
pues con el material se construyeron las primeras casas de las colonias
Cuauhtémoc y Bachoco, en 1986, una al sur y otra al norte de Sonora.
Pero la familia Ríos Fimbres no es la única que resultó afectada, pero
sí la que ha luchado durante varios años. De hecho, el pasado viernes 7
de agosto cumplieron mil 493 días en plantón frente a la Casa de
Gobierno de Sonora, sin que alguien los hubiera atendido.
Lo único que han obtenido ahí en respuesta –de acuerdo con su relato–
es que se les acercó una persona desconocida para decirles que de nada
servía que estuvieran ahí, que se retiraran porque si no en donde los
viera “los iba a madrear”.
Jesús y Dulce interpusieron una denuncia ante la Procuraduría de
Justicia del estado, sin poder identificar al hombre agresor, mismo que
–según dijeron– podría ser “un familiar” del gobernador Guillermo
Padrés Elías, pues observaron cómo se retiró y entró a la Casa de
Gobierno en forma “muy familiar”.
Sus anteriores vecinos, en la colonia de la casa contaminada, han
resultado con padecimientos como dolores de cabeza, hemorragias
nasales, y algunos experimentaron adormecimiento de la mitad del
cuerpo. Dos mujeres más, vecinas de su misma cuadra, han contraído
cáncer de seno y útero.
Dulce Fimbres Barceló –quien exigió enérgicamente a la comisión
gubernamental que los escucharan, y a quien le retiraron su útero por
problemas derivados de la radiación, además de que le quitaron un tumor
de un ojo y presenta neuropatía periférica– dijo estar contenta por la
visita de las autoridades y por el interés que causaron, pero aclaró
que no confía totalmente pues ya los han “engañado mucho”.
Las familias ya habían acudido ante la dirección de Protección Civil
estatal y local, el gobierno del estado de Sonora, el ayuntamiento de
Hermosillo, la Dirección de Protección Civil de la Secretaría de
Gobernación, al Infonavit, y a la Comisión Nacional de Seguridad
Nuclear, de la Secretaría de Energía. Sólo obtuvieron indiferencia,
denunciaron.
Foto: Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Por: Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Cimacnoticias | Hermosillo, Son.-
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