8/11/2015

Sonora: reclaman atención por caso de contaminación radioactiva


   Mujeres y sus familias presentan severos daños en su salud

En un caso añejo por supuesta contaminación radioactiva debido a que casas de la colonia Altares, al sur de esta capital del estado de Sonora, habrían sido construidas con varillas con cobalto, varias personas reclamaron ante autoridades federales de Salud atención por la afectación en sus organismos.

 
Jesús Ríos León, damnificado por la contaminación radioactiva junto con su familia, informó que al fin pudieron tener contacto con personal de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), dependiente de la Secretaría de Salud federal.
 
Y es que el pasado jueves, las y los integrantes de la familia Ríos Fimbres hicieron acto de presencia en la reunión de la comisión gubernamental para atender la crisis del río Sonora, por el envenenamiento provocado por la Mina Buena Vista en 2014.
 
Ríos León explicó que el pasado 6 de agosto tres personas de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (UVEAS) acudieron a su domicilio para informarse sobre el caso de contaminación por radiación, el cual han denunciado desde hace cinco años.
 
Y es que el pasado 4 de agosto, Dulce Fimbres Barceló y Jesús Ríos se presentaron en la rueda de prensa en la que la comisión gubernamental, encabezada por Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Política y Planeación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), daría su reporte a un año del macro derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y Bacanuchi.
 
En el acto, donde se presentaron también personas afectadas en su salud y economía, los Ríos Fimbres hicieron escuchar su voz, por lo que Mikel Arriola, titular de la Cofepris, se vio obligado a platicar con ellos.
 
Ahí, la doctora Matiana Ramírez Aguilar, directora de Evidencias de Riesgos de la Cofepris, se comprometió a atender su caso. El pasado jueves, el doctor David Peña y su equipo de trabajo acudieron al domicilio de los Ríos Fimbres para informarse y solicitar los documentos que avalan el largo peregrinar de la familia en pos de la salud de ellos y de sus hijas e hijo, quienes ya padecen cáncer, tumores y otras afectaciones al sistema óseo.
 
Según diversos estudios que le han practicado a la familia Ríos Fimbres en varios laboratorios de Estados Unidos, son 19 los metales presentes en sus organismos, algunos de ellos muy por encima del límite, como el manganeso o el arsénico, que en su persona se encuentra 500 veces más alto, explicó Jesús Ríos León.
 
De profesión geólogo, personalmente ha dado seguimiento al desarrollo de las afectaciones que empezaron a presentar desde que habitaban la casa de la colonia Altares, debido a que –según comprobaría– fueron construidas con varilla contaminada procedente de EU, llegando a Sonora por el estado de Chihuahua.
 
Fue en los años 80 que durante el proceso de fundición se mezcló accidentalmente una cápsula supuestamente de cobalto, que contaminó toneladas de varilla que se distribuyeron en entidades como Sonora, Chihuahua, Baja California y parte del sur de México.
 
El problema se detectó casualmente cuando una parte de esa varilla que se exportaría a EU encendió los detectores de alarma que indican la presencia de radioactividad. A raíz de la detección se supo que había sido fundida con uranio, por lo que el riesgo para la salud es inmenso, pues con el material se construyeron las primeras casas de las colonias Cuauhtémoc y Bachoco, en 1986, una al sur y otra al norte de Sonora.
 
Pero la familia Ríos Fimbres no es la única que resultó afectada, pero sí la que ha luchado durante varios años. De hecho, el pasado viernes 7 de agosto cumplieron mil 493 días en plantón frente a la Casa de Gobierno de Sonora, sin que alguien los hubiera atendido.
 
Lo único que han obtenido ahí en respuesta –de acuerdo con su relato– es que se les acercó una persona desconocida para decirles que de nada servía que estuvieran ahí, que se retiraran porque si no en donde los viera “los iba a madrear”. 
 
Jesús y Dulce interpusieron una denuncia ante la Procuraduría de Justicia del estado, sin poder identificar al hombre agresor, mismo que –según dijeron– podría ser “un familiar” del gobernador Guillermo Padrés Elías, pues observaron cómo se retiró y entró a la Casa de Gobierno en forma “muy familiar”.
 
Sus anteriores vecinos, en la colonia de la casa contaminada, han resultado con padecimientos como dolores de cabeza, hemorragias nasales, y algunos experimentaron adormecimiento de la mitad del cuerpo. Dos mujeres más, vecinas de su misma cuadra, han contraído cáncer de seno y útero.
 
Dulce Fimbres Barceló –quien exigió enérgicamente a la comisión gubernamental que los escucharan, y a quien le retiraron su útero por problemas derivados de la radiación, además de que le quitaron un tumor de un ojo y presenta neuropatía periférica– dijo estar contenta por la visita de las autoridades y por el interés que causaron, pero aclaró que no confía totalmente pues ya los han “engañado mucho”.
 
Las familias ya habían acudido ante la dirección de Protección Civil estatal y local, el gobierno del estado de Sonora, el ayuntamiento de Hermosillo, la Dirección de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, al Infonavit, y a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear, de la Secretaría de Energía. Sólo obtuvieron indiferencia, denunciaron.



Foto: Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Por: Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Cimacnoticias | Hermosillo, Son.- 

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